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Cáncer de testículo - Introducción

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará información básica sobre esta enfermedad y las partes del cuerpo que puede afectar. Esta es la primera página de la Guía para el cáncer de testículo de Cancer.Net. Use el menú para ver otras páginas. Piense en ese menú como un mapa para recorrer la guía completa.

El cáncer de testículo se origina cuando las células sanas en un testículo cambian y proliferan sin control, y forman una masa llamada tumor. Un tumor canceroso es maligno, lo cual significa que puede diseminarse a otras partes del cuerpo.

Otro nombre para el cáncer de testículo es cáncer testicular.

Acerca de los testículos

Los testículos forman parte del sistema reproductor del hombre. Normalmente, hay 2 testículos que se encuentran debajo del pene, en una bolsa similar a un saco, denominada escroto. También pueden denominarse gónadas. Los testículos producen espermatozoides y testosterona. La testosterona es una hormona que cumple una función en el desarrollo de los órganos reproductores del hombre y otras características masculinas.

Acerca del cáncer de testículo

La mayoría de los tipos de cáncer de testículo se desarrollan en las células productoras de espermatozoides, conocidas como células germinales, y se los denomina tumores de células germinales. Los tumores de células germinales pueden comenzar en varias partes del cuerpo:

  • los testículos, que es la ubicación más frecuente

  • la parte posterior del abdomen cerca de la columna vertebral, denominada retroperitoneo

  • la parte central de tórax entre los pulmones, que se denomina mediastino

  • la parte inferior de la columna vertebral

  • una pequeña glándula en el cerebro, denominada glándula pineal, aunque es raro

El cáncer de testículo casi siempre es curable si se detecta en forma precoz y, por lo general, es curable incluso cuando se detecta en un estadio más avanzado.

Tipos de cáncer de testículo

Hay 2 categorías principales de tumores de células germinales que comienzan en los testículos.

  • Seminoma. Un tumor solo se denomina seminoma si es 100% seminomatoso. Esto significa que el cáncer no incluye ninguno de los tipos de tumores que se enumeran a continuación.

  • No seminoma. Un tumor no seminomatoso contiene al menos 1 de los siguientes tipos de tumor:

    • Coriocarcinoma

    • Carcinoma embrionario

    • Tumor de saco vitelino

    • Teratoma

Cada uno de estos puede ocurrir solo o en combinación. La mayoría de los tumores no seminomatosos son una combinación de al menos 2 subtipos diferentes de tumores de células germinales. Los tumores no seminomatosos también pueden ser parcialmente seminomatosos en cualquier porcentaje inferior al 100%. Por ejemplo, un tumor que es 99% seminomatoso y 1% tumor de saco vitelino aún se diagnostica y trata como un tumor no seminomatoso.

Generalmente, los tumores no seminomatosos tienden a crecer y diseminarse más rápidamente que los seminomatosos, pero el diagnóstico y tratamiento rápidos son importantes para ambos tipos de tumores.

Otros tipos de tumores testiculares menos frecuentes incluyen:

  • Tumor de células de Leydig

  • Tumor de células de Sertoli

  • Carcinoma de la rete testis, que es una parte de los testículos

  • Linfoma testicular

Este artículo solo proporciona información acerca de los tumores de testículo seminomatosos y no seminomatosos en ellos que han llegado a la pubertad. El cáncer de testículo es poco frecuente en niños que aún no han llegado a la pubertad. El cáncer de testículo pediátrico, que ocurre antes de la pubertad, se trata de manera diferente que el cáncer que se desarrolla después de la pubertad en adolescentes y adultos.

Otros tipos de cáncer, como el linfoma y la leucemia, algunas veces se diseminan a los testículos. Para obtener más información sobre el cáncer que se originó en otra parte del cuerpo y se diseminó a los testículos, lea acerca de ese tipo de cáncer específico.

La siguiente sección de esta guía es Estadísticas. Ayuda a explicar la cantidad de personas que reciben un diagnóstico de cáncer de testículo y las tasas de supervivencia generales. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Estadísticas

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 03/2023

EN ESTA PÁGINA: Encontrará información sobre la cantidad estimada de personas a las que se les diagnosticará cáncer de testículo cada año. También leerá información general sobre la supervivencia a la enfermedad. Recuerde que las tasas de supervivencia dependen de varios factores y que no hay dos personas iguales con cáncer. Utilice el menú para ver otras páginas.

Cada persona es diferente, con distintos factores que influyen en el riesgo de que se le diagnostique este cáncer y en las posibilidades de recuperarse tras el diagnóstico. Es importante que hable con su médico sobre cualquier duda que tenga acerca de las estadísticas generales que se ofrecen a continuación y lo que pueden significar para usted en forma individual. Las fuentes originales de estas estadísticas figuran al final de esta página.  

¿A cuántas personas se les diagnostica cáncer de testículo?

En 2023, se calcula que en los Estados Unidos se diagnosticará a unas 9,190 personas con cáncer de testículo. Aproximadamente 1 de cada 250 hombres y niños será diagnosticado con la enfermedad durante su vida. En todo el mundo, se calcula que a unas 74,458 personas se les diagnosticó cáncer de testículo en 2020.

El cáncer de testículo es el cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres entre las edades de 20 y 34 años. En 2020, hubo un estimado de 3,000 casos nuevos de la enfermedad en los Estados Unidos entre personas de 20 a 29 años y 3,100 casos nuevos en los Estados Unidos entre personas de 30 a 39 años.

La edad promedio de diagnóstico es a los 33 años. Sin embargo, la enfermedad puede ocurrir a cualquier edad. Aproximadamente el 6 % de los casos se diagnostican en niños y adolescentes. Se estima que el 8 % de los casos se diagnostican en hombres 56 años o más.

Por motivos desconocidos, la cantidad de casos de cáncer de testículo ha aumentado durante muchas décadas. Sin embargo, el ritmo de aumento se ha desacelerado recientemente.

Se calcula que habrá 470 muertes debidas a esta enfermedad en los Estados Unidos en 2023. Estas muertas ocurren por el cáncer que se ha diseminado desde los testículos a otras partes del cuerpo y no pudo ser tratado eficazmente con quimioterapia, radioterapia o cirugía o por complicaciones del tratamiento. En 2020, se estima que 9,334 personas en todo el mundo murieron de cáncer de testículo.

¿Cuál es la tasa de supervivencia de cáncer de testículo?

Existen diferentes tipos de estadísticas que pueden ayudar a los médicos a evaluar las posibilidades de recuperación de una persona de cáncer de testículo. Estas se denominan estadísticas de supervivencia. Un tipo específico de estadística de supervivencia se denomina tasa de supervivencia relativa. A menudo se utiliza para predecir cómo el cáncer puede afectar la esperanza de vida. La tasa de supervivencia relativa se refiere a la probabilidad de que las personas con cáncer de testículo sobrevivan durante cierto tiempo tras el diagnóstico inicial o el inicio del tratamiento, en comparación con la supervivencia esperada de personas similares sin este tipo de cáncer. 

Ejemplo: Este es un ejemplo para ayudar a explicar lo que significa una tasa de supervivencia relativa. Tenga en cuenta que este es solo un ejemplo y no es específico de este tipo de cáncer.  Supongamos que la tasa de supervivencia relativa a 5 años de un tipo específico de cáncer es de 90 %. “Porcentaje” significa cuántos de cada 100. Imagine que hay 1000 personas sin cáncer y que, en función de su edad y otras características, se espera que 900 de las 1000 estén vivas dentro de 5 años. Imaginemos también que hay otras 1000 personas de edad y características similares a las primeras 1000, pero que todas ellas tienen un tipo específico de cáncer que tiene una tasa de supervivencia a 5 años de 90 %. Esto significa que se espera que 810 de las personas con el cáncer específico (el 90 % de 900) estén vivas en 5 años. 

Es importante recordar que las estadísticas sobre las tasas de supervivencia de las personas con cáncer de testículo son solo una estimación. No se le puede decir a una persona en forma individual si el cáncer acortará o no su vida. En su lugar, estas estadísticas describen tendencias en grupos de personas diagnosticadas previamente con la misma enfermedad, incluidos estadios específicos de la enfermedad.

La tasa de supervivencia relativa de cáncer de testículo a 5 años es del 95 %.

Las tasas de supervivencia para el cáncer de testículo varían en función de varios factores. Entre ellos se incluyen el estadio del cáncer, la edad y el estado de salud general de la persona, y la eficacia del plan de tratamiento.

La tasa de supervivencia es más alta para las personas diagnosticadas con cáncer en etapa temprana y más baja para aquellas con cáncer en etapa avanzada. Para el cáncer de testículo que no se ha diseminado más allá de los testículos (estadio I), la tasa de supervivencia relativa es del 99 %.

Para el cáncer de testículo que se ha diseminado a los ganglios linfáticos en la parte posterior del abdomen, denominados ganglios linfáticos retroperitoneales, la tasa de supervivencia relativa es del 96 %. No obstante, esto depende del tamaño de los ganglios linfáticos con cáncer.

Para el cáncer de testículo que se ha diseminado fuera de los testículos a áreas más allá de los ganglios linfáticos retroperitoneales, como los pulmones u otros órganos, la tasa de supervivencia relativa es del 73 %.

Los expertos miden las estadísticas de la tasa de supervivencia relativa del cáncer de testículo cada 5 años. Esto significa que la estimación puede no reflejar los resultados de los avances en la forma de diagnosticar o tratar el cáncer de testículo de los últimos 5 años. Hable con su médico/el médico de su hijo si tiene alguna pregunta sobre esta información. Obtenga más información sobre cómo comprender las estadísticas.

Estadísticas adaptadas de las publicaciones Cancer Facts & Figures 2023 y Cancer Facts & Figures 2020 de la American Cancer Society (ACS, Sociedad Americana Contra el Cáncer), el sitio web de la ACS, el sitio web del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, y el programa Surveillance Epidemiology and End Results (SEER, Vigilancia epidemiológica y resultados finales) del Instituto Nacional del Cáncer. Fuentes consultadas en marzo 2023.

La siguiente sección de esta guía es Ilustraciones médicas. Contiene imágenes de las partes del cuerpo generalmente afectadas por el cáncer de testículo. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Factores de riesgo

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre los factores que aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de testículo. Use el menú para ver otras páginas.

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer. Aunque los factores de riesgo con frecuencia influyen en el desarrollo del cáncer, la mayoría no provoca cáncer de forma directa. Algunas personas con varios factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras personas sin factores de riesgo conocidos desarrollan cáncer. Conocer los factores de riesgo y hablar con el médico al respecto puede ayudarlo a tomar decisiones más informadas sobre las opciones de estilo de vida y de atención médica.

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cáncer de testículo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se desconoce la causa del cáncer de testículo.

  • Edad. Más de la mitad de las personas a quienes se les diagnostica cáncer de testículo tienen entre 20 y 45 años. Sin embargo, las personas de cualquier edad pueden desarrollar esta enfermedad, incluidos adolescentes y las personas alrededor de los 60 años; por lo tanto, es importante que alguien con síntomas de cáncer de testículo visite al médico.

  • Criptorquidismo. El criptorquidismo es un testículo que no ha descendido, lo cual significa que 1 o ambos testículos no bajan hacia el escroto antes de nacer como deberían. Esta condición aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de testículo. Este riesgo puede disminuir si se realiza una cirugía para reparar la afección antes de la pubertad. Algunos médicos recomiendan la cirugía de criptorquidismo entre las edades de 6 meses y 15 meses para reducir el riesgo de infertilidad. La infertilidad es la incapacidad para tener hijos. Debido a que el criptorquidismo a menudo se repara a una edad joven, es posible que muchas personas no sepan si tuvieron la afección.

  • Antecedentes familiares. Una persona que tiene un familiar cercano, especialmente un hermano, que ha tenido cáncer de testículo, tiene un mayor riesgo de desarrollar cáncer de testículo.

  • Antecedentes personales. Las personas que han tenido cáncer en 1 testículo tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el otro testículo. Se estima que, de cada 100 personas con cáncer de testículo, 2 desarrollarán cáncer en el otro testículo.

  • Raza. Si bien las personas de cualquier raza pueden desarrollar cáncer de testículo, los de raza blanca tienen más probabilidades que las personas de otras razas de recibir un diagnóstico de cáncer de testículo. El cáncer de testículo es raro en personas de raza negra. Sin embargo, las personas de raza negra con cáncer de testículo tienen más probabilidades de morir del cáncer que las personas de raza blanca, en especial si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo cuando se diagnostica.

  • Virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Las personas con VIH o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) causado por el HIV tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar seminoma.

La siguiente sección de esta guía es Detección. Esta explica cómo las pruebas pueden detectar el cáncer antes de que aparezcan los signos o síntomas. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Detección

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre la detección para el cáncer de testículo. También se le informará acerca de los riesgos y beneficios de la detección. Use el menú para ver otras páginas.

La detección se utiliza para detectar el cáncer antes de que aparezca algún signo o síntoma. Los científicos han desarrollado, y continúan desarrollando, pruebas que se puedan usar para detectar tipos específicos de cáncer en una persona. Los objetivos generales de la detección del cáncer son los siguientes:

  • Disminuir la cantidad de personas que mueren a causa de la enfermedad o eliminar totalmente las muertes provocadas por el cáncer.

  • Disminuir la cantidad de personas que presentan la enfermedad.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la detección del cáncer.

Información sobre la detección del cáncer de testículo

Con frecuencia, el cáncer de testículo se detecta en un estadio inicial. Muchas personas se detectan el cáncer solos, al hacerse un autoexamen. O bien, la pareja sexual de una persona puede notar un cambio que conduce a un diagnóstico.

Algunos médicos recomiendan que los hombres entre 15 y 55 años se realicen un autoexamen mensual para detectar cualquier cambio. Los autoexámenes testiculares mensuales, realizados después de una ducha caliente, pueden ayudar a detectar el cáncer en un estadio inicial, cuando tiene más probabilidades de tratarse con éxito. Las personas que notan un bulto, endurecimiento, agrandamiento, dolor, o cualquier otro cambio en 1 o ambos testículos deben visitar a su médico de inmediato.

La siguiente sección de esta guía es Síntomas y signos. Explica los cambios en el cuerpo o los problemas médicos que puede provocar el cáncer de testículo. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Síntomas y signos

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre los cambios en el cuerpo y otras cosas que pueden indicar un problema que puede requerir atención médica. Use el menú para ver otras páginas.

Las personas con cáncer de testículo pueden experimentar una variedad de síntomas o signos. A veces, las personas con cáncer de testículo no manifiestan ninguno de estos cambios. O la causa de estos síntomas podría ser una afección médica diferente que no sea cáncer. Por lo tanto, tener estos síntomas no significa que una persona definitivamente tiene cáncer.

Por lo general, el agrandamiento de un testículo o un pequeño bulto o área de dureza son los primeros signos de cáncer de testículo. Todo bulto, agrandamiento, endurecimiento, dolor o sensibilidad debe ser evaluado por un médico lo antes posible. Otros síntomas de cáncer de testículo no suelen aparecer hasta después de que el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Los síntomas de un cáncer de testículo pueden incluir:

  • Un bulto indoloro o hinchazón en cualquiera de los testículos. Si se detecta en forma temprana, un tumor testicular puede tener aproximadamente el tamaño de un guisante o una canica, pero puede crecer mucho más.

  • Dolor, molestias, o entumecimiento en un testículo o el escroto, con o sin inflamación.

  • Un cambio en la forma en que se siente el testículo o una sensación de pesadez en el escroto. Por ejemplo, 1 testículo puede ponerse más firme que el otro. O bien, el cáncer testicular puede hacer que el testículo se agrande o se achique.

  • Dolor sordo en la parte inferior del abdomen o la ingle.

  • Acumulación súbita de líquido en el escroto.

  • Sensibilidad o aumento de tamaño de las mamas. Aunque es raro, algunos tumores de testículo producen hormonas que causan sensibilidad en las mamas o crecimiento de tejido mamario, una afección denominada ginecomastia.

  • Dolor en la región lumbar inferior, falta de aire, dolor en el pecho y esputo o flema con sangre pueden ser síntomas de un cáncer de testículo en estadio más avanzado.

  • Hinchazón de 1 o ambas piernas o falta de aire por un coágulo de sangre pueden ser síntomas de cáncer de testículo. Un coágulo de sangre en una vena grande se denomina trombosis venosa profunda (TVP). El coágulo de sangre en una arteria en el pulmón se denomina embolia pulmonar y provoca falta de aire. En el caso de algunos jóvenes u personas de mediana edad, desarrollar un coágulo de sangre puede ser el primer signo de cáncer de testículo.

Muchos síntomas y signos de cáncer de testículo son similares a los causados por afecciones no cancerosas. Estos se analizan a continuación:

  • Cambio en el tamaño o un bulto en un testículo

    • Un quiste, denominado espermatocele, que se desarrolla en el epidídimo. El epidídimo es un pequeño órgano conectado al testículo y formado por tubos con forma de espiral, que transportan el esperma hacia afuera del testículo.

    • Un aumento de tamaño de los vasos sanguíneos del testículo se denomina varicocele.

    • Una acumulación de líquido en la membrana alrededor del testículo se denomina hidrocele.

    • Una abertura en el músculo abdominal se denomina hernia.

  • Dolor

    • Infección. La infección del testículo se denomina orquitis. La infección del epidídimo se denomina epididimitis. Si se sospecha de infección, al paciente se le pueden recetar antibióticos. Si los antibióticos no resuelven el problema, a menudo se necesitan pruebas para el cáncer de testículo.

    • Lesión.

    • Torsión.

Si le preocupa algún cambio que ha experimentado, hable con su médico. Su médico le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia ha experimentado el (los) síntoma(s), entre otras preguntas. Esto es para ayudar a detectar la causa del problema, lo que se denomina diagnóstico.

Si se diagnostica cáncer, el alivio de los síntomas sigue siendo un aspecto importante de la atención y del tratamiento para el cáncer. Esto puede llamarse cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Generalmente, el alivio de los síntomas comienza poco después del diagnóstico y continúa durante todo el tratamiento. Asegúrese de hablar con su equipo de atención médica sobre los síntomas que experimenta, incluido cualquier síntoma nuevo o cambio en los síntomas.

