Acumulación de líquido o linfedema

Approved by the Cancer.Net Editorial Board, 08/2017

El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a una obstrucción en el sistema linfático. El sistema linfático ayuda a combatir infecciones y otras enfermedades transportando la linfa a través del cuerpo. La linfa es un líquido incoloro que contiene glóbulos blancos. La linfa también se denomina líquido linfático.

La linfa se traslada a través del cuerpo utilizando una red de tubos delgados llamados vasos. Pequeñas glándulas denominadas ganglios linfáticos filtran las bacterias y otras sustancias perjudiciales fuera de este líquido. Sin embargo, cuando los ganglios linfáticos se extirpan o dañan, el líquido linfático se acumula en los tejidos circundantes y hace que se hinchen.

Con mayor frecuencia, el linfedema afecta los brazos y las piernas. Es más frecuente en las personas que han recibido tratamiento para el cáncer de mama o cánceres que afectan las vías urinarias, la vejiga, los riñones, la próstata, los testículos o el pene. En personas que reciben tratamiento para el cáncer en la región de la cabeza y el cuello, el lugar más común donde se desarrolla el linfedema es el cuello. Sin embargo, también puede presentarse debajo del mentón, en la cara y, con menos frecuencia, dentro de la boca. El linfedema puede desarrollarse de inmediato después de una cirugía o radioterapia, o puede ocurrir meses o hasta años después de finalizado el tratamiento para el cáncer.

Síntomas del linfedema

Las personas con linfedema en el brazo o la pierna pueden tener los siguientes síntomas:

  • Hinchazón que comienza en el brazo o la pierna.

  • Sensación de pesadez en el brazo o la pierna.

  • Debilidad o disminución de la flexibilidad.

  • Los anillos, los relojes o la ropa se sienten muy ajustados.

  • Molestias o dolor.

  • Tensión, brillo, calor o enrojecimiento en la piel.

  • Piel endurecida o piel que no se hunde en absoluto cuando se le aplica presión.

  • Engrosamiento de la piel.

  • Apariencia de piel de naranja (hinchazón con pequeños hoyuelos).

  • Pequeñas ampollas que supuran un líquido transparente.

Los síntomas de linfedema de la cabeza y el cuello incluyen:

  • Hinchazón de los ojos, la cara, los labios, el cuello o el área debajo del mentón.

  • Molestias o tensión en cualquiera de las áreas afectadas.

  • Dificultad para mover el cuello, la mandíbula o los hombros.

  • Formación de cicatrices (fibrosis) en la piel del cuello y del rostro.

  • Disminución de la visión debido a la hinchazón de los párpados.

  • Dificultad para tragar, hablar o respirar.

  • Babeo o pérdida de comida de la boca mientras come.

  • Congestión nasal o dolor duradero en el oído medio, si la hinchazón es grave.

Los síntomas de linfedema pueden comenzar en forma lenta y no siempre son fáciles de detectar. A veces los únicos síntomas pueden ser pesadez o dolor en un brazo o una pierna. Otras veces, el linfedema puede comenzar más súbitamente. Si presenta algún síntoma de linfedema, hable con su médico lo antes posible. Necesitará aprender cómo manejar los síntomas para que no empeoren. Debido a que la hinchazón a veces es un signo de cáncer, también es importante que vea a su médico para asegurarse de que el cáncer no haya reaparecido.

Causas del linfedema

Por lo general, el linfedema es un efecto secundario a largo plazo predecible de algunos tratamientos para el cáncer. Las causas más frecuentes del linfedema en sobrevivientes del cáncer incluyen:

  • Cirugía en la que se extirparon los ganglios linfáticos. Por ejemplo, la cirugía para el cáncer de mama a menudo implica la extirpación de 1 o más de los ganglios linfáticos debajo del brazo para verificar la presencia de cáncer. Esto puede provocar linfedema en el brazo.

  • Radioterapia u otras causas de inflamación o formación de cicatrices en los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos.

  • Obstrucción de los ganglios linfáticos y/o los vasos linfáticos por el cáncer.

El riesgo de linfedema aumenta con la cantidad de ganglios linfáticos y vasos linfáticos que se extirparon o dañaron durante el tratamiento para el cáncer o las biopsias. A veces el linfedema no está relacionado con el cáncer o su tratamiento. Por ejemplo, una infección bacteriana o micótica u otra enfermedad que compromete al sistema linfático puede causar este problema.

Diagnóstico de linfedema

Un médico a menudo puede identificar el linfedema examinando el área afectada. Pero, a veces, recomendará pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico, elaborar un plan de tratamiento o descartar otras causas de los síntomas. Estas pruebas pueden incluir:

  • Medición de la parte afectada del cuerpo con una cinta métrica para controlar la hinchazón.

