Cuando el cáncer no es su única preocupación de salud

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 08/2021

Muchas personas tienen afecciones médicas además del cáncer. Cualquier problema de salud que tenga al mismo tiempo que el cáncer puede denominarse afección coexistente, afección crónica o comorbilidad. Uno de cada 4 adultos tiene al menos 2 afecciones crónicas y son aún más frecuentes en adultos a partir de los 65 años.

Algunos tipos frecuentes de afecciones coexistentes son:

  • Presión arterial alta

  • Cardiopatías

  • Enfermedad pulmonar

  • Diabetes

  • Enfermedad renal

  • Artritis

Puede ser fácil ignorar sus otras afecciones médicas cuando tiene cáncer. Por ejemplo, ocuparse de la presión arterial alta o la diabetes puede parecer mucho menos importante que recibir tratamiento contra el cáncer. Pero el éxito de su tratamiento contra el cáncer se basa en parte en su salud general y, a veces, ese tratamiento puede empeorar otras afecciones. Es importante que sus otras afecciones médicas sean tratadas, controladas y monitoreadas.

¿Cómo pueden afectar las afecciones coexistentes al tratamiento contra el cáncer?

Es importante saber cómo un problema de salud crónico puede afectar el tratamiento contra el cáncer. Algunos de los riesgos pueden incluir:

  • Reacciones entre los medicamentos para el cáncer y otros medicamentos, lo que se denomina interacciones farmacológicas.

  • Que el cáncer o su tratamiento empeore sus problemas médicos crónicos. Esto podría hacer que sea más difícil completar el tratamiento contra el cáncer según lo planificado.

  • Recuperación más lenta del tratamiento contra el cáncer debido a sus otros problemas médicos.

Debe hablar con su equipo de atención oncológica sobre cualquier otro problema médico que tenga y cualquier medicamento que tome para ese problema. El equipo de atención de la salud trabajará con usted para reducir estos riesgos.

Por ejemplo, su médico podría pedirle que deje de tomar o que cambie algún medicamento que esté tomando actualmente durante el tratamiento contra el cáncer. Esto se debe a que algunos medicamentos pueden provocar resultados no deseados cuando interactúan con tratamientos contra el cáncer o medicamentos recetados para aliviar los efectos secundarios.

¿Cómo se tratan las afecciones coexistentes durante el tratamiento contra el cáncer?

A continuación, se analizan problemas médicos frecuentes y cómo manejarlos durante el tratamiento contra el cáncer.

Cardiopatía y presión arterial. Algunos tratamientos contra el cáncer pueden afectar el corazón o la presión arterial. Esto suele generar más preocupación en los adultos mayores, que ya pueden tener un riesgo mayor de tener estas afecciones.

Pregunte a su equipo de atención de la salud si su tratamiento contra el cáncer o sus medicamentos podrían afectar el corazón o la presión arterial. Colabore con su oncólogo, que es un especialista en cáncer, y con su cardiólogo, que es un especialista en el corazón, para ajustar sus medicamentos, si es necesario, y proteger su corazón durante el tratamiento contra el cáncer. Si es necesario, su médico también puede evaluar su función cardíaca y su presión arterial regularmente durante el tratamiento. Obtenga más información sobre cómo manejar la presión arterial alta y la cardiopatía durante el tratamiento contra el cáncer.

Enfermedad pulmonar. Algunos tipos de quimioterapia pueden aumentar el riesgo de inflamación de los pulmones, tos o dificultad para respirar. Informe a su equipo de atención de la salud si tiene una afección pulmonar crónica antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer. Esto incluye asma, enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Diabetes. Si tiene diabetes, es necesario que controle sus niveles de glucosa en sangre, o azúcar en sangre, muy atentamente durante el tratamiento contra el cáncer. Algunos agentes quimioterapéuticos y medicamentos que se usan para reducir los efectos secundarios, como los corticoides, pueden aumentar estos niveles. Estos niveles podrían también aumentar debido a que lleva una vida menos activa físicamente o se encuentra bajo estrés. Los efectos secundarios, como las náuseas y los vómitos o los cambios en su dieta, también afectarán su nivel de azúcar en sangre.

Trabaje con su equipo de atención de la salud para elaborar un buen plan para monitorear y manejar los niveles de azúcar en sangre durante el tratamiento si tiene diabetes. Esto puede significar que deba controlar el nivel de azúcar en sangre con más frecuencia o ajustar la dosis de su medicamento para la diabetes. Obtenga más información sobre el manejo de la diabetes durante el tratamiento contra el cáncer.