La siguiente sección de esta guía es Diagnóstico. Explica qué pruebas pueden ser necesarias para conocer más sobre la causa de los síntomas. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Diagnóstico

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará una lista de pruebas, procedimientos y exploraciones frecuentes que los médicos usan para averiguar la causa de un problema médico. Use el menú para ver otras páginas.

Los médicos realizan muchas pruebas para detectar o diagnosticar el cáncer. También realizan pruebas para averiguar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo desde el lugar donde se inició. Si esto sucede, se denomina metástasis. Por ejemplo, las pruebas por imágenes pueden mostrar si el cáncer se ha diseminado. Las pruebas por imágenes muestran imágenes del interior del cuerpo. Los médicos también pueden hacer pruebas para determinar qué tratamientos podrían funcionar mejor.

Esta sección describe opciones para el diagnóstico de cáncer testicular. No todas las pruebas enumeradas a continuación se utilizarán para todas las personas. Su médico puede considerar estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

  • Tipo de cáncer que se sospecha

  • Sus signos y síntomas

  • Su edad y estado de salud general

  • Los resultados de pruebas médicas anteriores

Si desarrolla un bulto en un testículo u otra cosa que pueda ser cáncer de testículo, es importante que consulte a su médico de atención primaria. Después de esta visita, su médico puede derivarlo a un urólogo para realizar más pruebas. Un urólogo es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer de testículo y otras afecciones de las vías urinarias.

El examen físico y la ecografía son generalmente las primeras pruebas que se realizan. Si estas pruebas muestran una anomalía que parece ser un tumor, entonces se realizarán análisis de sangre. Además, posiblemente sea necesario extirpar quirúrgicamente el testículo para detectar signos de cáncer.

Examen físico. El médico palpará los testículos para detectar cualquier signo de inflamación, sensibilidad, o endurecimiento. El médico también palpará el abdomen, el cuello, la parte superior del tórax, las axilas y la ingle para detectar evidencia de agrandamiento de los ganglios linfáticos, lo cual podría indicar que el cáncer se ha diseminado. También se le examinarán las mamas y los pezones para identificar si hay crecimiento y las piernas para detectar hinchazón. La hinchazón de las piernas puede ser provocada por coágulos de sangre en las venas de las piernas, la pelvis o el abdomen.

Ecografía. Una ecografía utiliza ondas de sonido para crear una imagen de los órganos internos. Las ondas sonoras producidas por la ecografía rebotan en el tejido del escroto. Los ecos de las ondas sonoras producen una serie de imágenes que se denominan sonograma. Estas imágenes del testículo ayudan al médico a detectar cualquier tumor u otras anomalías. Si hay un tumor lo suficientemente grande como para verlo en una ecografía, entonces el sonograma mostrará el tamaño, la ubicación y solidez del tumor. Un tumor sólido en el interior del testículo es muy probable que sea canceroso.

Análisis de sangre/marcadores tumorales. Los niveles de marcadores tumorales séricos se medirán antes de la cirugía para extirpar un testículo. Los marcadores tumorales son sustancias producidas por un cáncer, que se encuentran en niveles anormalmente altos en la sangre de algunas personas con cáncer. En el caso del cáncer de testículo, los niveles séricos de marcadores tumorales se usan para determinar el estadio del cáncer (consulte Estadios) y confirmar si un tumor es un seminoma puro (consulte Introducción). Los diferentes tipos de cáncer producen diferentes marcadores tumorales. Los siguientes marcadores tumorales se usan para ayudar a determinar el estadio y planificar un tratamiento para el cáncer de testículo:

  • El nivel de alfa-fetoproteína (AFP), a menudo, pero no siempre, es más alto en personas con un tumor no seminomatoso. Un seminoma no produce AFP; por lo tanto, un aumento del nivel de AFP es un signo de que el tumor no es un seminoma puro.

  • La gonadotropina coriónica humana beta (beta-hCG, por sus siglas en inglés), a menudo, pero no siempre, es más alta en personas que tienen un tumor seminomatoso o no seminomatoso. Sin embargo, los niveles de beta-hCG superiores a 1,000 UI/l suelen indicar que el cáncer es no seminomatoso y no es un seminoma.

Los niveles altos de estos marcadores tumorales pueden indicar la presencia de cáncer de testículo u otro tipo de cáncer. Sin embargo, es posible tener cáncer de testículo y tener niveles de marcadores tumorales normales. También es posible tener niveles más altos de estos marcadores sin tener cáncer.

Otros marcadores tumorales que pueden usarse para el cáncer de testículo incluyen:

  • Lactato deshidrogenasa (LDH), que solo se usa para determinar cuánta quimioterapia se debe administrar para un tumor no seminomatoso metastásico (consulte Tipos de tratamiento). Esto se debe a que muchos otros tipos de cáncer y afecciones no cancerosas pueden aumentar los niveles de LDH. La LDH no se usa para detectar el cáncer de testículo.

  • La fosfatasa alcalina placentaria (FAP) es otro marcador tumoral que pueden analizar los médicos, aunque no se mide con frecuencia.

Obtenga más información sobre los marcadores tumorales del cáncer de testículo (en inglés).

Orquiectomía/pruebas patológicas quirúrgicas. Si se sospecha un cáncer de testículo, un cirujano realizará una orquiectomía inguinal radical. Durante esta cirugía, se extirpa todo el testículo a través de una incisión en la ingle. Luego, un patólogo examinará cortes de tejido muy delgados del testículo bajo un microscopio para diagnosticar el tipo de cáncer. Un patólogo es un médico que se especializa en interpretar pruebas de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades. En el caso del cáncer de testículo, el patólogo determina si el tejido del testículo contiene células cancerosas. Además, si este fuera el caso, el patólogo determina qué tipo de células cancerosas son. La mayoría de los tipos de cáncer de testículo son tumores de células germinales, que se dividen en 2 categorías: seminoma y no seminoma (consulte la sección Introducción para obtener más información sobre los diferentes tipos de tumores no seminomatosos). Si una persona tiene solo 1 testículo en un principio o si el diagnóstico es incierto, el cirujano puede extirpar solo una pequeña muestra de tejido del testículo. Es posible que aún deba extirparse el testículo si hay células cancerosas. Si la muestra de tejido no indica la presencia de cáncer, puede ser posible reparar el daño provocado por la extirpación de tejido y volver a colocar el testículo en el escroto durante la misma cirugía. Sin embargo, este procedimiento es muy raro.

Otras pruebas

Si se detecta la presencia de cáncer, será necesario realizar otras pruebas para determinar el estadio del cáncer y observar si se ha diseminado a otras partes del cuerpo (consulte Estadios). Por lo general, los médicos recomiendan estudios por imágenes de abdomen, pelvis y tórax. No es tan común que se indiquen estudios por imágenes del cerebro o los huesos, pero pueden ser necesarios para algunos pacientes. Esto puede incluir a los pacientes cuyo cáncer se ha diseminado ampliamente, aquellos que tienen un tipo de tumor no seminomatoso denominado coriocarcinoma y aquellos que tienen niveles de marcadores tumorales de AFP o beta-hCG muy altos (consulte más arriba).

Radiografía. Una radiografía es un modo de crear una imagen de las estructuras internas del cuerpo usando una pequeña cantidad de radiación. Una radiografía de tórax se usa para determinar el estadio del cáncer y para detección de seguimiento. Si se necesita una imagen más detallada de los pulmones, el médico puede recomendar una exploración por tomografía computarizada (TC) de tórax (consulte a continuación). Sin embargo, en muchos casos, se prefiere una radiografía porque usa menos radiación.

Exploración por TC. Una exploración por TC toma imágenes del interior del cuerpo desde diferentes ángulos utilizando rayos X. Una computadora combina estas imágenes en una imagen tridimensional detallada del cuerpo. Esto puede ayudar a los médicos a descubrir alguna anomalía o tumores. Si un tumor es visible en las imágenes de la TC, la exploración puede usarse para medir el tamaño del tumor. Con frecuencia, antes de la exploración se administra un tinte especial, denominado medio de contraste, para obtener una imagen más clara. Algunos tintes se inyectan en una vena del paciente mientras que otros se administran en forma de comprimido o líquido para tragar. Muchas veces, se administran ambos tipos de tinte antes de una exploración por TC porque ayudan al equipo de atención médica a observar diferentes partes del cuerpo. Una exploración por TC se puede usar para evaluar el abdomen, la pelvis, el tórax/los pulmones, el cerebro y otras áreas. Rara vez se necesita una exploración por TC del cerebro para el cáncer de testículo, ya que es poco frecuente que se disemine al cerebro. Sin embargo, si es necesaria una exploración del cerebro, en general se prefieren imágenes por resonancia magnética (RM) (consulte a continuación), ya que los huesos del cráneo interfieren en la capacidad de las exploraciones por TC para mostrar ciertas partes del cerebro.

Exploración por RM. Una RM usa campos magnéticos para crear una imagen tridimensional del interior del cuerpo. La RM se puede usar para medir el tamaño del tumor. En el caso del cáncer de testículo, la RM en general solo se usa para examinar el cerebro o la columna vertebral. Se administra un medio de contraste antes de la exploración, para crear una imagen más clara. Este tinte se inyecta en una vena del paciente. En el caso de cáncer de testículo, normalmente se prefieren las exploraciones por TC (consulte más arriba) antes que las RM para ver el abdomen, ya que la lectura precisa de una RM de abdomen requiere amplia experiencia. Cuando se necesitan RM de abdomen, puede administrarse un medio de contraste en forma de comprimido o líquido para tragar.

La RM se usa solo en situaciones específicas. Por ejemplo, podría recomendarse una RM de cerebro si un paciente tiene síntomas o cambios en un examen físico que sugieran que el cáncer puede haberse diseminado al cerebro. Además, a menudo se recomiendan RM de cerebro para cáncer de testículo metastásico de pronóstico desfavorable (consulte Estadios) con marcadores tumorales séricos muy altos, o si el cáncer se ha diseminado al hígado, los huesos o los pulmones. Su médico le explicará qué pruebas son adecuadas para usted.

Exploración por TEP. La tomografía por emisión de positrones (TEP) generalmente no se usa para el cáncer de testículo. Cuando se hace una exploración por TEP, normalmente se combina con una exploración por TC (ver más arriba), lo cual se denomina exploración por TEP-TC. Sin embargo, es posible que escuche al médico referirse a este procedimiento como simplemente una exploración por TEP. La exploración por TEP es una forma de crear imágenes de los órganos y los tejidos internos del cuerpo. Se inyecta en el cuerpo del paciente una pequeña cantidad de una sustancia azucarada radiactiva. Esta sustancia azucarada es absorbida por las células que usan la mayor cantidad de energía. Debido a que el cáncer tiende a usar más energía que el tejido sano, absorbe una cantidad mayor de esta azúcar radioactiva. Un tomógrafo luego detecta el azúcar para producir imágenes que muestran dónde se encuentra el cáncer en el cuerpo. Estudios de exploraciones por TEP han demostrado que no son útiles para diagnosticar o determinar el estadio del cáncer de testículo y no deben usarse en estos momentos. Sin embargo, pueden ser útiles en el caso de seminoma puro metastásico, que no desaparece por completo después de la quimioterapia. En tales casos, si se planea realizar una TEP, no debe realizarse hasta, al menos, 6 semanas después de finalizar la quimioterapia.

Biopsia. Una biopsia es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para su examen a través de un microscopio. Ocasionalmente, puede obtenerse una biopsia de pulmón, de retroperitoneo o de otro lugar del cuerpo, si el cáncer parece haberse diseminado.

Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, el médico revisará todos los resultados con usted. Si el diagnóstico es cáncer, estos resultados también ayudan al médico a describir el cáncer. Esto se denomina estadificación.

La siguiente sección de esta guía es Estadios. Explica el sistema que los médicos usan para describir el alcance de la enfermedad. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Estadios

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: obtendrá información sobre cómo los médicos describen el crecimiento o la diseminación del cáncer. Esto se denomina “estadio”. Use el menú para ver otras páginas.

La determinación del estadio es una manera de describir si un cáncer se ha diseminado y hacia dónde. Los médicos utilizan pruebas de diagnóstico, incluidas exploraciones por TC y análisis de sangre, para determinar el estadio del cáncer, por lo que la determinación del estadio no será completa hasta que se hayan realizado todas las pruebas. Conocer el estadio ayuda al médico a decidir cuál es el mejor tratamiento y ayuda a predecir el pronóstico de un paciente, es decir, la probabilidad de recuperación. Existen diferentes descripciones de los estadios según los distintos tipos de cáncer.

Sistema TNM de determinación del estadio

Una herramienta que los médicos utilizan para describir el estadio es el sistema TNM. En el caso del cáncer de testículo, se agrega una S al sistema TNM. Los médicos utilizan los resultados de las pruebas de diagnóstico y las exploraciones para responder las siguientes preguntas:

  • Tumor (T): ¿qué tan grande es el tumor primario? ¿Dónde está ubicado?

  • Ganglio (Node, N): ¿se ha diseminado el tumor a los ganglios linfáticos en la parte posterior del abdomen (retroperitoneo)?

  • Metástasis (M): ¿se ha diseminado el cáncer a otras partes del cuerpo? De ser así, ¿a dónde y en qué medida?

  • Marcador tumoral sérico (S): ¿están elevados los niveles de marcadores tumorales séricos AFP, beta-hCG y LDH (consulte Diagnóstico)? Si es así, ¿qué tan altos están?

Los resultados se combinan para determinar el estadio del cáncer de cada persona. En el cáncer de testículo hay 3 estadios: estadio I, II y III (1, 2 y 3). El estadio es una forma frecuente de describir qué tan avanzado está el cáncer de manera que los médicos puedan, de común acuerdo, planificar el mejor tratamiento. Se denomina estadio I al menos avanzado o inicial y estadio III al más avanzado o tardío. Los pacientes en los estadios menos avanzados tienen más probabilidades de cura y a menudo necesitan tratamiento menos agresivo que los pacientes en un estadio más avanzado.

La determinación del estadio del cáncer de testículo también puede ser clínica o patológica:

  • La determinación del estadio clínico se basa en los resultados de las pruebas realizadas antes de la cirugía, que pueden incluir exámenes físicos y exploraciones por imágenes (consulte Diagnóstico). Por ejemplo, el cáncer de testículo en estadio clínico II significa que hay agrandamiento de los ganglios linfáticos retroperitoneales cuando se observan con una TC o RM.

  • La determinación del estadio patológico se basa en lo que se encuentra durante la cirugía. Por ejemplo, el cáncer de testículo en estadio patológico II significa que se ha encontrado cáncer al analizar bajo un microscopio el tejido extirpado de los ganglios linfáticos retroperitoneales. En general, la determinación del estadio patológico brinda la mayor cantidad de información para determinar el pronóstico de un paciente, pero no siempre es necesaria.

  • Puede resultar útil tener en cuenta que a casi todos los pacientes con cáncer de testículo se les diagnostica la enfermedad mediante la extirpación de un testículo. La diferencia entre la determinación del estadio clínico y la determinación del estadio patológico en el cáncer de testículo depende principalmente de si se realizó o no una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos retroperitoneales (esto se denomina linfadenectomía retroperitoneal; consulte Tipos de tratamiento). Las exploraciones por imágenes solo pueden mostrar si los ganglios linfáticos tienen un tamaño aumentado o no, o si hay una masa en algún lugar. Es posible que los ganglios linfáticos de tamaño normal tengan cáncer y que los ganglios linfáticos de tamaño aumentado no tengan cáncer. La cirugía o las biopsias pueden demostrar si el cáncer está presente en un ganglio linfático o masa. Esto significa que las personas con cáncer en estadio clínico I se han sometido a cirugía para extirpar el testículo canceroso y no hay evidencia de cáncer metastásico en los estudios de diagnóstico por imágenes, como exploraciones por TC (consulte Diagnóstico) y análisis de sangre. Las personas con cáncer en estadio patológico I no presentan evidencia de cáncer metastásico en las exploraciones por imágenes ni en los análisis de sangre, y también se han sometido a una linfadenectomía retroperitoneal que no detectó cáncer en los ganglios linfáticos. De forma similar, los pacientes con cáncer en estadio clínico II presentan ganglios linfáticos retroperitoneales de tamaño aumentado en las exploraciones por imágenes y los pacientes con cáncer en estadio patológico II presentan ganglios linfáticos cancerosos detectados durante la cirugía

A continuación, presentamos más detalles sobre cada parte del sistema TNM para el cáncer de testículo:

Tumor (T)

Mediante el sistema TNM, se utiliza la “T” más una letra o número (0 a 4) para describir el tamaño y la ubicación del tumor. El tamaño del tumor se mide en centímetros (cm). Un centímetro es aproximadamente igual al ancho de una lapicera o un lápiz estándar.

El estadio también se divide en grupos más pequeños que ayudan a describir el tumor aún con más detalle. En el caso del cáncer de testículo, el estadio de T solo puede determinarse cuando el tejido extirpado durante la cirugía se examina bajo un microscopio. Esto significa que el estadio de T solo se determina después de haber extirpado el testículo y el estadio de T siempre es un estadio patológico y nunca un estadio clínico. La “p” antes del estadio de T indica que es un estadio patológico. A continuación, se incluye información sobre los estadios específicos del tumor.

pTX: no es posible evaluar el tumor primario. Si se no le ha extirpado quirúrgicamente el (los) testículo(s), se usa el término “TX”.

pT0 (T más cero): no hay evidencia de tumor primario en los testículos.

pTis: este estadio describe una neoplasia intratubular de células germinales (NICG). Esta es una afección precancerosa en la cual existen células germinales que tienen aspecto canceroso, pero que aún no se comportan como lo hacen las células cancerosas. La NICG se convierte en cáncer cuando crecen células en partes del (los) testículo(s) donde normalmente no están.

pT1: el tumor primario se encuentra solo en el testículo, lo cual puede incluir la rete testis. No ha crecido dentro de los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos en los testículos. El tumor puede haber crecido dentro de la capa de la membrana interna que rodea al testículo, denominada túnica albugínea. No se ha diseminado a la capa de la membrana externa que rodea al testículo, denominada túnica vaginal.

En el caso de un seminoma puro, este estadio se divide aún más según el tamaño del tumor:

  • pT1a. El tumor mide menos de 3 centímetros (cm).