  • Sumergir el brazo o la pierna afectados en un tanque de agua para calcular el volumen de líquido acumulado.

  • Crear una imagen del sistema linfático con un método por imágenes denominado linfocintigrafía. Aunque se trata de una prueba confiable, no se usa con mucha frecuencia.

  • Controlar la circulación del líquido a través del sistema linfático mediante un ultrasonido. Esta prueba por imágenes utiliza ondas de sonido para crear una imagen del interior del cuerpo.

  • Realizarse una exploración por tomografía computarizada (en inglés) o imágenes por resonancia magnética (en inglés). Estas pruebas permiten mostrar el patrón del drenaje linfático y si un tumor u otra masa está obstruyendo la circulación del sistema linfático. Sin embargo, los médicos en general no usan exploraciones por CT y por MRI para diagnosticar linfedema, a menos que estén preocupados acerca de una posible recurrencia del cáncer.

  • Usar otras herramientas para diagnosticar el linfedema. Estas incluyen perometría, la cual usa rayos de luz infrarroja, o una espectroscopia de bioimpedancia, la cual mide las corrientes eléctricas que circulan por los tejidos del cuerpo.

También es importante asegurarse de que no sea otra enfermedad la que esté generando la hinchazón. Su médico puede realizar otras pruebas para descartar la presencia de enfermedad cardíaca, coágulos sanguíneos, infección, insuficiencia hepática o renal, o una reacción alérgica.

Estadios del linfedema

Los médicos describen al linfedema según su estadio, de leve a grave:

Estadio 0. La hinchazón aún no es visible aunque ya se ha producido un daño al sistema linfático. La mayoría de las personas no presentan ningún síntoma en este estadio. Y pueden pasar meses o hasta años antes de que ocurra la hinchazón.

Estadio I. La piel se hunde cuando se ejerce presión y no hay evidencia visible de formación de cicatrices. Levantar la extremidad afectada a menudo ayuda a reducir la hinchazón.

Estadio II. La piel no se hunde cuando se ejerce presión y hay formación de cicatrices de moderada a grave. Levantar la extremidad afectada no ayuda a reducir la hinchazón.

Estadio III. La piel se endureció, la zona del cuerpo afectada se hinchó de tamaño y de volumen, y la piel cambió de textura. El linfedema de Estadio III es permanente.

Cómo manejar y tratar el linfedema

El alivio de los efectos secundarios es un aspecto importante de la atención y el tratamiento para el cáncer. Esto se denomina cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Hable con un integrante de su equipo de atención médica sobre cualquier síntoma de linfedema que tenga. Asegúrese de mencionar cualquier síntoma nuevo o un cambio en sus síntomas.

Tratamientos del linfedema:

  • Reducir la hinchazón

  • Evitar que esta empeore

  • Prevenir infecciones

  • Mejorar el aspecto de la parte del cuerpo afectada

  • Mejorar la capacidad funcional de la persona

Aunque el tratamiento puede ayudar a controlar el linfedema, actualmente no tiene una cura. Su médico podría recomendarle un terapeuta especialista en linfedema certificado (certified lymphedema therapist, CLT). Un CLT es un profesional médico que se especializa en tratar el linfedema. El terapeuta puede evaluar su afección y desarrollar un plan de tratamiento, que puede incluir:

  • Drenaje linfático manual (manual lymphatic drainage, MLD). El MLD es una técnica especializada en la que se realizan masajes suaves en la piel. Ayuda a que el líquido linfático obstruido drene adecuadamente hacia el torrente sanguíneo y pueda reducir la hinchazón. Para obtener mejores resultados, debe comenzar tratamientos de MLD lo más próximo posible del inicio del linfedema. Un integrante de su equipo de atención médica puede derivarle a un CLT capacitado en esta técnica.

  • Ejercicio. Generalmente, hacer ejercicio mejora la circulación del sistema linfático y fortalece los músculos. Un terapeuta especialista en linfedema puede mostrarle ejercicios específicos que mejorarán su amplitud de movimiento. Pregunte a su médico o terapeuta cuándo puede comenzar a hacer ejercicio y qué ejercicios son los apropiados para usted.

  • Compresión. Los vendajes no elásticos y las prendas de compresión, como mangas elásticas, ejercen una presión suave en el área afectada. Esto ayuda a evitar la hinchazón y que se vuelva a acumular líquido después de la terapia descongestiva (vea a continuación). Hay varias opciones, según la ubicación del linfedema. Todos los dispositivos de compresión aplican mayor presión cuanto más alejados estén del centro del cuerpo y menos presión cuanto más cerca estén del centro del cuerpo. Las prendas de compresión deben calzar en forma adecuada y se deben reemplazar cada 3 a 6 meses.

