Cáncer de riñón: Diagnóstico

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 09/2022

EN ESTA PÁGINA: encontrará una lista de pruebas, procedimientos y exploraciones frecuentes que los médicos usan para averiguar la causa de un problema médico. Use el menú para ver otras páginas.

Los médicos realizan muchas pruebas para detectar o diagnosticar el cáncer. También realizan pruebas para averiguar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo desde el lugar donde se inició. Si esto sucede, se denomina metástasis. Los médicos también pueden hacer pruebas para determinar qué tratamientos podrían funcionar mejor.

Para la mayoría de los tipos de cáncer, una biopsia es la única forma segura de que el médico sepa si un área determinada del cuerpo tiene cáncer. Durante la biopsia, el médico toma una pequeña muestra de tejido para hacerle pruebas en un laboratorio. Si no se puede realizar una biopsia, el médico puede sugerir que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico.

Cómo se diagnostica el cáncer de riñón

Esta sección describe opciones para el diagnóstico del cáncer de riñón. No todas las pruebas enumeradas a continuación se utilizarán para todas las personas. Su médico puede considerar estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

  • Tipo de cáncer que se sospecha

  • Sus signos y síntomas

  • Su edad y estado de salud general

  • Los resultados de pruebas médicas anteriores

Además del examen físico, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar el cáncer de riñón:

  • Análisis de sangre y orina. El médico puede recomendar un análisis de sangre para comprobar el número de glóbulos rojos en sangre. También puede recomendar un análisis de orina para detectar sangre, bacterias o células cancerosas. Estas pruebas pueden sugerir la presencia de cáncer de riñón, pero no pueden utilizarse para dar un diagnóstico definitivo.

  • Biopsia. Una biopsia es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para examinarlo a través de un microscopio. Esto por lo general lo realiza un radiólogo intervencionista como procedimiento ambulatorio con anestesia local. La anestesia es un medicamento que bloquea la conciencia del dolor. Otras pruebas pueden sugerir la presencia de cáncer, pero solo una biopsia puede permitir formular un diagnóstico definitivo. Luego un patólogo analiza las muestras y escribe un informe de patología en el que describe los resultados. Ese informe se convierte en parte permanente del registro médico de la persona.

    El informe de patología identifica el tipo de célula relacionada con el cáncer de riñón (consulte la lista en la sección Introducción), un dato importante para planificar el tratamiento. Los oncólogos clínicos deben tener el informe de patología antes de poder recomendar una terapia sistémica para el tratamiento del cáncer de riñón, en particular la enfermedad metastásico. El cáncer de riñón metastásico es un cáncer que se ha diseminado más allá del riñón a otras partes del cuerpo. La terapia sistémica implica el uso de uno o más medicamentos que afectan a todo el cuerpo. En ciertos casos, es posible que los cirujanos también soliciten una biopsia de tumor renal para ayudar en la planificación del tratamiento. No obstante, si las pruebas por imágenes muestran una masa sólida en crecimiento, es posible que los cirujanos extirpen primero el tumor y luego el patólogo proporcionará el tipo de tumor y el estadio definitivos.

    Dado que la situación de cada paciente es diferente, el paciente debe analizar cuidadosamente con su médico si es necesario realizar una biopsia antes del tratamiento.

  • Pruebas de biomarcadores del tumor. Es posible que su médico recomiende realizar análisis de laboratorio en una muestra tumoral a fin de identificar genes específicos, proteínas y otros factores exclusivos del tumor. Esto también puede denominarse análisis molecular del tumor. Los resultados de estas pruebas podrían ayudar a determinar sus opciones de tratamiento.

Pruebas por imágenes

  • Exploración por tomografía computarizada (TC). Una exploración por TC crea imágenes del interior del cuerpo utilizando rayos X que se toman desde diferentes ángulos. Una computadora combina estas imágenes en una imagen tridimensional detallada que muestra las anomalías o los tumores. Una exploración por TC se puede utilizar para medir el tamaño del tumor. A los pacientes que se evalúa por una masa renal, primero se les realiza una exploración por TC sin medio de contraste para evaluar por cualquier tipo de trastorno no canceroso, como un cálculo renal o un quiste sangrante. Luego se les inyecte un medio de contraste. Un medio de contraste es un tinte especial que permite ver en detalle las imágenes tomadas por la exploración por TC. Este tinte se inyecta en una vena del paciente. Los quistes renales no absorberán el medio de contraste, pero los tumores renales sí. Además, el medio de contraste ayudará a buscar cualquier evidencia de cáncer en los vasos sanguíneos cercanos, ganglios linfáticos u órganos lejanos como el hígado. Una exploración por TC sin contraste que muestra grasa en un tumor renal sugiere que se trata de un angiomiolipoma benigno (consulte la sección Introducción), y es posible que se recomienden opciones de tratamiento no quirúrgicas. Si los pacientes tienen enfermedad renal crónica grave o insuficiencia renal, el medio de contraste no se puede usar de manera segura. Una exploración por TC de las vías urinarias se denomina urografía por TC. Una tomografía por emisión de positrones (TEP) no es útil para el carcinoma de células renales porque el medio de contraste utilizado en la mayoría de las exploraciones TEP se excreta a través de los riñones y la vejiga, lo que limita la capacidad de ver los tumores renales.

  • Radiografía. Una radiografía es un modo de crear una imagen de las estructuras internas del cuerpo usando una pequeña cantidad de radiación.

  • Resonancia magnética (RM). Una RM utiliza campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se puede usar la RM para medir el tamaño del tumor. Se administra un tinte especial llamado gadolinio antes de la exploración, a fin de crear una imagen más clara. Este tinte se inyecta en una vena del paciente. El gadolinio también es absorbido por los cánceres y se ve más claramente en las imágenes finales.

  • Cistoscopia y nefroureteroscopia. En ocasiones, es posible que se lleven a cabo pruebas especiales que se denominan cistoscopia y nefroureteroscopia para un cáncer urotelial del tracto urinario superior o de la pelvis renal (consulte la sección Introducción). A menudo no se utilizan para carcinomas de células renales salvo que las pruebas por imágenes también detecten una masa o una piedra en la vejiga. Durante estos procedimientos, se seda al paciente mientras se inserta un pequeño tubo iluminado en la vejiga a través del uréter y se lo introduce en el riñón. La sedación consiste en administrar medicamentos que provoquen sensación de mayor relajación, tranquilidad o somnolencia. Este procedimiento puede emplearse para obtener células tumorales y examinarlas en un microscopio, realizar una biopsia y a veces destruir por completo tumores pequeños.

Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, el médico revisará todos los resultados con usted. Si el diagnóstico es cáncer, estos resultados también ayudan al médico a describir el cáncer. Esto se denomina determinación del estadio.

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