  • pT1b. El tumor mide 3 cm o más.

pT2: el tumor se encuentra en el testículo, lo cual puede incluir la rete testis y ha crecido hacia 1 o más de las siguientes partes del testículo:

  • Los vasos sanguíneos o vasos linfáticos del testículo

  • El epidídimo

  • El tejido graso junto al epidídimo, que se denomina el tejido blando hiliar

  • La túnica vaginal

pT3: el tumor ha crecido en el cordón espermático.

pT4: el tumor ha crecido en el escroto.

Ganglio (N)

La “N” en el sistema TNM de determinación del estadio corresponde a los ganglios linfáticos. Estos órganos pequeños, con forma de frijol, ayudan a combatir las infecciones. La linfa es un líquido que circula desde los diferentes tejidos y órganos del cuerpo y, finalmente, se drena al torrente sanguíneo. Recorre tubos especiales llamados vasos linfáticos y, en este recorrido, es filtrada por los ganglios linfáticos. Las células cancerosas a menudo se acumulan y crecen en los ganglios linfáticos antes de diseminarse a otras partes del cuerpo. El primer lugar al que se drena el líquido linfático de los testículos son los ganglios linfáticos retroperitoneales ubicados en la parte posterior del abdomen, delante de la columna vertebral, un área denominada retroperitoneo. Estos se denominan ganglios linfáticos regionales para el cáncer de testículo. Los ganglios linfáticos de la pelvis, el tórax y otras partes del cuerpo se denominan ganglios linfáticos distantes, aunque los testículos están más cerca de la pelvis que del retroperitoneo.

Para el cáncer de testículo, por lo general, no se hace biopsia de los ganglios linfáticos ni se los extirpa. En cambio, el estadio de N (estadio de ganglios linfáticos) casi siempre se estima mediante el uso de exploraciones por TC. El estadio de N que se basa en las exploraciones por TC es el estadio clínico. Cuando el estadio de N se basa en una biopsia o extirpación de los ganglios linfáticos, es el estadio patológico. Cuando un estadio se ha determinado patológicamente, se agrega la letra “p” como la primera letra del estadio (por ejemplo, pN1). La letra “c” significa estadio clínico.

NX: no se pueden evaluar los ganglios linfáticos regionales.

cN0: no hay diseminación a los ganglios linfáticos regionales, según se observa en las pruebas de diagnóstico por imágenes.

pN0: no se detecta cáncer en los ganglios linfáticos extirpados durante una linfadenectomía retroperitoneal (consulte Tipos de tratamiento).

cN1: las pruebas de diagnóstico por imágenes mostraron signos de que el cáncer se ha diseminado a 1 o más ganglios linfáticos en el retroperitoneo. Ninguno de los ganglios linfáticos mide más de 2 centímetros (cm).

pN1: se observa cáncer en 1 a 5 ganglios linfáticos y ninguno mide más de 2 cm.

cN2: las pruebas de diagnóstico por imágenes mostraron al menos 1 ganglio linfático de tamaño aumentado o una masa de ganglios linfáticos en el retroperitoneo, que mide más de 2 cm pero no más de 5 cm.

pN2: se aplica alguna de las siguientes condiciones o ambas:

  • Se observa cáncer en más de 5 ganglios linfáticos, pero ninguno mide más de 5 cm.

  • Se observa cáncer en al menos 1 ganglio linfático y el ganglio linfático o masa de ganglios linfáticos más grande mide entre 2 cm y 5 cm.

cN3: las pruebas de diagnóstico por imágenes mostraron al menos 1 ganglio linfático de tamaño aumentado o una masa de ganglios linfáticos en el retroperitoneo, que mide más de 5 cm.

pN3: se observa cáncer en al menos 1 ganglio linfático de tamaño aumentado o masa de ganglios linfáticos, que mide más de 5 cm.

Metástasis (M)

La “M” del sistema TNM describe si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, lo que se denomina metástasis distante. Cuando el cáncer de testículo se disemina, casi siempre lo hace a los pulmones y los ganglios linfáticos del tórax, la pelvis y la base del cuello. En estadios más avanzados, puede haberse diseminado al hígado y los huesos. El cáncer de testículo en raras ocasiones se disemina al cerebro, salvo que el tumor primario sea un coriocarcinoma.

MX: no se puede evaluar la metástasis distante.

M0: la enfermedad no ha hecho metástasis en los ganglios linfáticos distantes ni en otros órganos.

M1: hay, al menos, 1 metástasis distante.

  • M1a: se observa cáncer en los pulmones o los ganglios linfáticos, aparte de los ganglios linfáticos retroperitoneales.

  • M1b: el cáncer se ha diseminado a otros órganos distintos del pulmón. Los pulmones pueden estar comprometidos o no. Por ejemplo, un cáncer de testículo que se ha diseminado al hígado o los huesos se encuentra en estadio M1b.

Marcadores tumorales séricos (S)

Los marcadores tumorales séricos también ayudan a determinar el estadio del cáncer de testículo. Se harán análisis de sangre para marcadores tumorales antes y después de la extirpación quirúrgica del (de los) testículo(s). Los niveles de marcadores tumorales, por lo general, disminuyen después de la cirugía. En general, los niveles deben analizarse hasta que dejen de disminuir o comiencen a aumentar a fin de determinar el estadio de “S” correcto. Para los pacientes que recibirán quimioterapia, los niveles de marcadores tumorales en el primer día de la quimioterapia se usan para determinar el grupo de riesgo del paciente (consulte a continuación).

SX: los niveles de marcadores tumorales no se encuentran disponibles o no se han realizado los análisis.

S0: los niveles de marcadores tumorales son normales.

S1: al menos 1 nivel de marcadores tumorales se encuentra por encima de lo normal. La LDH es menos de 1.5 veces el límite superior del rango normal, la beta-hCG es menos de 5,000 mIu/ml y/o la AFP es menos de 1,000 ng/ml.

S2: al menos 1 nivel de marcadores tumorales se encuentra notablemente por encima de lo normal. Esto significa que la LDH es de 1.5 a 10 veces el límite superior del rango normal, la beta-hCG es de 5,000 a 50,000 mIu/ml y/o la AFP es de 1,000 a 10,000 ng/ml. Ninguno de los marcadores tumorales es lo suficientemente elevado como para calificar como S3 (consulte a continuación).

S3: al menos 1 o más niveles de marcadores tumorales se encuentran excesivamente elevados. Esto significa que la LDH es de más de 10 veces el límite superior del rango normal, la beta-hCG es de más de 50,000 mIu/ml y/o la AFP es de más de 10,000 ng/ml.

Estadificación del cáncer de testículo

Los médicos asignan el estadio del cáncer combinando las clasificaciones T, N y M y la información del nivel S.

Estadio 0: se refiere al carcinoma in situ, también denominado neoplasia intratubulares de células germinales (pTis, N0, M0, S0).

Estadio I: el cáncer está en cualquier nivel de T y no hay evidencia de diseminación a los ganglios linfáticos u otros órganos. No se han analizado los niveles de marcadores tumorales séricos o no se encuentran disponibles (cualquiera de T, N0, M0, SX).

  • Estadio IA: el cáncer se encuentra solo en el testículo. Puede haber crecido a la rete testis, pero no ha crecido en el epidídimo, el tejido blando hiliar o los vasos sanguíneos o linfático en los testículos. No se diseminó a los ganglios linfáticos ni lugares distantes. El tumor en los testículos puede haber crecido dentro de la membrana interna que rodea a los testículos, denominada túnica albugínea, pero no en la membrana externa, denominada túnica vaginal. Si el tumor es seminomatoso puro, mide menos de 3 cm. Los marcadores séricos son normales (pT1, N0, M0, S0).

  • Estadio IB: el tumor de testículo ha crecido en el epidídimo, el tejido blando hiliar, la túnica vaginal, los vasos sanguíneos o linfáticos dentro del testículo, cordón espermático o el escroto. El cáncer no se diseminó a los ganglios linfáticos ni a lugares distantes. Los marcadores séricos son normales (pT2, pT3, o pT4 y N0, M0, S0).

  • Estadio IS: el cáncer se encuentra en cualquier estadio de T y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos ni a lugares distantes. Los marcadores séricos se mantienen más altos que los niveles normales después de la extirpación del testículo canceroso. El cáncer de testículo no seminomatoso de estadio IS se trata del mismo modo que el cáncer de testículo en estadio III. El cáncer de testículo seminomatoso puro de estadio IS es raro y no se sabe cuál es la mejor forma de tratarlo. (cualquiera de T, N0, M0 y S1-S3).

Estadio II: el cáncer se ha diseminado a cualquier número de ganglios linfáticos regionales, pero no a los ganglios linfáticos en otras partes del cuerpo o de órganos distantes. Los marcadores séricos no se encuentran disponibles (cualquiera de T, N1-N3, M0, SX).

  • Estadio IIA: el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos retroperitoneales, en estadio N1 clínico o patológico, pero ninguno mide más de 2 cm. Si se ha realizado una linfadenectomía, no más de 5 ganglios linfáticos tienen cáncer. Además, los niveles de marcadores tumorales séricos son normales o solo levemente altos. No hay signos de que el cáncer se haya diseminado a ningún otro lugar aparte del retroperitoneo (cualquiera de T, N1, M0, S0 o S1).

  • Estadio IIB: el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos del retroperitoneo y el ganglio linfático con cáncer o la masa de ganglios linfáticos más grande mide entre 2 cm y 5 cm. Si se realizó una linfadenectomía, el cáncer se ha diseminado a, al menos, 1 ganglio linfático (o masa de ganglios linfáticos) que mide entre 2 cm y 5 cm o a más de 5 ganglios linfáticos, ninguno de los cuales mide más de 5 cm. Los niveles de marcadores séricos son normales o levemente altos. No hay evidencia de que el cáncer se haya diseminado a ningún otro lugar aparte del retroperitoneo (cualquiera de T, N2, M0, S0 o S1).

  • Estadio IIC: el cáncer se ha diseminado a, al menos, 1 ganglio linfático (o masa de ganglios linfáticos), que mide más de 5 cm. Los niveles de marcadores séricos son normales o levemente altos. No hay evidencia de que el cáncer se haya diseminado a ningún otro lugar aparte del retroperitoneo (cualquiera de T, N3, M0, S0 o S1).

Estadio III: el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos distantes o a cualquier órgano. No se conocen los niveles de marcadores tumorales séricos (cualquiera de T, cualquiera de N, M1, SX).

  • Estadio IIIA: el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos distantes y/o a los pulmones. Los niveles de marcadores séricos son normales o presentan solo un leve aumento (cualquiera de T, cualquiera de N, M1a, S0 o S1).

  • Estadio IIIB: el cáncer se ha diseminado a cualquiera de los ganglios linfáticos y/o los pulmones, pero no a otros órganos. Al menos 1 marcador sérico está significativamente elevado (cualquiera de T, N1-N3, M0, S2; o cualquiera de T, cualquiera de N, M1a, S2).

  • Estadio IIIC: cualquiera de las siguientes opciones o ambas:

    • Al menos 1 marcador sérico está extremadamente alto y el cáncer se ha diseminado a, al menos, 1 ganglio linfático u órgano (cualquiera de T, N1-N3, M0, S3; o cualquiera de T, cualquiera de N, M1a, S3).

    • El cáncer se ha diseminado a un órgano distinto de los pulmones (cualquiera de T, cualquiera de N, M1b, cualquiera de S).

Recurrente: un cáncer recurrente es aquel que reaparece después del tratamiento. Si el cáncer regresa, se realizará otra serie de pruebas para obtener información sobre el alcance de la recurrencia. Esas pruebas y exploraciones a menudo son similares a aquellas que se realizan al momento del diagnóstico original.

Utilizado con el permiso del Colegio Estadounidense de Cirujanos (American College of Surgeons), Chicago, Illinois. La fuente original y principal de esta información es AJCC Cancer Staging Manual, octava edición (2017), publicado por Springer International Publishing.

Cáncer de testículo en estadio avanzado: clasificación del grupo de riesgo

Si la enfermedad se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otros órganos, se usa el siguiente sistema para clasificar un tumor de células germinales en un grupo de pronóstico favorable, pronóstico intermedio y pronóstico desfavorable. Esto ayuda a determinar el plan de tratamiento y la probabilidad de cura. Los pacientes con un tumor en los grupos de pronóstico intermedio y pronóstico desfavorable, por lo general, reciben más quimioterapia que los pacientes con un tumor en la categoría de pronóstico favorable.

Las diferencias entre el pronóstico favorable, el pronóstico intermedio y el pronóstico desfavorable son las mismas que las diferencias entre el estadio IIIA, el estadio IIIB y el estadio IIIC (detallados más arriba). El estadio IIIA corresponde al pronóstico favorable, el IIIB corresponde al pronóstico intermedio y el IIIC corresponde al pronóstico desfavorable.

Pronóstico favorable

  • Tumor no seminomatoso. El cáncer no se ha diseminado a un órgano que no sean los pulmones y los niveles de marcadores tumorales séricos son buenos, lo que significa:

    • AFP inferior a 1,000 ng/ml

    • B-hCG inferior a 5,000 UI/l

    • LDH inferior a 1.5 x ULN

  • Tumor seminomatoso. El cáncer no se ha diseminado a un órgano que no sean los pulmones y los niveles de AFP, cualquier B-hCG y cualquier LDH son normales.

Pronóstico intermedio

  • Tumor no seminomatoso. El cáncer no se ha diseminado a un órgano que no sean los pulmones y los niveles de marcadores tumorales séricos son intermedios, lo que significa:

    • AFP entre 1,000 y 10,000 ng/ml

    • B-hCG entre 5,000 y 50,000 UI/l

    • LDH entre 1.5 x ULN y 10 x ULN

  • Tumor seminomatoso. El cáncer se ha diseminado a un órgano que no sean los pulmones y los niveles de AFP, cualquier B-hCG y cualquier LDH son normales.

Pronóstico desfavorable

  • Tumor no seminomatoso. El cáncer se ha diseminado a un órgano que no sean los pulmones y los niveles de marcadores tumorales séricos son malos, lo que significa:

    • AFP igual a 10,000 ng/ml o más

    • B-hCG igual a 50,000 UI/l o más

    • LDH igual a 10 x ULN o más

  • Tumor seminomatoso. No hay pacientes con seminoma de pronóstico desfavorable.

Fuente: Journal of Clinical Oncology.

La información sobre el estadio del cáncer ayudará al médico a recomendar un plan de tratamiento específico. La siguiente sección de esta guía es Tipos de tratamiento. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Tipos de tratamiento

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: obtendrá información sobre los diferentes tipos de tratamientos que usan los médicos en las personas con cáncer de testículo. Use el menú para ver otras páginas.

Esta sección explica los tipos de tratamientos que son la norma de atención para el cáncer de testículo. “Norma de atención” significa los mejores tratamientos conocidos. Al tomar decisiones relacionadas con el plan de tratamiento, se le recomienda que considere la opción de participar en ensayos clínicos. Un ensayo clínico es un estudio de investigación que prueba un nuevo enfoque al tratamiento. Los médicos quieren conocer si el nuevo tratamiento es seguro, eficaz y posiblemente mejor que el tratamiento estándar. Los ensayos clínicos pueden probar un nuevo fármaco, una nueva combinación de tratamientos estándares o nuevas dosis de fármacos estándares u otros tratamientos. Los ensayos clínicos son una opción para tener en cuenta para el tratamiento y la atención en todos los estadios del cáncer. Su médico puede ayudarlo a considerar todas sus opciones de tratamiento. Obtenga más información sobre los ensayos clínicos en las secciones Acerca de los ensayos clínicos y Últimas investigaciones de esta guía.

Descripción general del tratamiento

En la atención del cáncer, a menudo trabajan juntos distintos tipos de médicos para crear un plan de tratamiento integral de los pacientes que combine distintos tipos de tratamientos. Esto se denomina equipo multidisciplinario (en inglés). En el caso del cáncer de testículo, este equipo incluye un urólogo y un oncólogo clínico. Un oncólogo clínico es un médico especializado en el tratamiento del cáncer con medicamentos. A veces, los pacientes también pueden ver a un radioncólogo. Un radioncólogo es un médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el cáncer. Los equipos de atención del cáncer incluyen una variedad de otros profesionales de la atención médica, por ejemplo, auxiliares médicos, enfermeros calificados para ejercer la medicina, enfermeros de oncología, trabajadores sociales, farmacéuticos, asesores, dietistas y otros.

A continuación, se incluyen descripciones de los tipos frecuentes de tratamientos usados para el cáncer de testículo, seguidos de las opciones de tratamiento según el estadio del cáncer. Su plan de atención también puede incluir tratamiento para síntomas y efectos secundarios, una parte importante de la atención del cáncer.

Las recomendaciones y opciones de tratamiento dependen de varios factores, entre ellos, el tipo y estadio del cáncer, los efectos secundarios posibles, así como las preferencias del paciente y su estado de salud general. El primer tratamiento para el cáncer de testículo, por lo general, es una cirugía para extirpar el testículo. En raras ocasiones, se administra primero la quimioterapia si el cáncer ya se ha diseminado más allá del testículo cuando se diagnosticó.

Después de la cirugía, puede recomendarse quimioterapia o radioterapia. Los tumores de células germinales son altamente sensibles a la quimioterapia y, por lo general, son curables, incluso si el cáncer se ha diseminado. Pero la quimioterapia no es muy eficaz para un tipo de tumor de células germinales denominado teratoma. Este tipo de tumor debe extirparse con cirugía. Debido a que muchos tumores no seminomatosos son una mezcla de teratoma y otros tipos de tumores de células germinales, un tratamiento exitoso a menudo requiere quimioterapia, seguida de cirugía para extirpar cualquier resto de tumor.

Se puede recomendarse radioterapia para un seminoma en estadio inicial o cáncer que se ha diseminado al cerebro.

Las personas con cáncer de testículo, por lo general, tienen inquietudes acerca de cómo el tratamiento afectará su salud sexual, la fertilidad y la calidad de vida. Cada paciente debe analizar estos temas con su médico antes de comenzar el tratamiento debido a que, normalmente, hay más de 1 opción de tratamiento disponible. La elección final de un plan de tratamiento depende de su situación específica. Tómese el tiempo para obtener información sobre todas sus opciones de tratamiento y asegúrese de hacer preguntas sobre cosas que no estén claras. Hable con su médico acerca de los objetivos de cada tratamiento y lo que puede esperar mientras recibe el tratamiento. Estos tipos de conversaciones se denominan “toma de decisiones compartida”. La toma de decisiones compartida es cuando usted y sus médicos trabajan juntos para elegir tratamientos que se ajusten a los objetivos de su atención. Obtenga más información sobre cómo tomar decisiones sobre el tratamiento.