Enfermedad renal. La “enfermedad renal” puede referirse a varias enfermedades diferentes que afectan los riñones. Aunque los problemas renales crónicos son mucho más frecuentes en los adultos de edad avanzada, pueden producirse a cualquier edad. Ciertos medicamentos, incluidos algunos tipos de quimioterapia, pueden afectar los riñones y aumentar el riesgo de desarrollar problemas renales o que empeoren los existentes. Si tiene antecedentes de problemas renales, probablemente se le harán análisis de sangre con regularidad para comprobar cómo funcionan sus riñones. El nivel de funcionamiento de los riñones podría determinar el tipo de quimioterapia que se le puede aplicar o con qué frecuencia recibirla.

Depresión y ansiedad. La tristeza y la preocupación son sentimientos normales durante toda la vida, y muchas personas experimentan momentos breves de ansiedad o depresión. Pero cuando estos sentimientos están en curso e interfieren con la vida diaria, se consideran afecciones crónicas. La ansiedad y la depresión son afecciones crónicas frecuentes en las personas con cáncer. Algunas personas pueden desarrollar ansiedad o depresión después del diagnóstico de cáncer, y algunas ya tienen estas afecciones antes de su diagnóstico.

La depresión y la ansiedad pueden hacer que sea difícil:

  • Tomar decisiones acerca del tratamiento.

  • Tomar los medicamentos a su debido tiempo o realizar pruebas importantes.

  • Pedir el apoyo de familiares y otros seres queridos.

La ansiedad o la depresión pueden producirse a cualquier edad. Ambas pueden tratarse. Puede tomar medicación, trabajar con un terapeuta o utilizar una combinación de estos tratamientos. Es importante que informe a su equipo de atención de la salud cómo está manejando su ansiedad o depresión. Al igual que otros medicamentos, existe la posibilidad de que el medicamento que esté tomando para tratar su ansiedad y depresión pueda interferir con su tratamiento contra el cáncer. Si ese es el caso, su equipo de atención de la salud trabajará con usted para encontrar otro medicamento o tratamiento para su ansiedad o depresión.

Informe a su equipo de atención de la salud si experimenta depresión y ansiedad o tiene antecedentes de estas afecciones. Pregunte antes de interrumpir cualquier medicamento para estas afecciones. Existen muchos recursos disponibles sobre los que su equipo de atención de la salud puede informarle. Estos incluyen grupos de apoyo para el cáncer, asistencia de un trabajador social o apoyo de su familia y amigos.

Dolor y problemas para moverse. Los problemas existentes con el dolor, como la artritis o una lesión previa, pueden causar problemas durante el tratamiento del cáncer. Estos problemas pueden hacer que sea más difícil realizar sus actividades diarias, realizar ejercicios útiles o llegar a las citas médicas. También pueden aumentar el riesgo de algunos efectos secundarios.

La actividad física (en inglés) es importante para la salud general, en especial para las personas con cáncer. Su equipo de atención de la salud deseará que sea lo más activo posible durante su tratamiento y después. Hágales saber acerca de cualquier problema existente que tenga que pueda causarle dolor. Puede ser útil hablar con un especialista en esta área, como un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional, un experto en rehabilitación del cáncer o un especialista en ejercicios oncológicos.

Pérdida de la memoria y confusión mental. Los adultos mayores de 65 años tienen un riesgo especial de tener problemas existentes de pérdida de memoria y confusión mental. El tratamiento contra el cáncer podría empeorar estos problemas. Informe a su equipo de atención de la salud si está experimentando estos síntomas.

Problemas en la boca y dientes. Informe al dentista y a la higienista dental acerca de todos sus tratamientos contra el cáncer. Es especialmente importante si tiene problemas con la boca o los dientes. Asimismo, asegúrese de que su oncólogo sepa que tiene estos problemas.

De ser posible, intente realizarse los procedimientos dentales antes de iniciar el tratamiento contra el cáncer. O prográmelos para después del tratamiento. Dependiendo de la salud de su boca y dientes, podría ser necesario que consulte a un odontólogo oncológico antes del tratamiento contra el cáncer. Este es un dentista que se especializa en el tratamiento de personas a las que se diagnosticó cáncer. Obtenga más información sobre la salud dental y bucal.

Consejos para tratar más de una afección coexistente

Muchas personas con cáncer y supervivientes al cáncer, especialmente adultos de 65 años o más, tienen más de una afección coexistente. Esto puede hacer que la atención oncológica y la de seguimiento sean más complicadas.

