Cáncer de mama: Factores de riesgo y prevención

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 10/2022

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Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer. Aunque los factores de riesgo con frecuencia influyen en el desarrollo del cáncer, la mayoría no provoca cáncer de forma directa. Algunas personas con varios factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras personas sin factores de riesgo conocidos desarrollan cáncer. Conocer los factores de riesgo y hablar con el médico al respecto puede ayudarle a tomar decisiones más informadas sobre las opciones de estilo de vida y atención de la salud.

La mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos, lo que significa que se desarrollan a partir del daño a los genes de una persona que se produce por casualidad después del nacimiento. No existe riesgo de que la persona transmita este gen a sus hijos, ya que la causa subyacente del cáncer de mama esporádico es una combinación de exposiciones internas u hormonales, factores del estilo de vida, factores ambientales y fisiología normal, como la replicación del ADN.

Los casos de cáncer de mama hereditario son menos frecuentes, y representan alrededor del 10 % de los casos de cáncer. Los casos de cáncer de mama hereditario aparecen cuando se transmiten cambios genéticos, denominados “mutaciones” o “alteraciones”, dentro de una familia, de los padres al hijo. Muchas de estas mutaciones se encuentran en los genes de supresión de tumores, tales como el BRCA1, BRCA2 y PALB2. Normalmente, estos genes evitan que las células crezcan fuera de control y se transformen en cáncer. Pero cuando dichas células presentan una mutación, esto puede causar que se desarrollen sin control.

Al considerar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, es importante recordar que la inmensa mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no presentan factores de riesgo evidentes ni antecedentes familiares marcados de cáncer de mama. Múltiples factores de riesgo influyen en el desarrollo del cáncer de mama. Esto significa que todas las personas deben ser conscientes de los cambios en sus mamas. También deben hablar con su médico sobre recomendaciones para realizarse de forma regular exámenes de mamas con un médico y mamografías. Una mamografía es una radiografía de la mama que a menudo puede detectar un tumor que es demasiado pequeño para poder sentirlo.

Los siguientes factores pueden elevar el riesgo que tiene una persona de desarrollar cáncer de mama:

Edad. El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad y, en la mayoría de los casos, la enfermedad se desarrolla en mujeres de más de 50 años. La mediana de edad para desarrollar cáncer de mama es de 63 años.

Antecedentes personales de cáncer de mama. Una mujer que ha tenido cáncer en una mama presenta un riesgo más elevado de presentar un nuevo cáncer en la otra mama.

Antecedentes familiares de cáncer de mama. El cáncer de mama puede ser hereditario en cualquiera de estas situaciones:

  • A 1 o más mujeres se les diagnostica cáncer de mama a los 45 años o antes.

  • A 1 o más mujeres se les diagnostica cáncer de mama antes de los 50 años, con otros antecedentes familiares de cáncer, tales como cáncer de ovario, cáncer de próstata metastásico y cáncer de páncreas.

  • Hay cánceres de mama u ovario en múltiples generaciones en un lado de la familia, como tener una abuela y una tía por parte del padre a las que se les diagnosticaron uno de estos cánceres.

  • A una mujer en la familia se le diagnostica un segundo cáncer de mama en la misma o en la otra mama o tiene cáncer de mama y de ovario.

  • Un pariente se le diagnostica con cáncer de mama masculino (en inglés)

  • Tiene ascendencia judía asquenazi.

Es importante que hable con su médico si su familia ha experimentado alguna de las situaciones anteriores. Esto podría ser un signo de que su familia porta una mutación hereditaria del gen del cáncer de mama, como BRCA1 o BRCA2 (consulte “Riesgo heredado/predisposición genética” a continuación).

Al observar los antecedentes familiares, también es importante considerar el lado paterno de la familia. El lado paterno es igual de importante que el lado materno en la determinación del riesgo personal de desarrollar cáncer de mama.

Riesgo hereditario/predisposición genética. Existen varias mutaciones genéticas hereditarias vinculadas con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como otros tipos de cáncer. Los genes BRCA1 o BRCA2 son los genes conocidos más frecuentes vinculados con el cáncer de mama. Las mutaciones de estos genes se vinculan con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como otros tipos de cáncer.

El cáncer de mama masculino (en inglés), así como el riesgo de cáncer de próstata y otros cánceres, también aumenta si presenta mutaciones en 1 de estos genes. Obtenga más información sobre el cáncer de mama y ovario hereditario en una guía más detallada en este sitio web.