  • Terapia descongestiva completa (complete decongestive therapy, CDT). También se conoce como terapia descongestiva compleja. Combina cuidado de la piel, drenaje linfático manual, ejercicio y compresión. Un médico especialista en linfedema o un CLT deben ser quienes realicen la CDT. El terapeuta también le dirá cómo realizar las técnicas necesarias usted mismo en su hogar y le dirá con qué frecuencia aplicarlas. Pídale a su médico que le derive.

  • Cuidado de la piel. El linfedema puede aumentar el riesgo de infección. Por lo tanto, es importante mantener el área afectada limpia, humectada y sana. Aplique crema humectante todos los días para evitar la piel agrietada. Evite cortes, quemaduras, pinchazos con agujas u otras lesiones en el área afectada. Si se afeita, use una afeitadora eléctrica para reducir las posibilidades de cortarse la piel. Cuando esté al aire libre, use pantalla solar de amplio espectro que proteja contra la radiación ultravioleta alfa (UVA) y beta (UVB), y que tenga un factor de protección solar (sun protection factor, SPF) mínimo de 30. Si efectivamente se corta o se quema, lávese el área lesionada con agua y jabón, y use una crema antibiótica, según las indicaciones de su equipo de atención médica.

  • Elevación. Mantener la extremidad afectada elevada ayuda a reducir la hinchazón y ayuda a drenar el líquido a través del sistema linfático. Sin embargo, con frecuencia no resulta práctico mantener la extremidad en una posición elevada por mucho tiempo.

  • Tratamientos con láser de baja potencia (low level laser treatment, LLLT). Una pequeña cantidad de ensayos clínicos han detectado que el LLLT podría aliviar en cierta forma el linfedema luego de la extirpación de la mama, especialmente en los brazos.

  • Medicamentos. Su médico puede recetarle antibióticos para tratar infecciones o fármacos para aliviar el dolor cuando sea necesario.

  • Fisioterapia. Si tiene problemas para tragar u otras dificultades derivadas del linfedema de la cabeza y el cuello, es posible que necesite realizar fisioterapia.

Cómo reducir el riesgo de desarrollar linfedema

La investigación continúa buscando factores que causan el linfedema y lo que las personas pueden hacer para reducir su riesgo personal. Hable con su médico si le preocupa desarrollar linfedema. Además, pruebe los siguientes consejos:

  • Mantenga un peso saludable. Si tiene sobrepeso, tome medidas positivas para manejar su peso después de un diagnóstico de cáncer. Esto puede ayudar a reducir su riesgo de desarrollar linfedema.

  • Cambie de posición. Evite estar de pie o sentado durante largos períodos de tiempo. No cruce las piernas cuando esté sentado. Apóyese en almohadas cuando esté en la cama. Una posición derecha mejora el drenaje linfático.

  • Use ropa suelta. Si tiene riesgo de desarrollar linfedema de la cabeza y el cuello, no use prendas con escote ajustado. Quienes tienen riesgo de desarrollar linfedema de piernas, deben protegerse los pies usando calzado cerrado. Evite usar chancletas y sandalias. Quienes tienen riesgo de desarrollar linfedema de brazos, deben evitar usar prendas y alhajas ajustadas que les pinchen o pellizquen el brazo o la mano, como lo hace una manga o una pulsera ajustada. Esto puede provocar la acumulación de líquido.

  • Limite el tiempo de exposición al calor o frío extremos. Evite los saunas o jacuzzis. Limite las duchas calientes a menos de 15 minutos. No se aplique almohadillas térmicas ni hielo en las áreas hinchadas.
  • Sepa cuándo buscar atención médica. Llame a su equipo de atención médica si presenta alguno de los siguientes signos de infección (en inglés):

    • Temperatura mayor de 100.5 grados Fahrenheit (F) o 38 grados Celsius (C).

    • Piel caliente al tacto.

    • Enrojecimiento de la piel, hinchazón o dolor.

Recursos relacionados

Temor a los efectos secundarios relacionados con el tratamiento (en inglés)

Sobrevivencia

Podcasts de Cancer.Net: Hinchazón de piernas luego del tratamiento para el cáncer (en inglés) y Perspectivas de los pacientes y expertos sobre el linfedema (en inglés)

Efectos secundarios de la cirugía

Más información

Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute): Linfedema