Si tiene múltiples afecciones coexistentes, estos consejos pueden ayudarlos a usted y a su equipo de atención de la salud a manejar su atención de la salud general:

Mantenga actualizados sus registros médicos personales. La primera vez que se reúna con su equipo de atención oncológica, es importante que le informe de su historial médico completo. Esto ayuda a su médico a reducir el riesgo de interacciones farmacológicas, efectos secundarios y otros problemas del tratamiento contra el cáncer. También es importante que mantenga informado a su equipo de atención oncológica sobre cualquier cambio en su salud general u otras afecciones médicas. Conserve y traiga sus registros médicos personales (en inglés) a sus citas de oncología. Su registro médico debe incluir información acerca de:

  • Cualquier problema de salud crónico.

  • Sus medicamentos, incluido cuánto toma, con qué frecuencia y los efectos secundarios que ocasionan.

  • Alergias a medicamentos, incluido qué sucedió cuando tomó el medicamento al que es alérgico.

  • Otras cirugías o procedimientos médicos que haya tenido.

  • Pruebas y resultados médicos.

  • Información de contacto de otros profesionales de atención médica.

Cuidados paliativos o tratamiento de apoyo. Cuando una persona tiene cáncer y muchos otros problemas médicos, reunirse con un proveedor de cuidados paliativos puede ayudar como otra capa de apoyo. Los cuidados paliativos o de apoyo son tratamientos para aliviar los síntomas. Generalmente, el alivio de los síntomas comienza poco después del diagnóstico y continúa durante todo el tratamiento.

Los cuidados paliativos ayudan a las personas a vivir mejor con enfermedades graves y crónicas. El equipo de cuidados paliativos se centrará en su calidad de vida y sus objetivos de salud, así como en comunicarse con otros profesionales de atención médica. Un proveedor de cuidados paliativos puede abordar los impactos de la enfermedad en otras partes de su vida, ayudarlo con los síntomas y ayudarlo a planificar el futuro.

Siga visitando a los médicos que tratan sus otras afecciones. Acuda a sus citas con cualquier médico al que haya visto antes del diagnóstico de cáncer. Por ejemplo, si acude a un médico de atención primaria y a un cardiólogo, debe seguir acudiendo a sus citas programadas con ellos mientras ve a su equipo de atención oncológica. En estas citas, asegúrese de que conozcan su plan actual de tratamiento contra el cáncer y cualquier síntoma nuevo o que empeore. En los Estados Unidos, Medicare requiere un examen de bienestar anual para mantener su cobertura. Incluso si está recibiendo tratamiento contra el cáncer, debe acudir a esta cita de bienestar con su médico de atención primaria.

Mantenga un registro de los medicamentos. Cuando tiene afecciones coexistentes, es muy importante que lleve un seguimiento de sus medicamentos. Puede estar tomando muchos tipos diferentes de medicamentos con diferentes requisitos.

Siga estas sugerencias para llevar un seguimiento de los diferentes medicamentos que está tomando:

  • Tome sus medicamentos a su debido tiempo y según se los recete su médico, como tomarlos con o sin alimentos.

  • Lea todo el rótulo del medicamento que figura en el envase para asegurarse de tomar la dosis correcta.

  • Utilice un gráfico, un calendario de pastillas o los recordatorios del calendario de su teléfono para fijar un cronograma y hacer un seguimiento de cuándo toma sus medicamentos.

  • Utilice un estuche de pastillas semanales para saber si ha tomado los medicamentos de cada día.

  • Surta todas las recetas en la misma farmacia para que su farmacéutico tenga una lista completa de sus medicamentos y dosis actuales.

  • Lleve esta lista con usted cuando acuda a cada cita médica.

Descubra otras formas en las que su farmacéutico puede ayudarlo (en inglés) durante el cáncer. Además, siempre debe informar a los demás médicos si le han recetado un nuevo medicamento o si cambia la dosis.

También debe informar a su equipo de atención de la salud si está tomando algún complemento alimenticio de venta libre, como vitaminas o hierbas. También pueden causar interacciones farmacológicas no deseadas.

Preguntas para hacerle al equipo de atención de la salud

  • ¿Afectará alguna de mis afecciones coexistentes a mi tratamiento contra el cáncer, o viceversa?

  • ¿Cómo se controlará mi salud general durante el tratamiento contra el cáncer?

  • ¿Podría alguno de los medicamentos que estoy tomando en la actualidad interactuar con los medicamentos que tomaré durante el tratamiento contra el cáncer?

  • ¿Tendré que dejar de tomar alguno de mis medicamentos actuales durante el tratamiento contra el cáncer? Si es así, ¿tomaré otro medicamento en su lugar?

  • ¿A quién debo decirle si desarrollo algún efecto secundario nuevo u otra afección médica? ¿Qué tan pronto?

  • ¿Con quién puedo hablar si me siento ansioso o molesto por recibir este tratamiento?

  • ¿Conoce algún recurso que pueda ayudarme a manejar mis afecciones coexistentes en casa?

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