Efectos físicos, emocionales y sociales del cáncer

El cáncer y su tratamiento producen síntomas y efectos secundarios físicos, así como efectos emocionales, sociales y económicos. El manejo de estos efectos se denomina cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Es una parte importante de su atención que se incluye junto con los tratamientos que tienen como fin retrasar, detener o eliminar el cáncer.

Los cuidados paliativos se centran en mejorar cómo se siente durante el tratamiento al manejar los síntomas y brindar apoyo a los pacientes y sus familias con otras necesidades no médicas. Cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo y estadio de cáncer, puede recibir este tipo de atención. Y en general, funciona mejor cuando se inicia poco después del diagnóstico de cáncer. Las personas que reciben cuidados paliativos junto con el tratamiento para el cáncer con frecuencia tienen síntomas menos graves y mejor calidad de vida, e informan que están más satisfechas con el tratamiento.

Los tratamientos paliativos varían ampliamente y, con frecuencia, incluyen medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y espiritual, y otras terapias. Usted también puede recibir tratamientos paliativos similares a los utilizados para eliminar el cáncer, como quimioterapia, cirugía o radioterapia.

Antes de comenzar con el tratamiento, hable con su médico sobre los objetivos de cada tratamiento en el plan de tratamiento. También debe hablar sobre los efectos secundarios posibles del plan de tratamiento específico y las opciones de cuidados paliativos.

Durante el tratamiento, su equipo de atención médica puede pedirle que responda preguntas sobre sus síntomas y efectos secundarios y que describa cada problema. Asegúrese de informar al equipo de atención médica si experimenta algún problema. Esto ayuda a que el equipo de atención médica pueda tratar cualquier síntoma y efecto secundario lo más rápido posible. También puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro.

Obtenga más información sobre la importancia de llevar un registro de los efectos secundarios en otra parte de esta guía. Obtenga más información sobre los cuidados paliativos en una sección diferente de este sitio web.

Cirugía

La cirugía del cáncer implica extirpar el tumor y, a veces, parte del tejido circundante sano durante una operación. Para el cáncer de testículo, generalmente se realiza el diagnóstico mediante la extirpación del testículo canceroso a través de una incisión en la ingle. Este se conoce como orquiectomía radical, también denominada orquiectomía inguinal. Además de una orquiectomía radical, pueden hacerse otros tipos de cirugía para el cáncer de testículo en diferentes momentos en la planificación del tratamiento. Cada uno de estos tipos de cirugía se describen en más detalle a continuación. Antes de la cirugía, hable con el equipo de atención médica sobre los efectos secundarios posibles de la cirugía específica a la que se someterá. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la cirugía para el cáncer.

Orquiectomía inguinal radical

El cáncer de testículo, generalmente, comienza con la cirugía para extirpar el testículo con cáncer, lo que se orquiectomía inguinal radical. Esta operación se hace a través de una incisión en la ingle a lo largo de la línea de la cintura. Durante la cirugía, se extirpa todo el testículo y la mayor parte del cordón espermático. El cordón espermático contiene el suministro de sangre al testículo y es el canal a través del cual los espermatozoides se trasladan desde el testículo al pene. El cáncer puede desarrollar en ambos testículos a la vez o en diferentes momentos. Sin embargo, esto es raro y ocurre en aproximadamente el 2 % de las personas con cáncer de testículo. Por lo tanto, se deben extirpar ambos testículos en un procedimiento llamado orquiectomía bilateral. En algunos casos en los que el cáncer de testículo se da en ambos testículos, se puede realizar una cirugía de preservación en 1 lado para preservar parte de 1 testículo, pero esto no se realiza con frecuencia.

La orquiectomía se usa para diagnosticar y tratar tanto el tumor seminomatoso como el no seminomatoso en estadio inicial y en estadio avanzado. Para el cáncer en estadio avanzado, una orquiectomía inguinal radical puede, en ocasiones, retrasarse hasta después de haber finalizado el tratamiento con quimioterapia (consulte Quimioterapia, a continuación).

Si se decide realizar una orquiectomía, se extraerá una muestra de sangre antes de la cirugía para analizar los niveles de marcadores tumorales séricos, porque suelen ser útiles para planificar el tratamiento y la atención de seguimiento. Por ejemplo, la AFP o beta-hCG en aumento o constantemente alta después de la cirugía es un signo de que el cáncer se ha diseminado. En esta situación, un paciente normalmente necesita quimioterapia (consulte a continuación) incluso si la metástasis no se puede ver en los estudios por imágenes.

Efectos secundarios de la orquiectomía

La extirpación de 1 testículo generalmente no afecta el nivel de testosterona, si aún tiene el otro testículo y es de tamaño normal. Si el nivel de testosterona del hombre es bajo, los síntomas pueden incluir depresión u otros cambios en el estado de ánimo, fatiga, disminución del deseo sexual, incapacidad de lograr una erección normal, especialmente en la mañana, y sofocos, además de pérdida de masa muscular y ósea en el largo plazo.

Es poco probable que la orquiectomía le impida a alguien engendrar un hijo biológico debido a que el testículo que queda aún producirá espermatozoides. Sin embargo, aproximadamente el 25 % de las personas con cáncer testicular son estériles, incluso antes de se les diagnostique el cáncer. Parece que el cáncer en sí mismo y/o el motivo por el que se desarrolló el cáncer puede hacer que algunas personas se vuelvan estériles. Los recuentos de espermatozoides generalmente mejoran después de la extirpación del testículo con cáncer.

Es poco probable que la orquiectomía le impida a alguien engendrar un hijo biológico debido a que el testículo que queda aún producirá espermatozoides. Sin embargo, aproximadamente el 25 % de las personas con cáncer testicular son estériles, incluso antes de se les diagnostique el cáncer. Parece que el cáncer en sí mismo y/o el motivo por el que se desarrolló el cáncer puede hacer que algunas personas se vuelvan estériles. Los recuentos de espermatozoides generalmente mejoran después de la extirpación del testículo con cáncer. Obtenga más información sobre cómo preservar la fertilidad y salud sexual.

Cirugía reconstructiva después de la orquiectomía

Los pacientes pueden decidir si desean implantarse un testículo artificial o una prótesis de testículo en el escroto. Una prótesis de testículo generalmente tiene un peso y una textura que es bastante similar a un testículo normal, pero no exactamente el mismo. A algunas personas, la prótesis de testículo les parece incómodo y prefieren no tenerla. Se recomienda que cada persona hable con su médico acerca de si desea colocarse la prótesis y el mejor momento para realizar este implante si lo desea. Algunas personas prefieren esperar hasta después de finalizar el período de tratamiento activo para considerar esta opción a pleno.

Vigilancia después de la orquiectomía

Después de someterse a una orquiectomía inguinal radical, una opción para las personas con tumor en estadio clínico I (seminomatoso y no seminomatoso) puede ser la vigilancia. La ventaja de la vigilancia es que los pacientes pueden evitar un tratamiento adicional que podría ser innecesario. En la vigilancia, al paciente se lo monitorea de cerca y el tratamiento activo comienzo solamente si el cáncer reaparece. Esta opción implica citas habituales con el médico para exámenes físicos, análisis de sangre de marcadores tumorales, exploraciones por TC y radiografías de tórax. Este método requiere dedicación por parte del médico y el paciente para cumplir con el programa de vigilancia, de modo tal que cualquier recurrencia pueda detectarse en un estadio inicial. Solo se considera como una opción si los niveles de AFP y beta-hCG son normales o vuelvan a los valores normales después de la extirpación del testículo canceroso.

La principal ventaja de la vigilancia es que evita tratamientos adicionales después de la orquiectomía, como quimioterapia, radioterapia o más cirugías, en el 82 % de los pacientes con tumor seminomatoso y el 75 % de los pacientes con tumor no seminomatoso, en quienes no es probable que la enfermedad regrese después de la orquiectomía. Para un paciente individual, el riesgo de recurrencia puede ser mayor o menor en función de los factores de riesgo determinados por el examen patólogo del tumor después de la extirpación del testículo.

La linfadenectomía retroperitoneal

Esta es una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos retroperitoneales ubicados en la parte posterior del abdomen. La linfadenectomía retroperitoneal generalmente se realiza como operación abierta con una incisión en la parte media del abdomen hacia abajo. La linfadenectomía retroperitoneal es una cirugía compleja que requiere experiencia y habilidad para extirpar todos los ganglios linfáticos que correspondan y minimizar los efectos secundarios de la operación. La linfadenectomía retroperitoneal solo debe ser realizada por un cirujano altamente experimentado en esta operación. Algunos cirujanos realizan la linfadenectomía retroperitoneal laparoscópica, en la que se hacen varias incisiones más pequeñas en lugar de 1 incisión grande, pero este enfoque aún se está estudiando, requiere un cirujano especializado en el procedimiento y puede no ser tan eficaz.

Lea a continuación para obtener más información acerca de cuándo puede usarse la linfadenectomía retroperitoneal.

La linfadenectomía retroperitoneal para un tumor no seminomatoso en estadio I y IIA

La linfadenectomía retroperitoneal como tratamiento primario para el tumor no seminomatoso en estadio I y IIA ayuda a reducir el riesgo de recurrencia y se usa para determinar el estadio del cáncer. En aproximadamente el 25 % de los pacientes con un tumor no seminomatoso en estadio clínico I que se someten a una linfadenectomía retroperitoneal, se detectan ganglios linfáticos con cáncer. En otras palabras, la cirugía revela que tienen enfermedad en estadio II. Los médicos ahora pueden determinar mejor qué tumores en estadio I tienen más probabilidades de haberse diseminado a los ganglios linfáticos o más allá, en función de los resultados de las pruebas patológicas realizadas en el tumor en el testículo después de la extirpación. La decisión de realizar una linfadenectomía retroperitoneal puede depender de los factores de riesgo del paciente. La linfadenectomía retroperitoneal es una opción de tratamiento razonable cuando un paciente puede ir a un urólogo con amplia experiencia en la linfadenectomía retroperitoneal. Si se opta para una linfadenectomía retroperitoneal para un tumor no seminomatoso en estadio I, generalmente se realiza dentro de las 6 semanas después de la orquiectomía.

Si 5 o menos ganglios linfáticos tienen cáncer y ninguno mide más de 2 cm (pN1), esta cirugía sola es exitosa en 80 % a 90 % de pacientes, mientras que alrededor de 10 % a 20 % de pacientes tendrá una recurrencia. Si más ganglios linfáticos tienen cáncer (pN2 o pN3), la cirugía sola resulta exitosa en aproximadamente el 50 % de los pacientes, mientras que el otro 50 % tendrá una recurrencia. La ventaja de la linfadenectomía retroperitoneal es que puede curar la mayoría de los pacientes con pequeñas cantidades de cáncer en los ganglios linfáticos, proporcionar una evaluación más exacta del alcance de la enfermedad y evitar la necesidad de realizar exploraciones por TC del abdomen frecuentes durante la atención de seguimiento. También reduce la probabilidad de que una persona con cáncer de testículo en estadio inicial (estadio I) necesite quimioterapia.

Así como la linfadenectomía retroperitoneal puede revelar la presencia del cáncer en los ganglios linfáticos que parecían normales en las exploraciones por TC para las personas con un tumor no seminomatoso en estadio clínico I, la cirugía también puede revelar que no hay presencia de cáncer en los ganglios linfáticos que se veían agrandados en una exploración por TC, lo cual se denomina enfermedad en estadio clínico II. Para las personas con cáncer testicular no seminomatoso en estadio clínico IIA, hasta 20 % a 30 % efectivamente tendrá cáncer en estadio patológico I, lo cual significa que el cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos. En estas situaciones, la linfadenectomía retroperitoneal puede ayudar a evitar la quimioterapia innecesaria.

La principal desventaja de esta cirugía para un tumor no seminomatoso en estadio I es que el 70 % de los pacientes se cura con la extirpación del testículo. Para estos pacientes, una linfadenectomía retroperitoneal no ofrece ningún beneficio curativo, aunque sí le permite al paciente evitar exploraciones por TC habituales y puede brindarle tranquilidad.

A pesar de la cirugía, alrededor del 10 % de los tipos de cáncer de testículo reaparecen incluso si se detectó que los ganglios linfáticos no tenían cáncer. Si se detectan ganglios linfáticos con cáncer durante la linfadenectomía retroperitoneal, 2 ciclos de quimioterapia (consulte a continuación) pueden ayudar a disminuir la probabilidad de recurrencia a aproximadamente el 1 %. Sin embargo, la vigilancia también es una opción, y el tratamiento con quimioterapia solamente se inicia si el cáncer reaparece. Esto se debe a que este tipo de cáncer tiene más de 95 % de probabilidades de cura con 3 ciclos de quimioterapia si la recurrencia se diagnostica temprano a través del monitoreo regular.

La linfadenectomía retroperitoneal para extirpar tumores residuales después de la quimioterapia

Se recomienda la linfadenectomía retroperitoneal para las personas con tumor no seminomatoso en estadio II o estadio III que tienen masas retroperitoneales que permanecen después de finalizar la quimioterapia (consulte a continuación). En las personas con tumor no seminomatoso, cualquier masa de más de 1 cm que quede después de la quimioterapia se extirpa si es posible. Aproximadamente 35 % al 40 % de los pacientes que someten a la linfadenectomía retroperitoneal tendrá una masa que contiene teratoma. Alrededor del 10 % al 15 % tendrá 1 de los otros tipos de cáncer de células germinales. En el otro 40 % a 50 % no se detectará ningún tipo de cáncer o teratoma y solo habrá cicatrices y/o tejido de ganglios linfáticos normal.

Por lo general, solo se necesita la linfadenectomía retroperitoneal después de la quimioterapia si se observan ganglios linfáticos que miden más de 1.0 cm en los estudios por imágenes obtenidos después de finalizar la quimioterapia. Sin embargo, algunos centros de tratamiento realizarán una linfadenectomía retroperitoneal después de la quimioterapia en ellos que tenían agrandamiento de los ganglios linfáticos retroperitoneales antes de la quimioterapia, incluso si los ganglios linfáticos vuelven a medir menos de 1 cm después de la quimioterapia.

En el caso de un teratoma, no se administra ningún tratamiento adicional después de la linfadenectomía retroperitoneal. En el caso de un seminoma, carcinoma embrionario, tumor en el saco vitelino o coriocarcinoma, en general, se recomiendan 2 ciclos adicionales de quimioterapia después de la linfadenectomía retroperitoneal.

La linfadenectomía retroperitoneal para seminoma puro

Las masas que miden menos de 3 cm, en general, se dejan en su lugar y se monitorean para detectar cambios mediante exploraciones por TC. Los pacientes con seminomas puros, que tienen masas que miden más de 3 cm después de la quimioterapia, también pueden someterse a exploraciones por TC para monitorear el cáncer. También pueden someterse a una cirugía para extirpar las masas u obtener una muestra de tejido o realizarse una TEP. Si se detectan más masas durante la TEP, en general, se realiza una cirugía para determinar si las masas contienen cáncer.

Efectos secundarios de la linfadenectomía retroperitoneal

Algunos pacientes pueden experimentar efectos secundarios temporales de la linfadenectomía retroperitoneal, como una obstrucción intestinal o infección. Este procedimiento no debería afectar la capacidad de tener una erección, un orgasmo o relaciones sexuales. Sin embargo, puede causar infertilidad, ya que puede dañar los nervios que controlan la eyaculación, lo cual puede hacer que la incapacidad de eyacular. La linfadenectomía retroperitoneal realizada después de la quimioterapia es una cirugía más compleja y tiene más probabilidades de causar la pérdida de la eyaculación y otros efectos secundarios.

Se recomienda que los pacientes consideren utilizar un banco de esperma antes de la linfadenectomía retroperitoneal. Hay técnicas quirúrgicas que, por lo general, pueden preservar los nervios que intervienen en la eyaculación cuando la linfadenectomía retroperitoneal se realiza como tratamiento para el cáncer en estadio I o estadio II. Sin embargo, estas técnicas son muchos menos eficaces cuando la linfadenectomía retroperitoneal se realiza para extirpar masas residuales después de la quimioterapia. Hable acerca de estas inquietudes con sus médicos antes de la cirugía.

Otros tipos de cirugía para extirpar el cáncer restante después de la quimioterapia

Después de la quimioterapia (consulte a continuación), es posible que aún quede cáncer en los pulmones, el hígado, otros órganos o en los ganglios linfáticos de la pelvis, el tórax o el cuello. Para las personas con tumores no seminomatoso, estos tumores también deben extirparse si es seguro hacerlo. Esto puede implicar cirugía en más de 1 parte del cuerpo. Esto tipo de cirugía es compleja y requiere un equipo experimentado de cirujanos. Si solo pueden extirpar algunos de los tumores restantes, es posible que la cirugía no realice.

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, generalmente al evitar que las células cancerosas crezcan, se dividan y produzcan más células. La quimioterapia es administrada por un oncólogo clínico, un médico especializado en el tratamiento del cáncer con medicamentos.

La quimioterapia para el cáncer de testículo se administra directamente en una vena, de modo que ingresa al torrente sanguíneo y llega a las células cancerosas en todo el cuerpo. También hay tipos de quimioterapia que se pueden tomar por boca, pero, en general, no se usan para el cáncer de testículo.

Un régimen o programa de quimioterapia normalmente consiste en una cantidad específica de ciclos de tratamiento que se administran en un plazo determinado. Un ciclo de quimioterapia para el cáncer de testículo normalmente dura 3 semanas. Se puede tratar el cáncer testicular con 1 a 4 ciclos de quimioterapia, según el estadio del cáncer. Durante el tratamiento, un paciente puede recibir 1 fármaco por vez o una combinación de diferentes fármacos administrados al mismo tiempo.