Otras mutaciones genéticas o afecciones hereditarias pueden aumentar el riesgo de una persona de tener cáncer de mama. Son mucho menos frecuentes que los genes BRCA1 o BRCA2 y no aumentan tanto el riesgo de cáncer de mama: Algunos de estos genes y síndromes son los siguientes:

También existen otros genes que pueden provocar un mayor riesgo de cáncer de mama. Es necesario realizar más investigaciones para comprender cómo aumentan el riesgo de una persona. Por ejemplo, una persona puede heredar una mutación del gen, pero no desarrollar cáncer de mama. Las investigaciones también siguen en curso para encontrar otros genes que puedan influir en el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Se pueden realizar pruebas genéticas (en inglés) mediante análisis de sangre para detectar mutaciones conocidas de los genes BRCA1 y BRCA2, y otros genes vinculados con otros síndromes hereditarios. Consulte a su médico si se recomiendan pruebas genéticas para usted. Es posible que su médico le recomiende una prueba denominada “prueba con paneles”. Una prueba con paneles examina las mutaciones de varios genes diferentes al mismo tiempo. Existen diferentes pruebas con paneles que puede recomendar su médico. Sin embargo, estas pruebas no se recomiendan para todos, y se recomienda que las personas reciban asesoramiento genético adecuado antes de someterse a las pruebas para asegurarse de que se realicen las pruebas correctas y para que comprendan los resultados de las pruebas.

También hay pruebas que una persona puede solicitar directamente a una empresa de pruebas que no requieren la orden de un médico. Por lo general, se hacen utilizando un kit enviado por correo. Si decide que se le realice una de estas pruebas, primero debe comentarlo con su médico, ya que algunas pruebas solo prueban un número limitado de genes. Esto significa que pueden proporcionar información incompleta, y es posible que necesite hacerse una prueba diferente para verificar todos los genes que pueden ser importantes para usted en función de sus antecedentes familiares. Además, es posible que necesite repetir las pruebas para confirmar que los resultados son correctos. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de las pruebas genéticas para el riesgo de cáncer.

Si una persona se entera de que tiene una mutación genética, puede haber pasos que puede seguir para disminuir el riesgo de cáncer de mama y ovario (consulte “Prevención” a continuación). Quizá necesite un programa de detección del cáncer de mama diferente al de la población general, como someterse a diferentes tipos de pruebas o comenzar las pruebas de detección a una edad más temprana. Además, pueden necesitar diferentes tipos de exámenes de detección para otros tipos de cáncer, como someterse a una colonoscopia a una edad más temprana para detectar el cáncer colorrectal.

Antecedentes personales de cáncer de ovario. Las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 pueden aumentar en gran medida el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y cáncer de mama. Por lo tanto, las personas con un diagnóstico de cáncer de ovario hereditario producto de una mutación del gen BRCA corren un mayor riesgo de también tener cáncer de mama. Las mujeres con cáncer de mama que no heredaron una mutación de los genes BRCA1 o BRCA2, por lo general, no tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de ovario.

Menstruación temprana y menopausia tardía. Si la menstruación empezó antes de los 11 o 12 años, o llegaron a la menopausia después de los 55 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto se debe a que las células mamarias están expuestas al estrógeno y a la progesterona durante un tiempo más prolongado. El estrógeno y la progesterona son hormonas que controlan el desarrollo de las características sexuales secundarias, como el desarrollo de las mamas, y del embarazo. La producción de estrógeno y de progesterona se reduce con la edad, con una pronunciada disminución cerca del período de la menopausia. La exposición más prolongada a estas hormonas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Edad o duración del embarazo. Tener un primer embarazo después de los 35 años o no haber tenido un embarazo a término genera más riesgo de padecer cáncer de mama. El embarazo puede ayudar a proteger contra el cáncer de mama porque empuja a las células mamarias hacia la última fase de maduración.

Terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El uso de la terapia hormonal con estrógeno y progestina después de la menopausia, a veces denominada “terapia hormonal posmenopáusica” o “terapia de reemplazo hormonal”, en los últimos 5 años o durante varios años, aumenta el riesgo de tener cáncer de mama. De hecho, la cantidad de diagnósticos nuevos de cáncer de mama se ha reducido sustancialmente debido al menor uso de terapia hormonal posmenopáusica. Sin embargo, las mujeres que han tomado solo estrógenos, sin haber recibido antes progestina, durante 5 años como máximo (porque se les ha extirpado el útero por otros motivos) parecen tener un riesgo ligeramente menor de padecer cáncer de mama.

