Otras maneras de controlar el dolor

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 03/2021

Los medicamentos desempeñan un papel importante en el alivio del dolor causado por el cáncer y su tratamiento, pero no son la única opción. Existen muchas formas de ayudarle a manejar el dolor sin medicamentos. Los planes más exitosos para controlar el dolor suelen combinar varios métodos.

Asegúrese de hablar con su equipo de atención oncológica con regularidad sobre cualquier dolor que presente, incluido un dolor nuevo o un cambio en el dolor, y sobre su plan de tratamiento del dolor. La atención de sus síntomas y efectos secundarios es una parte importante de su atención general contra el cáncer, llamada cuidados paliativos o tratamiento de apoyo.

¿Qué estrategias pueden ayudar a controlar el dolor?

Puede que busque formas alternativas a los medicamentos para controlar el dolor. Estas técnicas también pueden reducir el estrés y ayudar con la depresión y la ansiedad.

Puede aplicar algunos de estos métodos usted mismo. Otros requieren a un especialista certificado o con licencia. Hable con su equipo de atención oncológica antes de probar estas estrategias de alivio del dolor.

¿Cómo puedo reducir el dolor por mi cuenta?

Los siguientes consejos son estrategias que puede probar en su hogar, por su cuenta. Estos consejos pueden ser útiles para controlar el dolor intermitente o intercurrente que surge durante el día.

Respiración y meditación. Los ejercicios de respiración suave pueden disminuir el dolor o ayudarle a sobrellevarlo. Pueden ayudarle a relajarse y reducir la tensión. Puede realizarlos sentado en una silla y relajando los brazos a cada lado. O puede realizarlos recostado en una silla o en la cama.

Este es un ejercicio de respiración que puede probar ahora:

  • Respire por la nariz mientras cuenta hasta 3 mentalmente y con lentitud.

  • Exhale por la boca, otra vez contando en silencio hasta 3.

  • Continúe durante 5 minutos y poco a poco vaya aumentando hasta llegar a los 20 minutos seguidos.

La meditación es otra forma de alejar la mente del dolor. Hay muchas aplicaciones móviles, videos y libros que pueden ayudarle a aprender diferentes técnicas de meditación. Los ejercicios de meditación pueden consistir en repetir en silencio una palabra tranquilizadora. O bien, podría imaginar inhalar o exhalar calor, frescura o una sensación de relajación en las áreas del cuerpo que le duelen.

Distracción. La distracción es otra técnica para controlar el dolor. Puede distraerse sumergiéndose en una actividad que le guste, como leer, dibujar o ver la televisión. Las investigaciones demuestran que la risa (en inglés) puede ayudar a reducir las molestias, así que piense en la posibilidad de ver o escuchar algo que le haga reír. Hable y ríase con amigos y familiares. Pase tiempo con sus mascotas (en inglés). Aprender algo nuevo, como una nueva manualidad, una afición o un idioma, puede ser una buena distracción. También puede relajarse realizando actividades de cuidado personal que le gusten, como bañarse o ducharse con agua caliente.

Imágenes y visualizaciones. Las imágenes y las visualizaciones alejan la mente del dolor y la centran en otras ideas. Una técnica se denomina “guante mágico”. Antes de que lo pinchen con una aguja, imagine que tiene un guante protector en la mano que lo protege del dolor. También puede imaginar una escena tranquila o rememorar su recuerdo favorito. Otra herramienta es crear una imagen mental de una luz sanadora que elimina el dolor. Un terapeuta capacitado puede enseñarle distintos ejercicios para que realice en su hogar.

Usar calor y frío para el dolor. Puede usar compresas calientes y frías, almohadillas térmicas o bolsas de hielo para aliviar el dolor. Hable con su equipo de atención de la salud sobre este enfoque para que pueda elaborar un plan y tener a mano las herramientas adecuadas. Siga cualquier instrucción especial, especialmente durante la radioterapia o la quimioterapia, o después de estas.

Asegúrese de no dañar la piel al utilizar calor y frío para aliviar el dolor. Utilice las compresas térmicas sobre la ropa, una sábana o una toalla para no quemarse. Envuelva las bolsas y compresas de hielo con una toalla para proteger la piel. No aplique calor ni frío directamente sobre:

  • Piel desnuda o lesionada

  • Zonas adormecidas, ya que no podrá sentir ninguna molestia o lesión por el calor o el frío

  • Áreas que recientemente hayan recibido radioterapia

Pruebe diferentes temperaturas calientes o frías para encontrar un método que le proporcione alivio. También puede alternar entre calor y frío para obtener un alivio adicional. Empiece aplicando calor o frío durante entre 5 y 10 minutos a temperaturas moderadas.

¿Cómo pueden ayudar los especialistas a controlar el dolor sin medicamentos?

A veces, puede que desee que un especialista en terapias complementarias lo ayude a controlar el dolor. Pídale a su equipo de atención de la salud que le recomiende una técnica o un especialista. Cuando trabaje con un especialista, asegúrese de que este conozca el tipo de cáncer que usted tiene y cualquier tratamiento que reciba para que pueda adaptar la terapia.

Masaje. El masaje terapéutico suave puede ayudar a aliviar la tensión, las molestias y el dolor. Las personas con cáncer pueden beneficiarse especialmente del masaje y de una subespecialidad llamada masaje oncológico.