Los siguientes fármacos se usan para el cáncer de testículo, generalmente en las combinaciones que se enumeran más adelante. Sin embargo, los fármacos que se usan para el cáncer de testículo cambian y pueden usarse fármacos distintos de los mencionados a continuación. Hable con su médico acerca de sus opciones de quimioterapia.

  • Bleomicina (disponible como fármaco genérico)

  • Carboplatino (disponible como fármaco genérico)

  • Cisplatino (disponible como fármaco genérico)

  • Etopósido (disponible como fármaco genérico)

  • Gemcitabina (Gemzar)

  • Ifosfamida (Ifex)

  • Oxaliplatino (Eloxatin)

  • Paclitaxel (disponible como fármaco genérico)

  • Vinblastina (disponible como fármaco genérico)

Los siguientes regímenes de quimioterapia se pueden usar para el cáncer de testículo.

  • BEP: bleomicina, etopósido y cisplatino

  • Carboplatino (para el seminoma puro en estadio I solamente)

  • EP: etopósido y cisplatino

  • TIP: paclitaxel, ifosfamida y cisplatino

  • VeIP: vinblastina, ifosfamida y cisplatino

  • VIP: etopósido, ifosfamida y cisplatino

  • Carboplatino y etopósido en dosis alta

  • Gemcitabina, paclitaxel, y oxaliplatino

En general, la enfermedad en estadios más avanzados se trata con más quimioterapia. El régimen de quimioterapia apropiado depende del estadio del cáncer, si se trata de un tumor seminomatoso o no seminomatoso, y si la quimioterapia se ha utilizado para tratar el cáncer antes. Además, los niveles de AFP y beta-hCG ayudan al médico determinar cuánta quimioterapia es necesaria. A continuación, se analizan en más detalle los regímenes de quimioterapia para estadios específicos.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la quimioterapia.

Efectos secundarios de la quimioterapia

La quimioterapia funciona muy bien para el cáncer de testículo, pero puede causar complicaciones y efectos secundarios. Los efectos secundarios frecuentes de la quimioterapia incluyen fatiga, náuseas y vómitos, entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies, pérdida de la audición de sonidos agudos y zumbido en los oídos. También existe un riesgo de infecciones graves; por lo tanto, debe hablar con su equipo de atención médica acerca de cómo ayudar a prevenir infecciones. El fármaco bleomicina está vinculado con una inflamación peligrosa de los pulmones; por lo tanto, es importante que informe a su equipo de atención médica de inmediato si presenta falta de aire, dificultad para respirar o tos persistente. Las personas que recibieron tratamiento para el cáncer de testículo también tienen un mayor riesgo de formación de coágulos de sangre, especialmente cuando comienzan el tratamiento con quimioterapia. Informe a su equipo de atención médica de inmediato si tiene signos de un coágulo de sangre, como falta de aire, dolor en el pecho, o hinchazón en 1 o ambos brazos o piernas.

La mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia generalmente desaparecen después de finalizar el tratamiento, pero algunos pueden aparecer mucho más tarde. Estos se denominan efectos tardíos. Los efectos tardíos de la quimioterapia para el cáncer de testículo incluyen fatiga duradera, problemas cardíacos y cánceres secundarios.

Sopesar los riesgos y beneficios de la quimioterapia es un tema importante para las personas con cáncer de testículo. Sin embargo, el cáncer de testículo metastásico (consulte más información a continuación), por lo general, se puede curar solo con quimioterapia. Por lo tanto, para las personas con cáncer de testículo metastásico, los beneficios de quimioterapia, normalmente, superan los riesgos. En el caso de los pacientes con cáncer de testículo en estadio I, los riesgos de la quimioterapia pueden superar los beneficios, ya que las personas casi nunca mueren por la enfermedad, independientemente del tratamiento que reciban. Hable con su equipo de atención médica acerca de los posibles efectos secundarios a corto plazo y a largo plazo de la quimioterapia para el cáncer de testículo.

Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus potenciales efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. También es importante informar a su médico si está tomando algún otro medicamento con receta o de venta libre o suplementos. Las hierbas, los suplementos y otros fármacos pueden interactuar con los medicamentos para el cáncer. Obtenga más información sobre sus medicamentos recetados usando las bases de datos de fármacos en las que se pueden realizar búsquedas (en inglés).

Radioterapia

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para eliminar las células cancerosas. Un régimen o programa de radioterapia, normalmente consiste en una cantidad específica de tratamientos que se administran durante un período determinado. El tipo más frecuente de tratamiento de radiación se denomina radioterapia con haz externo, que se aplica desde una máquina externa al cuerpo. En el caso del cáncer de testículo, la radiación en general se dirige a los ganglios linfáticos en el abdomen para el seminoma puro en estadio I o II. A veces, la radiación se dirige a los ganglios linfáticos en el mismo lado de la pelvis que el testículo donde comenzó el cáncer.

La radioterapia para el seminoma en estadio I actualmente se usa con menos frecuencia que en el pasado. En muchos centros de tratamiento, se usa habitualmente la vigilancia o, con menos frecuencia, la quimioterapia con carboplatino en lugar de la radioterapia, como tratamiento preferido para el seminoma en estadio I, debido al riesgo de que la radioterapia cause otros tipos de cáncer y enfermedad cardíaca. Sin embargo, la radioterapia sigue siendo una opción para el seminoma puro en estadio I, IIA y IIB. También se usa a veces para tratar metástasis cerebrales de tumores seminomatosos o no seminomatosos, pero el cáncer de testículo en raras ocasiones se disemina al cerebro.

Efectos secundarios de la radioterapia

Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones leves en la piel, malestar estomacal, deposiciones líquidas y úlceras pépticas. Existen medicamentos que pueden ser útiles para prevenir o reducir las náuseas y los vómitos durante la radioterapia. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco tiempo después de finalizado el tratamiento. La radioterapia puede causar problemas en la producción de espermatozoides, pero, en la actualidad, esto es menos frecuente con las nuevas técnicas de radiación que pueden ayudar a preservar la fertilidad.

La radioterapia aumenta el riesgo de cánceres secundarios muchos años después del tratamiento y puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos y enfermedad gastrointestinal. Hable con su médico sobre su riesgo de efectos secundarios a largo plazo antes de comenzar la radioterapia.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la radioterapia.

Tratamiento según el estadio del cáncer

Se pueden recomendar diferentes tratamientos para cada estadio del cáncer de testículo. Las opciones de tratamiento para el cáncer de testículo dependen de si el cáncer es seminomatoso o no seminomatoso (consulte Introducción) y del estadio del cáncer (consulte Estadios). Después de un examen físico, las pruebas de estadificación y la extirpación del testículo canceroso, usted y su médico analizarán sus opciones de tratamiento. Los ensayos clínicos también pueden ser una opción de tratamiento contra cada estadio. A continuación, se describen en más detalle las opciones de tratamiento para el cáncer seminomatoso y no seminomatoso en estadio inicial, estadio avanzado y recurrente.

Cáncer de testículo no seminomatoso en estadio clínico I

Aproximadamente el 25 % de los pacientes con cáncer no seminomatoso en estadio clínico I tienen pequeñas áreas de cáncer metastásico que no se pueden observar en las exploraciones por TC cuando se diagnostica. Con el tiempo, estas áreas pueden crecer, a menos que se administre un tratamiento adicional después de la orquiectomía. El resto de los pacientes se cura cuando se extirpa el testículo con cáncer. La mayoría de las recurrencias del cáncer no seminomatoso en estadio I se producen dentro de 9 meses después del diagnóstico y ocurren en el retroperitoneo. Las personas con enfermedad en estadio clínico I tienen las siguientes opciones después de la cirugía:

  • Vigilancia. Esta opción implica realizarse exploraciones por TC de abdomen y pelvis cada 3 a 6 meses durante el primer año, cada 4 a 12 meses en el segundo año y cada 6 a 12 meses en el tercero al quinto año. Se realizan exámenes físicos y las pruebas de marcadores tumorales para medir la beta-hCG y la AFP cada 1 a 2 meses durante los primeros 12 meses, cada 2 a 3 meses en el segundo año, cada 3 a 4 meses en el tercero y cuarto año, cada 6 meses en el quinto año y luego anualmente. Normalmente se necesita una radiografía de tórax cada dos visitas. Si el cáncer reaparece, 3 ciclos de quimioterapia tratan exitosamente el cáncer en más del 95 % de los pacientes. La linfadenectomía retroperitoneal puede usarse para tratar el cáncer recurrente, si se limita a los ganglios linfáticos retroperitoneales.

  • La linfadenectomía retroperitoneal. Como se describió anteriormente, esta es una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos retroperitoneales ubicados en la parte posterior del abdomen. Después de la linfadenectomía retroperitoneal, el riesgo de recurrencia es inferior al 10 %, si no se detecta la presencia de cáncer en los ganglios linfáticos. La mayoría de estas recurrencias ocurren en los pulmones o en los ganglios linfáticos del tórax y casi siempre se producen dentro de los 2 años después de la linfadenectomía retroperitoneal.

  • Quimioterapia. Esta opción implica recibir quimioterapia poco tiempo después de la extirpación quirúrgica del testículo y se denomina quimioterapia adyuvante. El enfoque que se usa con más frecuencia es la administración de 1 ciclo de quimioterapia con BEP de 3 semanas de duración. A veces, pueden administrarse 2 ciclos de quimioterapia con BEP, pero 1 ciclo es más frecuente. La ventaja de este enfoque es que reduce la tasa de recurrencia de un 25 % a menos del 3 %. La principal desventaja es que el 75 % de los pacientes no necesitan la quimioterapia debido a que ya se han curado con la extirpación quirúrgica del testículo. Por lo tanto, algunos médicos no recomiendan el uso de quimioterapia para el cáncer no seminomatoso en estadio I, mientras que otros pueden recomendar el uso de quimioterapia adyuvante solo para ellos que tienen un riesgo mayor de recurrencia, de manera tal que menos personas reciban tratamiento innecesario.

Cáncer de testículo seminomatoso en estadio clínico I

Más del 80 % de las personas con cáncer seminomatoso en estadio clínico I se curan solo con la orquiectomía, mientras que el 15 % al 20 % restante tendrá una recurrencia si no se le administra tratamiento adicional. La mayoría de las recurrencias se producen dentro de los 12 meses después del diagnóstico y la ubicación de la recurrencia, por lo general, es en el retroperitoneo. Las recurrencias del cáncer seminomatoso en estadio I casi siempre se pueden curar con radioterapia, aunque unos pocos pacientes necesitarán quimioterapia.

  • Vigilancia. La vigilancia es el método estándar para el manejo del cáncer seminomatoso en estadio I. Con un programa de vigilancia, el riesgo de muerte por cáncer seminomatoso en estadio I es inferior al 1 %. A diferencia de la vigilancia para el cáncer no seminomatoso, una persona que recibe vigilancia por cáncer seminomatoso no tiene que visitar al médico con tanta frecuencia. Si bien esto puede variar, un programa frecuente incluye visitas al médico cada 4 meses durante los primeros 2 a 3 años, cada 6 meses durante los próximos 3 años, y, luego, anualmente hasta, al menos, 5 años después del diagnóstico original. Las siguientes pruebas se realizan en cada visita: exploración por TC de abdomen y pelvis, radiografía de tórax y examen físico. Al mismo tiempo, pueden hacerse análisis de sangre para medir los marcadores tumorales séricos beta-hCG y AFP, pero es necesario realizar más investigaciones para determinar si es útil analizar los marcadores tumorales séricos para estas personas.

  • Radioterapia adyuvante. Es la radioterapia que se administra después de la cirugía. El cáncer seminomatoso es muy diferente del no seminomatoso, y el seminoma en estadio inicial se puede tratar de manera eficaz con radioterapia. La probabilidad de recurrencia se puede reducir a menos del 5 % con 10 a 15 tratamientos de radioterapia al retroperitoneo. La radioterapia adicional a la pelvis no reduce el riesgo general de recurrencia, pero sí reduce el riesgo de recurrencia en la pelvis. Algunos médicos prefieren tratar solo el retroperitoneo. Otros prefieren incluir la pelvis para prevenir recurrencias en esa área, lo cual significa que no será necesario un seguimiento con estudios por imágenes de la pelvis para detectar una recurrencia.

    La desventaja de la radioterapia para el cáncer seminomatoso en estadio clínico I es que más del 80 % de los pacientes reciben tratamiento innecesario, ya que se curaron con la orquiectomía. Esta es una inquietud porque la radioterapia aumenta el riesgo de desarrollar otro tipo de cáncer y problemas cardíacos.

  • Quimioterapia adyuvante. Es la quimioterapia después de la cirugía. La quimioterapia para el cáncer seminomatoso en estadio I es una opción de tratamiento más nueva y controvertida que la vigilancia o la radioterapia. Estudios han demostrado que con carboplatino el riesgo de recurrencia después de la orquiectomía puede reducirse de 18 % a aproximadamente 2 % con 2 dosis de carboplatino y a aproximadamente 5 % a 6 % con 1 dosis de carboplatino. Debido a que el uso de carboplatino es un enfoque más nuevo, hay menos información sobre los efectos a largo plazo del tratamiento. Por lo tanto, muchos expertos creen que se necesita más información antes de recomendar este enfoque de tratamiento. Por otro lado, muchos otros expertos han aceptado al carboplatino como una nueva opción de tratamiento para el cáncer seminomatoso en estadio I y figura como opción de tratamiento estándar en la mayoría de las guías de tratamiento para el cáncer de testículo. La esperanza es que el carboplatino cause menos problemas que la radioterapia, pero no se sabrá si es así hasta que la salud de ellos que han recibido carboplatino se haya monitoreado por un período más prolongado. Algunos problemas de los tratamientos contra el cáncer no aparecen hasta 10 a 20 años después.

Cáncer de testículo metastásico

Si el cáncer se ha diseminado a otros lugares del cuerpo, recibe el nombre de cáncer metastásico. Si esto sucede, es una buena idea hablar con médicos que tienen experiencia en tratarlo. Los médicos pueden tener opiniones diferentes sobre el mejor plan de tratamiento estándar. Los ensayos clínicos también pueden ser una opción. Obtenga más información sobre la búsqueda de una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento, a fin de estar tranquila con el plan de tratamiento elegido. Sin embargo, el cáncer de testículo es de rápido crecimiento y es importante comenzar el tratamiento de inmediato. Si desea obtener una segunda opinión, hable con el médico en el plazo de 1 o 2 semanas después del diagnóstico.

Su plan de tratamiento se basa en muchos factores individuales, incluido el estadio del cáncer (es decir, si el cáncer se ha diseminado) y el nivel de los marcadores tumorales séricos, como AFP, beta-hCG y lactato deshidrogenasa (LDH). El tratamiento inicial del cáncer de testículo metastásico es normalmente quimioterapia. Los cuidados paliativos también serán importantes para ayudar a aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Para la mayoría de las personas, un diagnóstico de cáncer metastásico es muy estresante y difícil. Se alienta a usted y su familia a que hablen sobre cómo se sienten con los médicos, el personal de enfermería, los trabajadores sociales u otros integrantes del equipo de atención médica. También puede ser útil hablar con otros pacientes, incluso a través de un grupo de apoyo.

Cáncer de testículo no seminomatoso en estadio clínico II

Primero se realiza la cirugía para extirpar el testículo, seguida de tratamiento adicional. La elección del tratamiento después de orquiectomía depende de los niveles de marcadores tumorales séricos del paciente y el tamaño de los ganglios linfáticos retroperitoneales. A continuación, se enumeran las opciones de tratamiento disponibles para las personas con cáncer no seminomatoso en estadio clínico II después de la cirugía. Se recomienda que usted considere el uso de un banco de esperma antes de comenzar a recibir estos tratamientos debido al riesgo de infertilidad.

  • Quimioterapia. La quimioterapia es una opción estándar para cualquier persona con cáncer de testículo en estadio II. En general se administra una combinación de fármacos después de la cirugía para extirpar el testículo. La quimioterapia es el tratamiento más frecuente para la enfermedad en estadios IIB e IIC, y para los pacientes con enfermedad en estadio IIA, cuyos marcadores tumorales séricos permanecen elevados después de la orquiectomía. Para los pacientes con enfermedad en estadio IIA y marcadores tumorales séricos normales, es posible que se recomiende quimioterapia o linfadenectomía retroperitoneal.

  • La linfadenectomía retroperitoneal. Como se describió anteriormente, esta es una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos retroperitoneales ubicados en la parte posterior del abdomen. Esta es una opción de tratamiento estándar después de la orquiectomía cuando los niveles de marcadores tumorales séricos han vuelto a la normalidad, ninguno de los ganglios linfáticos mide más de 2 cm y no hay más de 5 ganglios linfáticos agrandados. Puede recomendarse quimioterapia después de la linfadenectomía retroperitoneal si se detecta una gran cantidad de cáncer en los ganglios linfáticos extirpados.

Cáncer de testículo seminomatoso en estadio clínico II

Primero se realiza la cirugía para extirpar el testículo y los ganglios linfáticos con cáncer, seguida de tratamiento adicional, que en general es quimioterapia. El principal factor en la decisión sobre el tratamiento después de la cirugía para un cáncer seminomatoso en estadio II es el tamaño de los ganglios linfáticos retroperitoneales. También se recomienda que usted considere el uso de un banco de esperma antes de comenzar a recibir los siguientes tratamientos debido al riesgo de la infertilidad.

  • Quimioterapia. La quimioterapia con una combinación de fármacos se administra después de la cirugía para extirpar el testículo. La quimioterapia es el tratamiento estándar para el cáncer seminomatoso en estadio II (IIA, IIB y IIC) y la opción preferida para el estadio IIB y el estadio IIC, ya que tiene más probabilidades de eliminar el cáncer.

  • Radioterapia. Cuando los ganglios linfáticos miden menos de 3 cm (estadio IIA y estadio inicial IIB), puede administrarse radioterapia a los ganglios linfáticos en el abdomen y la pelvis después de la cirugía. Como alternativa, se puede administrar quimioterapia en lugar de radioterapia. Los expertos disienten acerca de si la opción preferida para pacientes en estadio IIA y estadio inicial IIB es la radioterapia o la quimioterapia. Ambos enfoques curan al 90 % o más de los pacientes en estos estadios. Una ventaja de la radioterapia es que no aumenta el riesgo de desarrollar infecciones graves, mientras que la quimioterapia sí. Tanto la quimioterapia como la radioterapia se asocian con un aumento del riesgo de cánceres secundarios en el futuro.