Anticonceptivos orales o pastillas anticonceptivas. Algunos estudios sugieren que los anticonceptivos orales para evitar un embarazo aumentan levemente el riesgo de desarrollar cáncer de mama, mientras que otros no han mostrado relación entre el uso de anticonceptivos orales y el desarrollo de cáncer de mama. Este tema aún es objeto de investigación.

Raza y origen étnico. El cáncer de mama es el diagnóstico de cáncer más frecuente en las mujeres, a excepción del cáncer de piel, independientemente de la raza. Las mujeres de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres de raza negra, pero, entre las mujeres menores de 45 años, la enfermedad es más frecuente en las mujeres de raza negra que en las mujeres jóvenes de raza blanca. Las mujeres de raza negra también tienen más probabilidades de morir a causa de la enfermedad. Los motivos de las diferencias de supervivencia incluyen diferencias en la biología, otras afecciones de salud y factores socioeconómicos que afectan el acceso a la atención médica y su uso.

Las mujeres de herencia judía asquenazi o de Europa del Este también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama debido a que son más propensas a haber heredado una mutación del gen BRCA1. Es menos común que se diagnostique el cáncer de mama en mujeres hispánicas, isleñas asiáticas o del Pacífico y en mujeres nativas indígenas de América del Norte y de Alaska. Tanto las mujeres de raza negra como las hispánicas son más propensas a recibir un diagnóstico de tumores más grandes y de cáncer en una fase más avanzada que las mujeres de raza blanca. Sin embargo, las mujeres hispánicas en general tienen mejores tasas de supervivencia que las mujeres de raza blanca. Los diagnósticos de cáncer de mama han aumentado en la segunda generación de mujeres isleñas asiáticas y del Pacífico e hispánicas, por razones aún desconocidas. Sin embargo, el aumento probablemente se relacione con los cambios en la dieta y el estilo de vida asociados con la vida en los Estados Unidos.

Hiperplasia atípica de la mama. Este diagnóstico aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro. Se caracteriza por la presencia de células anormales, pero no cancerosas, que se encuentran en una biopsia (consulte Diagnóstico) de la mama.

Carcinoma lobular in situ (CLIS). El CLIS se refiere a células anormales que se encuentran en los lobulillos o las glándulas de la mama. No se considera un cáncer. Sin embargo, el CLIS en una mama aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo en cualquiera de las mamas en el futuro. Si se encuentra CLIS durante una biopsia (consulte Diagnóstico), se puede extirpar para verificar la presencia de otros cambios. Hable con el médico sobre la mejor manera de monitorear y tratar esta afección.

Densidad de la mama. Tener tejido mamario denso generalmente significa que usted tiene más glándulas mamarias, conductos de la leche y tejido de apoyo en la mama que tejido adiposo. El tejido mamario denso es una medida utilizada para describir las imágenes de mamografía en lugar de cómo se siente la mama. La densidad de las mamas generalmente disminuye con la edad. Tener tejido mamario denso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, el tejido mamario denso puede dificultar la detección de un tumor en las pruebas de imagen estándar, como la mamografía (consulte Diagnóstico). Algunos estados requieren que los resultados de la mamografía incluyan información sobre la densidad de la mama si los resultados muestran que una persona tiene tejido mamario denso. Sin embargo, en este momento, no existen pautas especiales de detección para las personas con mamas densas.

Factores del estilo de vida. Al igual que con otros tipos de cáncer, los estudios continúan mostrando que diversos factores del estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de mama.

  • Peso. Estudios recientes han demostrado que las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama. También existe un mayor riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento.

  • Actividad física. La disminución de la actividad física se asocia con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y con un riesgo mayor de que el cáncer reaparezca después del tratamiento.

  • Alcohol. La investigación actual sugiere que consumir más de 1 o 2 bebidas alcohólicas por día —lo que incluye cerveza, vino y licor— aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Se recomienda limitar su ingesta de alcohol a 3 o 4 bebidas por semana.

  • Alimentos. No hay una investigación confiable que confirme que comer o evitar determinados alimentos aumente el riesgo de desarrollar cáncer de mama o de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Sin embargo, comer más frutas y verduras y menos grasas animales está relacionado con muchos beneficios para la salud, incluida una leve disminución del riesgo de cáncer de mama.