Intente encontrar a un masajista que tenga experiencia en ayudar a personas con cáncer. Esto se debe a que es beneficioso que comprenda cómo se ven afectadas las diferentes partes del cuerpo por los tratamientos contra el cáncer. Su cuidador también puede realizar técnicas de masaje sencillas en su hogar. Estas pueden incluir una frotación suave, delicada y circular de los pies, las manos o la espalda. También puede masajearse usted mismo aplicando una presión pareja y ligera en las manos, los brazos, el cuello y la frente.

Acupuntura. La acupuntura (en inglés) puede utilizarse para muchos problemas diferentes, incluido el dolor. Esta forma de medicina china supone la inserción de agujas especiales en áreas específicas del cuerpo. Algunos ensayos clínicos han demostrado que alivia el dolor. Pídale a su equipo de atención de la salud recomendaciones sobre acupuntores o consultorios. Asegúrese de consultar a un especialista con experiencia que solo emplee agujas esterilizadas.

Biorretroalimentación. La biorretroalimentación le ayuda a controlar las funciones del cuerpo, como el ritmo cardíaco. Un terapeuta capacitado coloca sensores indoloros sobre la piel para recopilar información sobre los procesos del cuerpo. Luego, utiliza esta información para ayudarle a centrarse en hacer pequeños cambios en el cuerpo. Estos cambios pueden incluir relajar ciertos músculos para reducir el dolor.

Asesoramiento nutricional. A veces, el cáncer y su tratamiento causan llagas en la boca, náuseas u otras dificultades que impiden comer bien. Es posible que no tenga ganas de comer los tipos de alimentos que normalmente disfruta y que tenga problemas para obtener suficientes nutrientes.

No obtener suficientes nutrientes importantes de los alimentos puede causar más dolor o malestar. Un dietista o su médico pueden sugerirle que cambie sus hábitos alimenticios o que tome suplementos para reducir estos efectos secundarios.

Fisioterapia o terapia ocupacional. La fisioterapia puede ayudar a aliviar el dolor. Un fisioterapeuta (en inglés) trata los problemas de los nervios, de los músculos y del estado físico. El fisioterapeuta puede ayudar a identificar la fuente del dolor y a fortalecer su cuerpo. Puede enseñarle a aliviar el dolor mediante ejercicios o dispositivos simples. Esto incluye partes del cuerpo artificiales, férulas o dispositivos ortopédicos.

Un terapeuta ocupacional ayuda a las personas a vivir con la enfermedad, lesión o discapacidad. A veces, los terapeutas ocupacionales ayudan a las personas con cáncer a sobrellevar el dolor después del tratamiento. Por ejemplo, un terapeuta ocupacional puede ayudar a alguien a evitar o tratar el linfedema después de una cirugía de cáncer. El linfedema es una acumulación dolorosa de líquido que se produce cuando se quitan los ganglios linfáticos. También puede consultar a un terapeuta de linfedema certificado, que se especializa en el tratamiento del linfedema.

¿Cómo pueden ayudar el asesoramiento o los grupos de apoyo a controlar el dolor?

Hablar con un orientador psicológico capacitado también puede ayudar con el dolor. Hablar abiertamente sobre su dolor físico y emocional puede aliviar la tensión. Su orientador psicológico puede proporcionarle estrategias para controlar el dolor, como ejercicios de respiración o visualizaciones.

Unirse a un grupo de apoyo para el cáncer podría ayudarle a conocer las técnicas de control del dolor que funcionaron para otras personas. Escuchar cómo otras personas con cáncer experimentan y controlan el dolor puede ayudar a reducir los sentimientos de aislamiento y soledad.

Seguimiento de los resultados del control del dolor

Realizar un seguimiento de los resultados de sus técnicas de control del dolor puede ayudarle a descubrir cuáles funcionan mejor para usted. Intente crear una tabla sencilla con las estrategias de dolor utilizadas que incluya la hora del día, el tipo de técnica, cuál era su nivel de dolor cuando empezó y cuál fue después de haber realizado la técnica. También puede registrar su nivel de actividad y estado de ánimo del día, lo que a su vez puede afectar el dolor. Introduzca estos datos regularmente.

Al hacerlo, podrá ver qué situaciones y técnicas son las que más le ayudan a abordar el dolor. Si bien puede hacer esta tabla usted mismo, también puede encontrar tablas prediseñadas en línea. Intente buscar “tabla de control del dolor” o “tabla de seguimiento del dolor”. También puede usar la tabla que se encuentra en las páginas 34 y 35 del folleto ASCO Answers: Manejo del dolor relacionado con el cáncer. O bien, si prefiere hacer el seguimiento de los síntomas en su teléfono, la aplicación gratuita Cancer.Net le permite registrar de forma segura la hora, la gravedad y otros detalles de los síntomas y efectos secundarios.

Preguntas para hacerle al equipo de atención de la salud

  • ¿Es probable que sienta dolor en algún momento durante el tratamiento contra el cáncer? De ser así, ¿cuándo?

  • ¿A quién debo informar cualquier dolor que presente? ¿Qué tan pronto?

  • ¿Qué técnicas de control del dolor recomienda?

  • ¿Qué formas de alivio del dolor sin medicamentos podrían ayudarme?

  • ¿Debo hablar con un especialista en cuidados paliativos, un terapeuta o un especialista en terapias complementarias como parte de mi control del dolor?

  • ¿Con quién debo comunicarme si el dolor persiste?

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