Cáncer de testículo no seminomatoso en estadio III

Las siguientes opciones de tratamiento están disponibles para las personas con cáncer no seminomatoso en estadio III. Se recomienda que usted considere el uso de un banco de esperma antes de comenzar el tratamiento debido al riesgo de la infertilidad.

  • Quimioterapia. La quimioterapia se usa para tratar cáncer no seminomatoso que se ha diseminado más allá de los testículos. El régimen que se administra con más frecuencia es BEP, que es una combinación de bleomicina, etopósido y cisplatino (consulte la sección Quimioterapia, más arriba). Los tratamientos se administran en ciclos de 3 semanas y los pacientes reciben 3 o 4 ciclos de quimioterapia durante un período de tratamiento total de 9 a 12 semanas. Cada fármaco se administra por vía intravenosa. El cisplatino y etopósido se administran cada día durante los primeros 5 días. Se administran líquidos intravenosos antes y después del cisplatino para reducir el riesgo de daño a los riñones. El tratamiento dura alrededor de 6 horas en estos días. La bleomicina se administra una vez por semana, en general, en el día uno, ocho y quince de los ciclos de 21 días. El tratamiento dura alrededor de 30 minutos en los días en que se administra solo bleomicina.

    Una parte importante del tratamiento es la cirugía para extirpar cualquier masa restante después de finalizar la quimioterapia. La probabilidad de que la quimioterapia trate este tipo de cáncer de manera exitosa depende de la categoría del grupo de riesgo (consulte Estadios). Más de la mitad de los tipos de cáncer de testículo no seminomatosos metastásicos se clasifican como de bajo riesgo y más del 90 % de estos se tratarán exitosamente con 3 ciclos de quimioterapia con BEP o 4 ciclos de quimioterapia con EP. EP es una combinación de los fármacos etopósido y cisplatino. Se administra en los primeros 5 días de un ciclo de 21 días.

    Aproximadamente el 25 % de los tumores no seminomatosos metastásicos son de pronóstico intermedio y el 80 % de estos se tratan exitosamente con 4 ciclos de BEP más cirugía para extirpar cualquier masa restante. Aproximadamente el 15 % de los tumores no seminomatosos metastásicos son de pronóstico desfavorable y aproximadamente el 50 % al 70 % de estos se tratan exitosamente con 4 ciclos de BEP más cirugía para extirpar cualquier masa restante. En el caso de los pacientes con enfermedad de pronóstico intermedio o desfavorable, que no pueden recibir bleomicina debido a efectos secundarios, 4 ciclos de quimioterapia con VIP, cada uno con una duración de 21 días, han demostrado funcionar tan bien como 4 ciclos de BEP. El VIP consiste en quimioterapia con etopósido, ifosfamida y cisplatino más un medicamento denominado mesna (Mesnex). Cada uno de los medicamentos se administra en los primeros 5 días del ciclo de 21 días.

  • Cirugía después de la quimioterapia. Después de finalizar la quimioterapia, se hacen radiografías o exploraciones por TC nuevamente para observar si hay masas restantes. Si hay masas, se extirpan con cirugía, si es posible. La probabilidad de que la cirugía cure el cáncer es mayor si los niveles de marcadores tumorales séricos son normales después de la quimioterapia. Esta cirugía es difícil y requiere de un cirujano con experiencia, que realice este tipo de operaciones habitualmente. Muy rara vez, si la masa está ejerciendo presión sobre el riñón o los vasos sanguíneos principales del retroperitoneo, es posible que sea necesario extirpar el riñón y/o una parte de los vasos sanguíneos. Con frecuencia, en esta situación, los nervios que intervienen en la eyaculación no pueden preservarse.

    Durante la cirugía, hay aproximadamente un 40 % a un 50 % de probabilidades de que solo se encuentre tejido cicatrizal, un 35 % a un 40 % de probabilidades de que haya un teratoma y un 10 % a un 15 % de probabilidades de que haya algún otro tipo de tumor de células germinales, como carcinoma embrionario, seminoma, tumor de saco vitelino o coriocarcinoma. Si solo se detecta tejido cicatrizal y/o un teratoma, no es necesario ningún tratamiento adicional. Si se detecta la presencia de cáncer, pueden administrarse 2 ciclos más de quimioterapia. El régimen de quimioterapia utilizado normalmente es EP, TIP, VeIP o VIP.

  • Ensayos clínicos. También se recomienda que los pacientes con enfermedad de pronóstico desfavorable consideren participar en ensayos clínicos como una opción de tratamiento.

Cáncer de testículo seminomatoso metastásico en estadio III

Las siguientes opciones de tratamiento están disponibles para las personas con cáncer de testículo seminomatoso en estadio III. Se recomienda que usted considere el uso de un banco de esperma antes de comenzar el tratamiento debido al riesgo de la infertilidad.

  • Quimioterapia. La quimioterapia para el cáncer seminomatoso metastásico es la misma que para el cáncer no seminomatoso metastásico (consulte más arriba). Aproximadamente el 90 % de los cánceres seminomatosos metastásicos son de pronóstico favorable y se tratan exitosamente con 3 ciclos de BEP o 4 ciclos de etopósido y cisplatino. Aproximadamente el 10 % de los cánceres seminomatosos metastásicos son de pronóstico intermedio y, por lo general, se tratan con 4 ciclos de BEP.

  • Cirugía después de la quimioterapia/radioterapia. Es bastante frecuente que se detecte una masa en los estudios por imágenes después de finalizar la quimioterapia o radioterapia. Hay una probabilidad inferior al 10 % de que esta masa contenga cáncer y casi ninguna probabilidad de que contenga un teratoma. Las principales opciones de tratamiento son vigilancia activa o cirugía. Dicha cirugía, a menudo, es muy difícil debido a una reacción “similar a cicatrización” que hace que la masa sea difícil de extirpar. Esto es exclusivamente para el cáncer seminomatoso. Las masas más grandes tienen más probabilidades de ser cancerosas; por lo tanto, algunos médicos recomiendan vigilancia cuando una masa mide menos de 3 cm y cirugía cuando una masa mide 3 cm o más.

    Un tipo específico de tomografía por emisión de positrones (TEP), denominada FDG-TEP, puede usarse para obtener más información sobre la masa. Después de realizar la TEP, el cirujano operará solo si la exploración mostró signos de cáncer en la masa restante. El principal beneficio de una TEP es evitar la cirugía para extirpar masas que no son cancerosas. Sin embargo, estudios recientes han sugerido que los resultados de la TEP en estas situaciones pueden no ser exactos. Esto se debe a que hay masas que presentan signos de cáncer en la TEP, pero que en realidad no contienen cáncer una vez que se las extirpa y analiza.

    Si se recomienda la cirugía, pero el cirujano determina que la masa no se puede extirpar, a menudo se realiza una biopsia para intentar averiguar si la masa es cancerosa. Si se detecta cáncer (seminoma), entonces se administra quimioterapia adicional. Esto se denomina "quimioterapia de segunda línea". Si se recomienda la vigilancia activa y la masa crece, la quimioterapia de segunda línea es el tratamiento preferido.

Remisión y probabilidad de recurrencia

Una remisión se produce cuando el cáncer no puede detectarse en el cuerpo y no hay síntomas. Esto también puede denominarse “sin evidencia de enfermedad”.

Una remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre hace que a muchas personas les preocupe que el cáncer regrese. Aunque muchas remisiones son permanentes, es importante hablar con su médico sobre la posibilidad de que el cáncer reaparezca. Comprender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento puede ayudarla a sentirse más preparada si, en efecto, el cáncer reaparece. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar el temor a la recurrencia.

Los exámenes de seguimiento periódicos, para detectar signos de que el cáncer puede estar regresando, son sumamente importantes. Si el cáncer regresa después del tratamiento original, se denomina “cáncer recurrente”. El cáncer puede reaparecer en el mismo lugar (lo cual se denomina recurrencia local), en las cercanías (recurrencia regional) o en otro lugar (recurrencia distante). El cáncer de testículo normalmente no se repite como recurrencia local ya que se extirpa todo el testículo. El aumento de los niveles de beta-hCG o AFP puede ser un signo de que el cáncer ha regresado y es necesario más tratamiento. Se recomienda que las personas que hayan tenido una recurrencia del cáncer de testículo consulten a un médico que sea experto en el tratamiento del cáncer de testículo recurrente antes de elegir un enfoque de tratamiento.

Si el cáncer de testículo se repite, volverá a comenzar un nuevo ciclo de pruebas para obtener toda la información posible sobre la recurrencia. Después de realizadas estas pruebas, usted y su médico hablarán sobre sus opciones de tratamiento. A menudo, el plan de tratamiento incluirá los tratamientos descritos anteriormente, como, por ejemplo, cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero quizás se combinen de un modo diferente o se administren con una frecuencia diferente. El médico puede sugerirle ensayos clínicos que estén estudiando métodos nuevos para tratar este tipo de cáncer recurrente. Sea cual sea el plan de tratamiento que usted elija, los cuidados paliativos serán importantes para aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Para el cáncer de testículo recurrente, el tratamiento generalmente incluye quimioterapia y cirugía. Si el cáncer era de estadio I y regresa durante la vigilancia activa, entonces el tratamiento más frecuente es la quimioterapia con 3 o 4 ciclos de BEP o 4 ciclos de EP según el estadio del cáncer. Si el cáncer está solo en los ganglios linfáticos retroperitoneales y es un seminoma puro, entonces la radioterapia o la quimioterapia son ambas opciones de tratamiento. Si el cáncer está solo en los ganglios linfáticos retroperitoneales, los marcadores tumorales séricos son normales y el cáncer es no seminomatoso, entonces se podría recomendar quimioterapia o linfadenectomía retroperitoneal. Si los niveles de marcadores tumorales séricos son elevados, en general, se prefiere la quimioterapia.

El tratamiento estándar para el cáncer de testículo recurrente que ha sido tratado previamente con quimioterapia es 4 ciclos de quimioterapia de dosis estándar o de 2 a 3 ciclos de quimioterapia de dosis alta. Los regímenes quimioterapéuticos de dosis estándar incluyen VeIP y TIP. La quimioterapia de dosis alta generalmente incluye carboplatino, etopósido, y, en ocasiones, otros fármacos. Se desconoce si la quimioterapia de dosis alta funciona mejor que la quimioterapia de dosis estándar. Si se administra quimioterapia, cualquier masa restante se trata de la misma manera que después de la quimioterapia inicial (consulte más arriba). Las opciones de quimioterapia de tercera línea pueden incluir oxaliplatino más gemcitabina y, en ocasiones, se administra paclitaxel además de esos 2 medicamentos. La inmunoterapia con pembrolizumab (Keytruda) también puede ser una opción para pacientes con determinadas mutaciones en el cáncer. La inmunoterapia, también llamada terapia biológica, está diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza materiales producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar, dirigir o restaurar la función del sistema inmunitario. Una recurrencia más de 2 años después del tratamiento debe extirparse con cirugía, si es posible. Puede recomendarse quimioterapia o no después de la cirugía.

Las personas con cáncer recurrente a menudo sienten emociones como incredulidad o temor. Es recomendable que hable con su equipo de atención médica respecto de estos sentimientos y que solicite servicios de apoyo que lo ayuden a sobrellevar la situación. Obtenga más información sobre cómo afrontar la recurrencia del cáncer.

Si el tratamiento no funciona

Recuperarse del cáncer no siempre es posible. Si el cáncer no se puede curar o controlar, la enfermedad se puede denominar cáncer avanzado o terminal.

Este diagnóstico es estresante y, para muchas personas, hablar sobre el cáncer avanzado resulta difícil. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras con su equipo de atención médica a fin de expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. El equipo de atención médica tiene habilidades especiales, experiencia y conocimientos para brindar apoyo a los pacientes y a sus familiares, y está aquí para ayudar. Es extremadamente importante asegurarse de que una persona se sienta físicamente cómoda, que no tenga dolor y que reciba apoyo emocional.

Es posible que las personas con cáncer avanzado y con una expectativa de vida inferior a 6 meses quieran considerar los cuidados para enfermos terminales. Los cuidados para enfermos terminales están pensados para proporcionar la mejor calidad de vida posible para las personas que están cerca de la etapa final de la vida. Es recomendable que usted y su familia hablen con el equipo de atención médica respecto a las opciones de cuidados para enfermos terminales, que incluyen cuidados domiciliarios para enfermos terminales, cuidados en un hospital de cuidados paliativos u otros lugares de atención médica. El cuidado de enfermería y los equipos especiales pueden hacer que permanecer en el hogar sea una opción factible para muchas familias. Obtenga más información sobre la planificación de la atención del cáncer avanzado.

Después de la muerte de un ser querido, muchas personas necesitan apoyo para ayudarlas a sobrellevar la pérdida. Obtenga más información sobre duelo y pérdida.

La siguiente sección de esta guía es Acerca de los ensayos clínicos. Ofrece más información sobre los estudios de investigación que se centran en buscar mejores maneras de atender a las personas con cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Acerca de los ensayos clínicos

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre los ensayos clínicos, los cuales son la principal forma en que se prueban enfoques médicos nuevos para averiguar qué tan bien funcionan. Use el menú para ver otras páginas.

¿En qué consisten los ensayos clínicos?

Los médicos y científicos por lo general buscan mejores métodos para el tratamiento de las personas que tienen cáncer de testículo. Para realizar avances científicos, los médicos desarrollan estudios de investigación, que se denominan ensayos clínicos, en los que participan voluntarios. Todos los fármacos aprobados en la actualidad por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU. se evaluaron en ensayos clínicos.

Los ensayos clínicos se usan para todos los tipos y estadios de cáncer de testículo. Muchos se centran en nuevos tratamientos para determinar si un tratamiento nuevo es seguro, eficaz y posiblemente mejor que los tratamientos ya existentes. Estos tipos de estudios evalúan fármacos nuevos, diferentes combinaciones de tratamientos, enfoques nuevos de radioterapia o cirugía, y métodos nuevos de tratamiento.

Las personas que participan en los ensayos clínicos pueden ser algunas de las primeras en recibir un tratamiento antes de que esté disponible para el público en general. Sin embargo, existen algunos riesgos en los ensayos clínicos, incluidos efectos secundarios posibles y la posibilidad de que el nuevo tratamiento no funcione. Se recomienda a las personas que hablen con su equipo de atención médica acerca de las ventajas y las desventajas de participar en un estudio en particular.

Algunos ensayos clínicos estudian nuevas formas de aliviar los síntomas y los efectos secundarios durante el tratamiento. Otros estudian cómo manejar los efectos tardíos que pueden presentarse mucho tiempo después del tratamiento. Hable con su médico sobre los ensayos clínicos en relación con los síntomas y los efectos secundarios.

La decisión de participar en un ensayo clínico

Las personas deciden participar en ensayos clínicos por muchos motivos. Para algunas, el ensayo clínico es la mejor opción de tratamiento disponible. Debido a que los tratamientos estándares no son perfectos, las personas a menudo están dispuestas a enfrentar el mayor grado de incertidumbre de un ensayo clínico con la esperanza de obtener un mejor resultado. Otras personas se presentan voluntariamente para participar en ensayos clínicos porque saben que estos estudios son una forma de contribuir con el progreso del tratamiento del cáncer de testículo. Aunque el estudio clínico no los beneficie directamente, su participación puede beneficiar a futuros pacientes con cáncer de testículo.

La cobertura de seguro y los costos de los ensayos clínicos difieren según la ubicación y el estudio. En algunos programas, se reembolsan parte de los gastos generados al participar en el ensayo clínico. En otros, esto no sucede. Es importante hablar primero con el equipo de investigación y con su aseguradora para conocer si el tratamiento en un ensayo clínico se cubrirá y de qué forma. Obtenga más información sobre la cobertura de seguro médico de los ensayos clínicos.

En ocasiones, a las personas les preocupa que en un ensayo clínico no reciban tratamiento y, en su lugar, reciban un placebo o una “pastilla de azúcar”. Cuando se utilizan, los placebos normalmente se combinan con un tratamiento estándar en la mayoría de los ensayos clínicos sobre el cáncer. Siempre se informará a los participantes del estudio cuando se use un placebo en un estudio. Encuentre más información sobre el uso de placebo en ensayos clínicos sobre el cáncer (en inglés).

Seguridad del paciente y consentimiento informado

Para participar en un ensayo clínico, las personas deben participar en un proceso conocido como “consentimiento informado”. Durante el consentimiento informado, el médico debe hacer lo siguiente:

  • Describir todas las opciones de tratamiento, de manera que la persona entienda cómo es el tratamiento estándar y en qué se diferencia del tratamiento nuevo.

  • Enumerar todos los riesgos del tratamiento nuevo, que pueden o no ser diferentes de los riesgos del tratamiento estándar.

  • Explicar qué se requerirá de cada persona para participar en el ensayo clínico, incluidas la cantidad de visitas al médico, las pruebas y el programa del tratamiento.

Los ensayos clínicos también tienen ciertas reglas denominadas “requisitos de elegibilidad”, que ayudan a estructurar la investigación y mantener la seguridad de los pacientes. Usted y el equipo de investigación revisarán detenidamente estos requisitos.

Las personas que participan en un ensayo clínico pueden dejar de hacerlo en cualquier momento por motivos personales o médicos. Esto puede incluir el hecho de que el tratamiento nuevo no esté funcionando o se presenten efectos secundarios graves. Los ensayos clínicos también son monitoreados cuidadosamente por expertos que están atentos a cualquier problema en cada estudio. Es importante que las personas que participan en un ensayo clínico hablen con el médico y los investigadores acerca de quiénes serán los encargados de proporcionar tratamiento y atención durante el ensayo clínico, después de su finalización o en caso de que decidan retirarse del ensayo clínico antes de que este concluya.

Cómo buscar un ensayo clínico

Hay investigaciones en curso a través de ensayos clínicos para todos los tipos de cáncer. Si desea conocer más detalles sobre temas específicos que están en estudio con referencia al cáncer de testículo, consulte la sección Últimas investigaciones.

Cancer.Net ofrece una gran cantidad de información sobre ensayos clínicos del cáncer en otras áreas del sitio web, incluida una sección completa sobre ensayos clínicos y lugares para buscar ensayos clínicos sobre un tipo específico de cáncer.