Factores socioeconómicos. Las mujeres más adineradas de todos los grupos raciales y étnicos tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres menos adineradas de los mismos grupos. Estas diferencias pueden deberse a variaciones en la dieta, factores de embarazo —como la edad al momento del primer embarazo y la cantidad de embarazos— y otros factores de riesgo. Las mujeres que viven en la pobreza tienen más probabilidades de recibir un diagnóstico en un estadio avanzado y menos probabilidades de sobrevivir a la enfermedad que las mujeres más adineradas. Esto se debe posiblemente a múltiples factores, entre ellos factores relacionados con el estilo de vida y otras afecciones de salud como la obesidad y la biología del tumor. El acceso a la atención médica y la disponibilidad de tratamiento cumplen roles adicionales.

Exposición a la radiación a temprana edad. La exposición a radiación ionizante a edades tempranas puede aumentar el riesgo de que la mujer contraiga cáncer de mama. Por ejemplo, la radiación terapéutica en el tórax por linfoma de Hodgkin puede aumentar el riesgo de cáncer de mama en ambas mamas.

La cantidad mínima de radiación que recibe una persona durante una mamografía no se ha asociado con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Comprender su riesgo de desarrollar cáncer de mama

Se han desarrollado diversas herramientas de evaluación del riesgo de cáncer de mama para ayudar a que las personas calculen sus probabilidades de desarrollar cáncer de mama. La herramienta mejor estudiada es el modelo de Gail, que se encuentra disponible en el sitio web del Instituto Nacional del Cáncer en www.cancer.gov/bcrisktool (en inglés). Después de introducir determinada información personal y familiar, que incluye la raza/el origen étnico, la herramienta proporciona un cálculo a los 5 años y de por vida del riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo. Debido a que solo pide información sobre el cáncer de mama en familiares de primer grado y no incluye las edades en el momento del diagnóstico, la herramienta es más adecuada para calcular el riesgo en personas que no tienen un gran riesgo de cáncer de mama hereditario. Además, las pacientes con antecedentes personales de cáncer de mama no pueden usarla para determinar su riesgo de desarrollar un nuevo cáncer de mama. En el caso de las personas con antecedentes personales de cáncer de mama o antecedentes familiares marcados de cáncer de mama, otras formas de determinar su riesgo de cáncer de mama pueden funcionar mejor. Las personas con antecedentes familiares marcados de riesgo de cáncer de mama deberían plantearse hablar con un asesor genético.

Es importante que hable con el médico sobre cómo determinar su riesgo de desarrollar cáncer de mama y analizar opciones de prevención o reducción de riesgos (consulte a continuación).

Prevención

Diferentes factores producen distintos tipos de cáncer. Los investigadores continúan estudiando los factores que provocan el cáncer de mama y las formas de prevenirlo. Aunque no existe una forma comprobada de prevenir por completo el cáncer de mama, tal vez usted pueda reducir el riesgo.

Para las personas que tienen mayor riesgo, las siguientes opciones podrían ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama. Hable con su equipo de atención de la salud para obtener más información sobre su riesgo personal de presentar cáncer de mama.

Opciones del estilo de vida para reducir el riesgo de cáncer

Una forma de reducir el riesgo de cáncer de mama es realizar actividad física habitual. Los estudios sugieren que entre 30 y 60 minutos por día de actividad física con una intensidad de moderada a alta se relacionan con un menor riesgo de cáncer de mama. Otras formas de reducir el riesgo incluyen mantenerse en un peso saludable y evitar el uso de píldoras anticonceptivas orales o terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El amamantamiento también puede reducir el riesgo de cáncer de mama. Obtenga información sobre más opciones de estilos de vida que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Cirugía para reducir el riesgo de cáncer

Cuando se presentan mutaciones de los genes BRCA1 o BRCA2, que aumentan considerablemente el riesgo del cáncer de mama, puede considerarse la extirpación preventiva de las mamas. Este procedimiento se denomina “mastectomía profiláctica”. Parece reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama en, al menos, un 90 % a un 95 %. Las personas con estas mutaciones genéticas también deben considerar la posibilidad de realizarse la extirpación preventiva de los ovarios y las trompas de Falopio, lo que se denomina “salpingo ooforectomía profiláctica”. Este procedimiento puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y posiblemente cáncer de mama, ya que impide que los ovarios produzcan estrógeno. Es importante que hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios físicos y emocionales cuando considere la posibilidad de someterse a estos procedimientos.

