Linfoma no Hodgkin: Diagnóstico

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 03/2021

EN ESTA PÁGINA: encontrará una lista de las pruebas, los procedimientos y las exploraciones frecuentes que los médicos usan para averiguar la causa de un problema médico. Use el menú para ver otras páginas.

Los médicos realizan muchas pruebas para detectar o diagnosticar el cáncer. También llevan a cabo pruebas para averiguar qué partes del cuerpo están afectadas por el cáncer. Como el sistema linfático se encuentra en todo el organismo, todo órgano linfático puede verse afectado por el LNH. Las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden mostrar imágenes del interior del cuerpo y ayudar a los médicos a hallar las zonas que podrían estar afectadas por el cáncer. Los médicos también pueden hacer pruebas para determinar qué tratamientos podrían funcionar mejor.

En la mayor parte de los tipos de cáncer, una biopsia es la única manera segura para que el médico determine si un área determinada del cuerpo tiene cáncer. Durante la biopsia, el médico toma una pequeña muestra de tejido para hacerle pruebas en un laboratorio. Si no se puede realizar una biopsia, el médico puede sugerir que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico.

Cómo se diagnostica el LNH

Se usan muchas pruebas para diagnosticar el LNH. No todas las pruebas mencionadas a continuación se utilizarán para todas las personas. Su médico puede considerar estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

  • Tipo de linfoma que se sospecha

  • Sus signos y síntomas

  • Su edad y afección médica

  • Los resultados de pruebas médicas anteriores

A fin de determinar si una persona padece de LNH, el médico primero obtendrá los antecedentes médicos completos. Este también realizará un examen físico y prestará atención especial a los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo. El médico también buscará signos de una infección que pueda causar la hinchazón de los ganglios linfáticos y podría recetar un antibiótico. Si la hinchazón de los ganglios linfáticos persiste después del tratamiento con antibiótico, es posible que la causa no sea una infección. Si el médico sospecha la presencia de un linfoma, recomendará una biopsia, así como análisis de laboratorio y pruebas por imágenes.

Además del examen físico, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar y manejar el LNH:

  • Biopsia. Una biopsia es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para examinarlo a través de un microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo y determinar el subtipo. Este tejido puede extraerse mediante una aguja gruesa (una biopsia core) o cirugía. Para diagnosticar el linfoma, generalmente se extrae tejido de los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello, debajo de un brazo o en la ingle. También puede realizarse una biopsia del tórax o el abdomen con una aguja delgada durante una tomografía computarizada (TC) (consulte a continuación) o una ecografía (consulte a continuación), o del estómago o los intestinos durante una endoscopia. La endoscopia es una prueba que permite que el médico observe el interior del cuerpo con un tubo delgado, flexible e iluminado. Es posible que también sea necesario realizar una biopsia de la piel, según el subtipo de linfoma que se sospecha.

    Contar con suficiente tejido en la muestra para biopsia es muy importante para formular el diagnóstico. Las biopsias se pueden realizar con aguja, como una biopsia core o una aspiración con aguja fina, o mediante una biopsia quirúrgica. Un patólogo o un hematopatólogo con experiencia en el diagnóstico de linfomas analiza las muestras. Un patólogo es un médico que se especializa en interpretar pruebas de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades. Un hematopatólogo es un patólogo que cuenta con una formación adicional en el diagnóstico del cáncer de la sangre. Debido a que existen muchos subtipos de linfomas y debido a que algunos de estos subtipos son poco frecuentes o raros, puede ser útil buscar una segunda opinión que incluya una revisión de hematopatología formal de las biopsias de tejido anteriores.

  • Exploración por tomografía computarizada (TC). Una exploración por TC crea una imagen del interior del cuerpo utilizando rayos X que se toman desde diferentes ángulos. Una computadora combina estas imágenes en una vista detallada tridimensional que muestra cualquier anormalidad o tumores. Se puede usar una exploración por TC para medir el tamaño del tumor. En ocasiones, antes de la exploración se administra un tinte especial denominado medio de contraste, a fin de obtener mejores detalles en la imagen. Este tinte se puede inyectar en una vena del paciente, administrarse en forma de líquido para tragar, o las dos. Un médico que se especializa en realizar pruebas por imágenes para diagnosticar enfermedades, llamado radiólogo, interpreta las TC. La TC del pecho, el abdomen y la pelvis puede ayudar a detectar un cáncer que se ha diseminado a los pulmones, los ganglios linfáticos y el bazo y el hígado.