La siguiente sección de esta guía es Últimas investigaciones. Explica áreas de investigación científica sobre el cáncer de testículo. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Últimas investigaciones

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: leerá acerca de la investigación científica que se está realizando actualmente para aprender más sobre cáncer de testículo y cómo tratarlo. Use el menú para ver otras páginas.

Los médicos están trabajando para aprender más sobre el cáncer de testículo, cómo prevenirlo, cuál es el mejor tratamiento y cómo brindar los mejores cuidados a las personas a las que se les diagnosticó esta enfermedad. Las siguientes áreas de investigación pueden incluir nuevas opciones para los pacientes a través de ensayos clínicos. Hable siempre con su médico sobre las opciones de diagnóstico y tratamiento más adecuadas para su caso.

Dado que el tratamiento es exitoso para la mayoría de las personas con cáncer de testículo, uno de los principales objetivos para el futuro es reducir los efectos secundarios del tratamiento para las personas con cáncer en estadio inicial o de pronóstico favorable. Además, en ensayos clínicos se están estudiando tratamientos para el cáncer recurrente y de pronóstico desfavorable, junto con investigación básica sobre las causas y la genética del cáncer de testículo.

  • Quimioterapia de dosis alta seguida de trasplante de células madre. Las dosis más altas de quimioterapia pueden hacer que el cáncer de testículo recurrente entre en remisión. Un trasplante de células madre es un procedimiento médico en el cual la médula ósea enferma se reemplaza por células altamente especializadas, llamadas células madre hematopoyéticas. Las células madre hematopoyéticas son células formadoras de sangre y se encuentran tanto en el torrente sanguíneo como en la médula ósea. En el caso del cáncer de testículo, las propias células madre de un paciente se extraen del cuerpo antes de que se administre la quimioterapia de dosis alta. Después de la quimioterapia, las células madre se le vuelven a administrar al paciente en una vena para reemplazar la médula ósea y restablecer los niveles de células sanguíneas normales. A pesar de muchos estudios, no se ha demostrado que esto sea mejor que la combinación de quimioterapia estándar de BEP como tratamiento de primera línea para pacientes con enfermedad de pronóstico desfavorable o regímenes de quimioterapia estándar de VeIP o TIP para las personas que tienen una recurrencia después de BEP. Los investigadores actualmente están comparando la quimioterapia estándar (VeIP o TIP) con dosis altas de la combinación de fármacos TICE, que es paclitaxel, ifosfamida, carboplatino y etopósido, junto con trasplante de células madre, para determinar si la dosis alta de quimioterapia funciona mejor.

  • Nuevos esquemas de quimioterapia. Los investigadores están buscando esquemas de administración de BEP más cortos para los pacientes con enfermedad avanzada.

  • Estudios genéticos. Los investigadores están analizando el ADN de las muestras tumorales de cáncer testicular para determinar si hay genes específicos que estén asociados al cáncer testicular. Además, hay estudios en curso para evaluar posibles factores genéticos heredados que provocan criptorquidia y riesgo de cáncer de testículo (consulte Factores de riesgo).

  • Cuidados paliativos/atención médica de apoyo. Se están realizando ensayos clínicos para encontrar mejores métodos para reducir los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos actuales para el cáncer de testículo que puedan mejorar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes. Debido a que cada vez más personas sobreviven al cáncer de testículo, los médicos están explorando los efectos a largo plazo de la quimioterapia de dosis alta en la función cerebral, como pérdida de la memoria, disminución de la velocidad de procesamiento de la información, reducción del nivel de atención, ansiedad, depresión y fatiga. Otros estudios se concentran en la calidad del esperma y el riesgo de cardiopatía en sobrevivientes del cáncer de testículo.

¿Desea obtener más información sobre las últimas investigaciones?

Si desea obtener información adicional acerca de las últimas áreas de investigación en relación con el cáncer de testículo, explore estos puntos relacionados que lo llevan fuera de esta guía:

  • Para encontrar ensayos clínicos específicos de su diagnóstico, hable con su médico o busque en las bases de datos de ensayos clínicos en línea ahora.

  • Escuche un podcast en inglés de un experto de ASCO sobre un ensayo clínico que investigaron tumores de células germinales.

  • Visite el sitio web de Conquer Cancer, the ASCO Foundation (Fundación para vencer el cáncer de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica) para averiguar cómo apoyar la investigación del cáncer. Tenga en cuenta que este enlace lo llevará a un sitio web diferente de la American Society of Clinical Oncology.

La siguiente sección de esta guía es Cómo sobrellevar el tratamiento. Ofrece orientación sobre cómo sobrellevar los cambios físicos, emocionales, sociales y económicos que el cáncer y su tratamiento pueden ocasionar. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Cómo sobrellevar el tratamiento

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre cómo sobrellevar los efectos físicos, emocionales, sociales y económicos del cáncer y su tratamiento. Use el menú para ver otras páginas.

Todos los tratamientos para el cáncer pueden provocar efectos secundarios o cambios en su cuerpo y en cómo se siente. Por muchos motivos, las personas no experimentan los mismos efectos secundarios, incluso cuando reciben el mismo tratamiento para el mismo tipo de cáncer. Esto puede hacer que sea difícil predecir cómo se sentirá durante el tratamiento.

Cuando se prepara para iniciar el tratamiento para el cáncer, es normal sentir temor a los efectos secundarios relacionados con el tratamiento. Puede ser útil saber que su equipo de atención médica se esforzará por prevenir y aliviar los efectos secundarios. Los médicos llaman a esta parte del tratamiento para el cáncer “cuidados paliativos” o “atención de apoyo”. Esta es una parte importante de su plan de tratamiento, independientemente de su edad o del estadio de la enfermedad.

Cómo sobrellevar los efectos secundarios físicos

Los efectos secundarios físicos frecuentes de cada opción de tratamiento para el cáncer de testículo se describen en la sección Tipos de tratamiento. Obtenga más información sobre los efectos secundarios del cáncer y su tratamiento, junto con las formas de prevenirlos o controlarlos. Los cambios en su salud física dependen de varios factores, incluidos el estadio del cáncer, la duración y la dosis del tratamiento, y su estado de salud general.

Hable con su equipo de atención médica con regularidad sobre cómo se siente. Es importante que le informe al equipo sobre cualquier efecto secundario nuevo o cambio en los efectos secundarios existentes. Si su equipo de atención médica sabe cómo se siente, podrá encontrar maneras de aliviar o manejar los efectos secundarios para ayudarlo a sentirse más cómodo y, posiblemente, evitar que los efectos secundarios empeoren.

Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios de manera que sea más fácil explicarle cualquier cambio a su equipo de atención médica. Obtenga más información sobre por qué es útil llevar un registro de los efectos secundarios.

A veces, los efectos secundarios físicos pueden permanecer después de terminar el tratamiento. Los médicos los denominan efectos secundarios a largo plazo. A los efectos secundarios que suceden meses o años después del tratamiento, los denominan efectos tardíos. El tratamiento de los efectos secundarios a largo plazo y los efectos tardíos es una parte importante de la atención de sobrevivencia. Para obtener más información, lea la sección Atención de seguimiento de esta guía o hable con su médico.

Cómo sobrellevar los efectos emocionales y sociales

Usted puede experimentar efectos emocionales y sociales, además de los efectos físicos, después de recibir un diagnóstico de cáncer. Estos pueden incluir sobrellevar emociones difíciles, como la tristeza, la ansiedad o el enojo, o manejar su nivel de estrés. A veces, para las personas es difícil expresar a sus seres queridos cómo se sienten. Para algunas, hablar con un trabajador social en oncología, un asesor o un miembro del clero puede ayudarlas a desarrollar formas más eficaces de sobrellevar el cáncer y hablar sobre él.

Usted también puede encontrar estrategias para sobrellevar los efectos emocionales y sociales en una sección diferente de este sitio web. Esta sección incluye muchos recursos para buscar apoyo e información para satisfacer sus necesidades.

Sobrellevar los costos de la atención oncológica

El tratamiento para el cáncer puede resultar costoso. Por lo general, esto genera mucho estrés y ansiedad en las personas con cáncer y sus familias. Además de los costos del tratamiento, muchas personas descubren que tienen gastos adicionales y no previstos en relación con su atención. A algunas personas, el alto costo de la atención médica les impide seguir o completar su plan de tratamiento para el cáncer. Esto puede poner en riesgo su salud y generar mayores costos en el futuro. Es recomendable que los pacientes y sus familias hablen acerca de sus inquietudes económicas con un integrante del equipo de atención médica. Obtenga más información sobre cómo manejar las consideraciones económicas en una parte diferente de este sitio web.

El cuidado de un ser querido con cáncer

Los familiares y los amigos en ocasiones desempeñan un papel importante en el cuidado de una persona con cáncer de testículo. Estas personas reciben el nombre de cuidadores. Los cuidadores pueden proporcionar apoyo físico, práctico y emocional al paciente, incluso si viven lejos.

Los cuidadores pueden tener diversas responsabilidades diarias, o según sea necesario, que incluyen las siguientes:

  • Proporcionar apoyo y aliento

  • Conversar con el equipo de atención médica

  • Administrar medicamentos

  • Ayudar a manejar los síntomas y efectos secundarios

  • Coordinar las citas médicas

  • Llevar al paciente a las citas

  • Asistir con las comidas

  • Ayudar con las tareas domésticas

  • Manejar asuntos del seguro y la facturación

Obtenga más información sobre el cuidado del paciente.

Cómo hablar con su equipo de atención médica sobre los efectos secundarios

Hable con su médico acerca de los efectos secundarios posibles antes de comenzar el tratamiento. Pregunte lo siguiente:

  • ¿Qué efectos secundarios son los más probables?

  • ¿Cuándo es probable que se produzcan?

  • ¿Qué podemos hacer para prevenirlos o aliviarlos?

Asegúrese de contarle a su equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que se produzca durante el tratamiento y también después de este. Cuéntele incluso si no le parece que los efectos secundarios sean graves. Esta charla debería incluir los efectos físicos, emocionales y sociales del cáncer.

Además, pregunte cuánta atención puede llegar a necesitar en su hogar y en sus tareas cotidianas durante el tratamiento y después de este. Esto puede ayudarlo a preparar un plan para su cuidado. Cree un plan para su cuidado con esta hoja informativa de 1 página (en inglés) que incluye un plan de acción para que el cuidado del paciente sea un esfuerzo en equipo. Esta hoja informativa gratuita está disponible en PDF, de manera que es fácil de imprimir

¿Desea obtener más información sobre cómo llevar un registro de los efectos secundarios?

Cancer.Net ofrece varios recursos para ayudarlo a llevar un registro de sus síntomas y efectos secundarios. Tenga en cuenta que estos enlaces lo llevan a otras secciones de Cancer.Net:

Cancer.Net Mobile: Mis Síntomas

  • Cancer.Net Mobile: La aplicación móvil de Cancer.Net gratuita le permite registrar de manera segura el momento y la gravedad de los síntomas y efectos secundarios.

  • Manejo del dolor de ASCO Answers: Obtenga este cuadernillo de 38 páginas sobre la importancia del alivio del dolor, que incluye una hoja de seguimiento del dolor a fin de ayudar a los pacientes a registrar cómo los afecta el dolor. El cuadernillo gratuito está disponible en PDF, de manera que es fácil de imprimir.

  • Hojas de datos de ASCO Answers: Lea las hojas informativas de 1 página sobre ansiedad y depresión (en inglés), estreñimiento (en inglés), diarrea y erupción (en inglés) que incluyen una hoja de seguimiento para registrar detalles sobre el efecto secundario. Estas hojas informativas gratuitas están disponibles en formato PDF, de modo que son fáciles de imprimir, completar y entregar a su equipo de atención médica.

La siguiente sección de esta guía es Atención de seguimiento. Explica la importancia de los controles médicos una vez terminado el tratamiento para el cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Atención de seguimiento

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: leerá acerca de su atención médica después de que el tratamiento contra el cáncer haya finalizado y por qué este tipo de atención de seguimiento es importante. Use el menú para ver otras páginas.

La atención de las personas que tienen un diagnóstico de cáncer no finaliza cuando ha terminado el tratamiento activo. Su equipo de atención médica seguirá verificando que el cáncer no haya regresado, manejará cualquier efecto secundario y supervisará su salud general. Esto se denomina atención de seguimiento.

Su atención de seguimiento puede incluir exámenes físicos regulares, pruebas médicas o ambas cosas. Los médicos querrán hacer un seguimiento de su recuperación durante los meses y años venideros. Las personas que tuvieron cáncer de testículo normalmente se someten a exámenes de detección de seguimiento durante al menos 10 años después de finalizar el tratamiento. Sin embargo, incluso después de que finalice este período de seguimiento específico, las personas deben informar sus antecedentes de cáncer de testículo a cualquier médico que los trate. Esto incluye al médico de atención primaria o médico de cabecera, quien puede monitorear los posibles efectos secundarios a largo plazo durante toda su vida.

Es posible que se recomiende la rehabilitación del cáncer después del tratamiento, y esto podría incluir una amplia gama de servicios como fisioterapia, asesoramiento vocacional, manejo del dolor, planificación nutricional o asesoramiento emocional. El objetivo de la rehabilitación es ayudar a la persona a recobrar el control sobre muchos aspectos de la vida y a permanecer tan independiente y productiva como sea posible. Obtenga más información sobre la rehabilitación del cáncer (en inglés).

Obtenga más información sobre la importancia de la atención de seguimiento.

Detectar una recurrencia

Un objetivo de la atención de seguimiento es verificar si hay una recurrencia, lo que significa que el cáncer ha regresado. El cáncer vuelve a aparecer porque áreas pequeñas de células cancerosas pueden permanecer sin ser detectadas en el cuerpo. Con el tiempo, la cantidad de estas células puede incrementarse hasta que se muestran en los resultados de las pruebas o causan signos o síntomas. Durante el control de seguimiento, un médico familiarizado con sus antecedentes médicos puede brindarle información personalizada sobre su riesgo de recurrencia. Su médico le hará preguntas específicas sobre su salud. A algunas personas se les pueden realizar análisis de sangre o pruebas por imágenes como parte de su atención de seguimiento habitual, pero las recomendaciones sobre las pruebas dependen de varios factores, incluidos el tipo y estadio del cáncer diagnosticado originalmente y los tipos de tratamiento proporcionados.

La anticipación antes de someterse a una prueba de seguimiento o esperar los resultados de una prueba puede aumentarle el estrés a usted o a un familiar. Esto a veces se llama “ansiedad ante las pruebas”. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar este tipo de estrés.

Controlar los efectos secundarios a largo plazo

La mayoría de las personas esperan tener efectos secundarios cuando reciben un tratamiento. Sin embargo, con frecuencia es sorprendente para los sobrevivientes que algunos efectos secundarios puedan persistir después del período de tratamiento. Estos efectos se denominan efectos secundarios a largo plazo. Otros efectos secundarios denominados efectos tardíos pueden desarrollarse meses o incluso años después. Los efectos a largo plazo y tardíos pueden incluir tanto cambios físicos como emocionales.

Hable con su médico sobre el riesgo de presentar dichos efectos secundarios según el tipo de cáncer, su plan de tratamiento individual y su salud general. Si le realizaron un tratamiento del cual se sabe que causa efectos tardíos específicos, es posible que se le realicen determinados exámenes físicos, exploraciones o análisis de sangre para ayudar a identificarlos y manejarlos.

A continuación se incluyen algunos de los efectos secundarios a largo plazo que son posibles después del tratamiento del cáncer de testículo.

Problemas pulmonares. Nueve dosis de bleomicina causan daño pulmonar a alrededor del 5 % de los pacientes y son mortales para menos del 1 % de los pacientes que reciben el fármaco. La cicatrización pulmonar es otro posible efecto secundario a largo plazo. Los factores de riesgo de cicatrización pulmonar son la edad mayor a 70 años, fumar tabaco u otras drogas, lesión pulmonar previa, radioterapia previa en el tórax, función renal deficiente, o recibir dosis adicionales de bleomicina. Es raro tener efectos pulmonares sin estos factores de riesgo. Por lo tanto, si un hombre tiene estos factores de riesgo y enfermedad de pronóstico favorable, se pueden usar 4 ciclos de EP en lugar de 3 ciclos de BEP. Si se necesitan 4 ciclos de quimioterapia, puede usarse ifosfamida en lugar de bleomicina, pero esta se vincula con más efectos secundarios a corto plazo, como infecciones.

La bleomicina también vuelve a los pulmones más sensibles y los pacientes que necesitan recibir oxígeno adicional durante la cirugía pueden tener un mayor riesgo de daño pulmonar por la bleomicina.

Las cuestiones importantes son las siguientes:

  • Los pacientes que fuman deben dejar de fumar por muchos motivos de salud, pero, en particular, para reducir el riesgo de daño pulmonar por la bleomicina.

  • El médico debe examinar los pulmones del paciente antes de cada ciclo de quimioterapia y debe interrumpir la administración de bleomicina si se observa daño pulmonar.

Daño renal. El cisplatino puede causar daño en los riñones. Sin embargo, es un fármaco muy importante para tratar el cáncer de testículo. Además, el cisplatino tiene menos efectos secundarios que el carboplatino, el cual también ha mostrado ser menos eficaz. La mejor manera de evitar este problema es enjuagar el cisplatino administrando al paciente, al menos, 1 litro de líquido por vía intravenosa antes y después de administrar el fármaco. Esto reduce el riesgo de daño renal. Estudios de investigación que evalúan la función renal años después de la administración de cisplatino han demostrado tasas bajas de daño renal a largo plazo y, cuando se produce, por lo general es leve.

Problemas cardíacos y de los vasos sanguíneos. La bleomicina puede causar una afección denominada fenómeno de Raynaud. Esta afección se asocia con el estrechamiento de los vasos sanguíneos y una coloración blanca, luego, azul y luego roja de la piel cuando se expone a ciertos desencadenantes, como el frío. Esto es especialmente frecuente en las manos. Menos del 10 % de los pacientes desarrollan fenómeno de Raynaud. Sin embargo, más personas desarrollan esta afección cuando se combinan bleomicina y vinblastina. Sin embargo, este régimen no se usa casi nunca en la actualidad. El tratamiento principal es evitar los desencadenantes, como evitar que los dedos de las manos se enfríen.