Fármacos para disminuir el riesgo de cáncer

Si presenta un riesgo mayor al habitual de desarrollar cáncer de mama, considere hablar con su médico sobre los fármacos que podrían ayudar a prevenir el cáncer de mama. Este enfoque también se denomina “quimioprevención”. En el caso del cáncer de mama, se trata del uso de fármacos de bloqueo hormonal para reducir el riesgo de cáncer.

  • Tamoxifeno (disponible como fármaco genérico). El tamoxifeno es un tipo de fármaco denominado “modulador selectivo del receptor de estrógenos” (MSRE). Se utiliza a menudo como tratamiento para el cáncer de mama para las personas que ya tienen la enfermedad. El tamoxifeno bloquea los efectos del estrógeno en el crecimiento tumoral.

    El tamoxifeno puede ser una opción para ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama, específicamente el cáncer de mama RE positivo, en las mujeres de 35 años o más. Las investigaciones han demostrado que también puede ser eficaz para reducir el riesgo de cáncer de mama y provocar efectos secundarios mínimos en las mujeres con cáncer de mama no invasivo (también denominado “carcinoma ductal in situ” o “CDIS”) o una afección precancerosa de mama denominada “hiperplasia atípica de mama”. No se recomienda para quienes tienen antecedentes de coágulos de sangre, accidente cerebrovascular o que estén inmovilizadas (incapaz de moverse) durante mucho tiempo. Tampoco se recomienda durante el embarazo, si está intentando quedar embarazada o si está amamantando. Los efectos secundarios del tamoxifeno pueden incluir sofocos, secreción vaginal, efectos secundarios sexuales, cambios de humor y un mayor riesgo de desarrollar cáncer uterino, coágulos de sangre y accidente cerebrovascular.

  • Raloxifeno (disponible como fármaco genérico). El raloxifeno también es un MSRE. Se utiliza a menudo para prevenir la osteoporosis (debilitamiento de los huesos) después de la menopausia.

    El raloxifeno puede ser una opción después de los 35 años cuando existe un mayor riesgo de cáncer de mama y después de menopausia. El raloxifeno puede utilizarse durante más de 5 años y puede reducir el riesgo de pérdida ósea además de reducir el riesgo de cáncer de mama. No se recomienda para mujeres que no hayan pasado por la menopausia o que tengan antecedentes de coágulos de sangre, accidente cerebrovascular o que lleven mucho tiempo inmovilizados.

    Los efectos secundarios del raloxifeno podrían incluir bochornos, calambres de las piernas, inflamación de las piernas y brazos, aumento de peso, accidente cerebrovascular, coágulos de sangre, sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales. Las mujeres que toman raloxifeno tienen menos probabilidades de desarrollar coágulos de sangre, problemas uterinos y cataratas que las personas que toman tamoxifeno.

  • Inhibidores de la aromatasa (IA). Los IA reducen la cantidad de estrógeno en el cuerpo bloqueando la producción de estrógenos. Hay 3 IA que pueden ser opciones para reducir el riesgo de cáncer de mama después de la menopausia y cuando hay un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama: exemestano (Aromasin), anastrozol (Arimidex) y letrozol (Femara). Si bien solo están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU. para su uso en el tratamiento para el cáncer de mama y no en el entorno de reducción de riesgos, los ensayos clínicos aleatorizados de gran tamaño han demostrado que estos fármacos son eficaces para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Consulte a su médico acerca de si los IA podrían ser adecuados para usted. Los IA pueden utilizarse como alternativa al tamoxifeno en mujeres con un mayor riesgo de cáncer de mama y que han pasado por la menopausia. Los IA no se usan para tratar mujeres que no han pasado por la menopausia y no suelen estar recomendados para mujeres con osteoporosis.

    Los efectos secundarios de los IA pueden incluir bochornos, fatiga, dificultad para dormir, diarrea, dolor articular y muscular, sequedad vaginal y pérdida ósea.

Esta información se basa en las recomendaciones de la American Society of Clinical Oncology sobre el uso de terapia endocrina para la reducción del riesgo de cáncer de mama (en inglés). Tenga en cuenta que este enlace lo llevará a otro sitio web de la American Society of Clinical Oncology.

La siguiente sección de esta guía es Detección. Esta explica cómo las pruebas pueden detectar el cáncer de mama en un estadio temprano antes de que aparezcan signos o síntomas. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.