  • Resonancia magnética (RM). Una RM usa campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Una RM se puede usar para medir el tamaño del tumor. Se administra un tinte especial denominado medio de contraste antes de la exploración, a fin de crear una imagen más clara. Este tinte puede inyectarse en una vena del paciente. Un radiólogo interpreta la imagen.

  • Exploración por tomografía por emisión de positrones (TEP) o TEP-TC. Una TEP generalmente se combina con una exploración por TC (consulte más arriba), lo cual se denomina una exploración por TEP-TC. Sin embargo, es posible que escuche al médico referirse a este procedimiento como simplemente una exploración por TEP. La exploración por TEP es una forma de crear imágenes de los órganos y los tejidos internos del cuerpo. Se inyecta en el cuerpo del paciente una pequeña cantidad de una sustancia azucarada radiactiva. Esta sustancia azucarada es absorbida por las células que usan la mayor cantidad de energía. Debido a que el cáncer tiende a utilizar energía de manera activa, esta sustancia absorbe una cantidad mayor de la sustancia radioactiva. Luego, un escáner detecta esta sustancia para generar imágenes del interior del cuerpo. Un médico especialista en medicina nuclear interpreta la imagen. Un médico puede usar esta técnica para observar tanto la estructura del tumor como la cantidad de energía que absorben el tumor y los tejidos sanos. Si después de 1 o más pruebas por imágenes, el médico decide que es posible que el linfoma esté afectando la médula ósea, es posible que este recomiende que se realice una biopsia de médula ósea.

  • Aspiración y biopsia de médula ósea. Estos 2 procedimientos son similares y suelen realizarse al mismo tiempo para examinar la médula ósea. La médula ósea tiene una parte sólida y una líquida. En la aspiración de médula ósea se extrae una muestra del líquido con una aguja. La biopsia de médula ósea consiste en la extirpación de un pequeño cilindro de tejido sólido con una aguja.

    Luego, un patólogo o hematopatólogo analiza las muestras. Un hematopatólogo es un patólogo con formación especializada en linfoma, leucemia y otros tipos de cáncer de la sangre. Un lugar frecuente para realizar una aspiración de médula ósea y una biopsia es el hueso pélvico, el cual está ubicado en la región lumbar junto a la cadera. Antes de esta intervención, se anestesia la piel de dicha área con medicamentos. El paciente también puede recibir otros tipos de anestesias para bloquear la sensibilidad al dolor.

    A menudo, el linfoma se disemina a la médula ósea; por lo tanto, observar una muestra de médula ósea puede ser importante para el diagnóstico del linfoma y la determinación de su estadio. El médico también puede usar la muestra retirada durante la aspiración para hallar cualquier cambio cromosomático.

  • Pruebas de biomarcadores del tumor. Es posible que el médico recomiende realizar análisis de laboratorio en una muestra tumoral y/o de médula ósea, a fin de identificar genes específicos, proteínas y otros factores específicos de la enfermedad. Esto también se puede llamar pruebas moleculares. Los resultados de estas pruebas ayudarán a decidir sus opciones de tratamiento. Existen varios tipos de pruebas moleculares y genéticas:

    • La citogenética detecta cambios específicos al cáncer en el número o la estructura de los cromosomas.

    • La hibridación fluorescente in situ (FISH, por sus siglas en inglés) utiliza sondas fluorescentes bajo un microscopio especial para detectar cambios cromosómicos específicos del cáncer que pueden no verse mediante citogenética.

    • La citometría de flujo analiza las proteínas que se encuentran en la superficie o dentro de una célula cancerosa.

    • La inmunohistoquímica es un proceso de tinción especial que observa las proteínas de la superficie de la célula cancerosa o de su interior.

    • La reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) detecta secuencias específicas del ADN que ocurren en algunos tipos de cáncer.

    • La secuenciación de genes/perfil molecular encuentra cambios específicos del cáncer en la secuencia de ADN de los genes en las células cancerosas. Los recientes avances en la tecnología de secuenciación, a menudo denominados secuenciación de nueva generación, permiten analizar muchos genes a partir de una sola muestra.

Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, su médico revisará los resultados con usted. Si el diagnóstico es LNH, estos resultados también ayudan a que el médico describa el subtipo y el estadio del LNH.

La siguiente sección ayuda a explicar los diferentes subtipos de LNH que se pueden diagnosticar. Puede usar el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.