Las personas que reciben quimioterapia con BEP pueden tener niveles más altos de colesterol y presión arterial y un mayor riesgo de cardiopatía y/o accidente cerebrovascular. La radioterapia también se ha asociado con un aumento del riesgo de cardiopatía. El aumento del riesgo es menor y se contrarresta por el hecho de que es necesaria para tratar el cáncer. Sin embargo, estos efectos secundarios son más importantes cuando el médico considera la quimioterapia o radioterapia para evitar que el cáncer regrese en hombres con enfermedad en estadio clínico I. Una dieta saludable, el ejercicio, el no fumar y los medicamentos para disminuir el colesterol, controlar la presión arterial alta o tratar la diabetes son formas de reducir el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.

Daño a los nervios. El cisplatino en ocasiones puede dañar los nervios y provocar una sensación de entumecimiento o “pinchazos”. Cuando esto ocurre, casi siempre comienza durante la quimioterapia y disminuye y desaparece con el tiempo. Pueden pasar meses o, incluso, años hasta que desaparece por completo. En raras ocasiones, esto puede afectar el funcionamiento de una persona, por ejemplo, causar torpeza al abotonar una camiseta.

Problemas auditivos. A veces, las personas que recibieron cisplatino pueden advertir que ya no pueden escuchar sonidos agudos. Esto es más frecuente con dosis más altas y es más probable en personas de más edad u personas con antecedentes de problemas auditivos. Es raro que afecte a hombres jóvenes, pero puede ser relevante para músicos u otras personas que dependen de tener una capacidad auditiva muy fina. Otro efecto secundario del cisplatino relacionado con la audición puede ser el zumbido en los oídos, también denominado acúfenos.

Cáncer secundario. Las personas que reciben quimioterapia y/o radioterapia para el cáncer de testículo tienen un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer en el futuro. La idea de desarrollar otro cáncer puede ser preocupante y difícil de enfrentar. Sin embargo, si el cáncer de testículo ha desarrollado metástasis (estadio II o III), entonces el cáncer es una enfermedad mortal, a menos que se trate de manera eficaz. La quimioterapia y radioterapia a menudo cumplen funciones importantes en el tratamiento de cáncer de testículo cuando el objetivo es curar la enfermedad. A pesar de que conllevan un cierto riesgo, la quimioterapia y la radioterapia a veces son las mejores opciones para controlar el crecimiento del cáncer y prolongar su vida. El problema del cáncer secundario puede ser particularmente importante para las personas con enfermedad en estadio I y enfermedad en estadio inicial II que se puede curar con cirugía sola. En tales casos, los pacientes pueden elegir entre la cirugía sola y cirugía más quimioterapia o radioterapia. Hable con su médico sobre la función de la quimioterapia y la radioterapia en su tratamiento, incluido el motivo por el cual se recomienda y cuáles son los riesgos y beneficios.

Fertilidad. El problema de la fertilidad las personas con cáncer de testículo es un tema complejo debido a que los pacientes con cáncer de testículo a menudo tienen un menor recuento de espermatozoides antes de que se les administre cualquier tratamiento. Alguien que tiene problemas de fertilidad después del tratamiento debe hablar con su médico acerca de estos factores:

  • El recuento de espermatozoides antes de la quimioterapia

  • Si se administra quimioterapia o radioterapia previamente

  • Cuánto hace que se administró el tratamiento

  • Si un cirujano con experiencia realizó la linfadenectomía retroperitoneal orientada a proteger los nervios a fin de preservar la eyaculación

Un bajo recuento de espermatozoides no necesariamente significa que una persona será estéril después del tratamiento debido a que la mayoría de los pacientes tendrá un recuento de espermatozoides muy bajo o nulo mientras reciben quimioterapia. Sin embargo, la probabilidad de recuperar la fertilidad después del tratamiento aumenta con el tiempo, pero es menor para ellos con recuentos de espermatozoides bajos o nulos antes de la quimioterapia. También es importante consultar acerca del uso de un banco de esperma antes del tratamiento.

Testosterona baja. Además del daño a la capacidad de producir espermatozoides, las células que producen testosterona pueden dañarse. Si una persona tiene un nivel bajo de testosterona, se puede administrar terapia de reemplazo hormonal. Como se describe en la sección Tipos de tratamiento, los síntomas de un nivel de testosterona reducido incluyen disminución del deseo sexual, incapacidad para lograr una erección normal y llegar al orgasmo, fatiga, sofocos, depresión, cambios en el estado de ánimo, pérdida muscular y ósea, además de síndrome metabólico. El síndrome metabólico es una serie de afecciones, como obesidad, niveles de colesterol en sangre altos y presión arterial alta, que aumentan el riesgo de que una persona tenga una enfermedad cardíaca, un accidente cerebrovascular y diabetes.

Mantenimiento de registros de salud personales

Usted y su médico deben trabajar en conjunto para desarrollar un plan de atención de seguimiento personalizado. Asegúrese de consultar sobre cualquier inquietud que tenga en relación con su salud física o emocional futura. La American Society of Clinical Oncology ofrece formularios para ayudar a llevar un registro del tratamiento para el cáncer que recibió y desarrollar un plan de atención de sobrevivencia (en inglés) al finalizar el tratamiento.

Este también es un buen momento para hablar con su médico sobre quién dirigirá su atención de seguimiento. Algunos sobrevivientes siguen viendo a su oncólogo, mientras que otros vuelven a la atención general de su médico de cabecera u otro profesional de atención médica. Esta decisión depende de varios factores, incluidos el tipo y el estadio del cáncer, los efectos secundarios, las reglas del seguro médico y sus preferencias personales.

Si un médico que no participó directamente en su atención del cáncer dirigirá el control de seguimiento, asegúrese de compartir con él el resumen del tratamiento del cáncer y los formularios del plan de atención de sobrevivencia, así como con todos los proveedores de atención médica futuros. Los detalles sobre su tratamiento para el cáncer son muy valiosos para los profesionales de atención médica que cuidarán de usted durante la vida.

La siguiente sección de esta guía es Sobrevivencia. Describe cómo sobrellevar los desafíos cotidianos después de un diagnóstico de cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Sobrevivencia

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: leerá acerca de cómo sobrellevar los desafíos cotidianos después de un diagnóstico de cáncer. Use el menú para ver otras páginas.

¿Qué es la sobrevivencia?

La palabra “sobrevivencia” significa distintas cosas para diferentes personas. Las definiciones frecuentes incluyen lo siguiente:

  • No tener signos de cáncer luego de haber finalizado el tratamiento.

  • Vivir con cáncer, sobrellevar el cáncer y sobrevivir a la enfermedad. Según esta definición, la sobrevivencia al cáncer comienza en el momento del diagnóstico y continúa durante el tratamiento y durante el resto de la vida de una persona.

La sobrevivencia es uno de los aspectos más complicados de tener cáncer. Se debe a que es diferente para cada persona. Algunas personas continúan recibiendo tratamiento contra el cáncer durante mucho tiempo para reducir el riesgo de recidiva o para tratar el cáncer como una enfermedad crónica. Obtenga más información sobre cómo vivir con cáncer crónico (en inglés).

Los sobrevivientes pueden experimentar una mezcla de sensaciones fuertes, incluidas la alegría, la preocupación, el alivio, la culpa y el miedo. Algunas personas dicen que aprecian más la vida después de haber recibido el diagnóstico de cáncer y que han logrado una mayor aceptación de ellas mismas. Otras se vuelven muy ansiosas respecto a la salud y sienten incertidumbre en cuanto a cómo sobrellevar la vida cotidiana.

Cuando las visitas frecuentes al equipo de atención médica finalizan después de terminar el tratamiento, los sobrevivientes pueden sentir algo de estrés. A menudo, las relaciones generadas con el equipo de atención del cáncer brindan una sensación de seguridad durante el tratamiento, y las personas extrañan este tipo de apoyo. Esto puede ser especialmente cierto cuando aparecen preocupaciones y desafíos nuevos con el tiempo, como cualquier efecto tardío del tratamiento, desafíos emocionales, incluidos el miedo a la recurrencia, problemas relacionados con la sexualidad y la fertilidad, y problemas económicos y del lugar de trabajo.

Cada sobreviviente tiene inquietudes y desafíos individuales. Ante cualquier desafío, un buen primer paso es ser capaz de reconocer los miedos y hablar sobre ellos. Para sobrellevar con eficacia una situación se requiere:

  • Entender el desafío al que se enfrenta.

  • Pensar en soluciones.

  • Pedir y permitir el apoyo de otros.

  • Sentirse a gusto con el curso de acción que eligió seguir.

A muchos sobrevivientes les resulta útil unirse a un grupo de apoyo en persona o a una comunidad en línea de sobrevivientes. Esto les permite hablar con personas que han tenido experiencias personales similares. Otras opciones para buscar apoyo incluyen hablar con un amigo o con un integrante de su equipo de atención médica, obtener asesoramiento individual o pedir asistencia en el centro de recursos de aprendizaje del lugar en donde recibió tratamiento.

El papel cambiante de los cuidadores

Los familiares y los amigos pueden atravesar períodos de transición. Un cuidador desempeña un papel muy importante en cuanto a brindar apoyo a una persona diagnosticada con cáncer y brindar atención física, emocional y práctica todos los días o según sea necesario. Muchos cuidadores se centran en brindar este apoyo, especialmente si el período de tratamiento dura muchos meses o un tiempo más prolongado.

Cuando se completa el tratamiento, el rol del cuidador generalmente cambia. Con el tiempo, la necesidad de tener un cuidador debido al diagnóstico de cáncer se volverá mucho menor o llegará a su fin. Los cuidadores también pueden obtener más información sobre cómo adaptar su vida después de haber sido un cuidador (en inglés).

Una perspectiva nueva sobre su salud

Para muchas personas, la sobrevivencia es una gran motivación para realizar cambios en el estilo de vida.

Se alienta a que las personas que se recuperan del cáncer de testículo sigan pautas establecidas para tener una buena salud, como, por ejemplo, no fumar, limitar el alcohol, alimentarse bien y manejar el estrés. La actividad física regular puede ayudarlo a recobrar su fuerza y nivel de energía. El equipo de atención médica puede ayudarlo a diseñar un plan de ejercicios adecuado según sus necesidades, sus aptitudes físicas y su nivel físico. Obtenga más información sobre qué decisiones tomar para tener un estilo de vida saludable.

Es importante que se realice las pruebas y los controles médicos recomendados (consulte Atención de seguimiento) para cuidar de su salud.

Hable con su equipo de atención médica para desarrollar el plan de atención de sobrevivencia que mejor se adapte a sus necesidades.

¿Está buscando más recursos de sobrevivencia?

Para obtener más información sobre la sobrevivencia al cáncer, explore estos artículos relacionados. Tenga en cuenta que estos enlaces lo llevan a otras secciones de Cancer.Net:

  • Guía de sobrevivencia del cáncer de ASCO Answers: obtenga este cuadernillo de 47 páginas que ayuda a las personas con la transición a la vida después del tratamiento. Incluye formularios en blanco del resumen de tratamiento y del plan de atención de sobrevivencia. El cuadernillo gratuito está disponible en PDF, de manera que es fácil de imprimir.

  • Video educativo de Cancer.Net para pacientes: vea un video corto dirigido por un experto de la American Society of Clinical Oncology que proporciona información sobre lo que viene después de finalizar el tratamiento (en inglés).

  • Recursos de sobrevivencia: Cancer.Net ofrece toda un área de este sitio web con recursos para ayudar a los sobrevivientes, que abarcan personas de diferentes edades.

La siguiente sección es Preguntas para hacerle al equipo de atención médica para ayudar a iniciar conversaciones con su equipo de atención del cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Preguntas para hacerle al equipo de atención médica

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará algunas preguntas para hacerles a su médico o a otros integrantes del equipo de atención médica, que lo ayudarán a comprender mejor su diagnóstico, el plan de tratamiento y la atención en general. Use el menú para ver otras páginas.

Cancer.Net Mobile: Mis preguntas

Es importante hablar con frecuencia con el equipo de atención médica para tomar decisiones informadas respecto de la atención médica. Las preguntas que aquí se sugieren son un punto de partida para ayudarlo a obtener más información sobre la atención y el tratamiento para el cáncer. También se aconseja que haga preguntas adicionales que sean importantes para usted. Le recomendamos que imprima esta lista y que la lleve a su próxima cita o que descargue la aplicación móvil gratuita de Cancer.Net para obtener una lista digital y otras herramientas interactivas para manejar su atención. También puede pedirle a un familiar o amigo que vaya con usted a las citas para ayudarle a tomar notas.

Preguntas para hacer después de recibir un diagnóstico

  • ¿Qué tipo de cáncer de testículo tengo?

  • ¿Es necesario realizar otras pruebas o cirugías para confirmar este diagnóstico?

  • ¿En qué estadio está el cáncer que tengo? ¿Qué significa esto?

  • ¿Me puede explicar mi informe de patología (resultados de los análisis de laboratorio)? ¿Podría tener una copia?

Preguntas para hacer sobre cómo elegir un tratamiento y manejar los efectos secundarios

  • ¿Qué otras opciones de tratamiento tengo?

  • ¿En qué ensayos clínicos puedo participar? ¿Dónde están ubicados y cómo averiguo más sobre ellos?

  • ¿Qué plan de tratamiento me recomienda?

  • ¿Es este el tratamiento estándar?

  • ¿Cuál es el objetivo de cada tratamiento? ¿Sirve para eliminar el cáncer, ayudar a que me sienta mejor o ambas cosas?

  • ¿Con qué frecuencia trata a hombres con cáncer de testículo?

  • ¿Quiénes integrarán mi equipo de atención médica y qué hace cada integrante?

  • ¿Quién coordinará mi tratamiento general?

  • ¿Cuáles son los efectos secundarios posibles de cada tratamiento, tanto a corto como a largo plazo?

  • ¿De qué manera este tratamiento afectará mi vida cotidiana? ¿Podré trabajar, hacer ejercicio y realizar mis actividades habituales?

  • ¿Este tratamiento podría afectar mi vida sexual? De ser así, ¿cómo y durante cuánto tiempo?

  • ¿Podría este tratamiento afectar mi capacidad de tener hijos? De ser así, ¿debería hablar con un especialista en fertilidad antes de comenzar el tratamiento para el cáncer?

  • Si me preocupa cómo manejar los costos relacionados con la atención del cáncer, ¿quién me puede ayudar?

  • ¿De qué manera puedo mantenerme lo más saludable posible durante y después del tratamiento?

  • ¿Qué servicios de apoyo tengo a mi disposición? ¿Y a disposición de mi familia?

  • ¿A quién debo llamar si tengo preguntas o problemas?

Preguntas para hacer sobre la realización de cirugía

  • ¿Qué tipo de cirugía se me realizará? ¿Se extirparán los ganglios linfáticos?

  • ¿Qué experiencia tiene el cirujano en orquiectomía y/o linfadenectomía retroperitoneal?

  • ¿Cuánto tiempo durará la operación?

  • ¿Cuánto tiempo estaré hospitalizado?

  • ¿Puede describir cómo será mi recuperación de la cirugía?

  • ¿Con quién debo comunicarme si experimento algún efecto secundario? ¿Cuán pronto debo comunicarme?

  • ¿Cuáles son los posibles efectos a largo plazo de la realización de esta cirugía?

Preguntas para hacer sobre la realización de quimioterapia

  • ¿Qué fármacos específicos se recomiendan?

  • ¿Cuál es el objetivo de este tratamiento?

  • ¿Cuánto tiempo durará la administración de este tratamiento?

  • ¿Qué efectos secundarios puedo esperar durante el tratamiento?

  • ¿Con quién debo comunicarme si experimento algún efecto secundario? ¿Qué tan pronto debo comunicarme?

  • ¿Cuáles son los posibles efectos a largo plazo de realizar este tratamiento?

  • ¿Qué puedo hacer para aliviar los efectos secundarios?

Preguntas para hacer sobre la radioterapia

  • ¿Qué tipo de tratamiento se recomienda?

  • ¿Cuál es el objetivo de este tratamiento?

  • ¿Cuánto tiempo durará la administración de este tratamiento?

  • ¿Qué efectos secundarios puedo esperar durante el tratamiento?

  • ¿Con quién debo comunicarme si experimento algún efecto secundario? ¿Qué tan pronto debo comunicarme?

  • ¿Cuáles son los posibles efectos a largo plazo de realizar este tratamiento?

  • ¿Qué puedo hacer para aliviar los efectos secundarios?

Preguntas para hacer sobre cómo planificar la atención de seguimiento

  • ¿Cuál es la probabilidad de que reaparezca el cáncer? ¿Debería prestar atención a la aparición de signos o síntomas específicos?

  • ¿Qué efectos secundarios a largo plazo o efectos tardíos son posibles según el tratamiento para el cáncer que recibí?

  • ¿Qué pruebas de seguimiento necesitaré y con qué frecuencia?

  • ¿Cómo obtengo un resumen del tratamiento y el plan de atención de sobrevivencia para conservarlos en mis registros personales?

  • ¿Quién estará a cargo de mi atención de seguimiento?

  • ¿Qué servicios de apoyo de sobrevivencia hay a mi disposición? ¿Y a disposición de mi familia?

La siguiente sección de esta guía es Recursos adicionales. Ofrece recursos adicionales en el sitio web que pueden resultarle de utilidad. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.

Cáncer de testículo - Recursos adicionales

Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 11/2020

EN ESTA PÁGINA: encontrará algunos enlaces útiles a otras áreas de Cancer.Net que proporcionan información sobre la atención y el tratamiento para el cáncer. Esta es la última página de la Guía para el cáncer de testículo de Cancer.Net. Use el menú para regresar y ver otras páginas.

Cancer.Net incluye muchas otras secciones sobre los aspectos médicos y emocionales del cáncer para la persona que ha recibido el diagnóstico y sus familiares y amigos. Este sitio web pretende ser un recurso para usted y sus seres queridos desde el momento del diagnóstico, durante el tratamiento y después de este.

Se incluyen a continuación algunos enlaces para ayudarlo a explorar otras partes de Cancer.Net:

Este es el final de la Guía para el cáncer de testículo de Cancer.Net. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.