Afecciones cutáneas

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 09/2019

El tratamiento del cáncer puede afectar la piel, el cabello y las uñas de las personas. Con frecuencia, los problemas de la piel causados por el tratamiento del cáncer no son graves, pero pueden ser incómodos y notorios. Algunas personas pueden tener dificultades con los cambios visibles o los síntomas que causa una afección cutánea.

Las afecciones cutáneas pueden mejorar con el tiempo, pero algunas posiblemente no desaparezcan. Existen opciones para tratar la mayoría de las afecciones cutáneas que causa el tratamiento del cáncer. El alivio de efectos secundarios, como las afecciones cutáneas, es un aspecto importante de la atención y el tratamiento del cáncer. Esto se denomina cuidados paliativos o atención de apoyo.

Manejo de las afecciones cutáneas

La mayoría de las veces, la prevención es la mejor manera de manejar los problemas cutáneos. Informe a su equipo de atención médica si tiene alguna llaga, herida, sarpullido u otro problema cutáneo. En ocasiones, la picazón, el dolor o las molestias son el primer signo del comienzo de una afección cutánea. Informe a su equipo de atención médica si presenta estos problemas, aunque no sean visibles.

A continuación, hay información general sobre afecciones cutáneas frecuentes y cómo su equipo de atención médica puede manejarlas.

Sarpullidos. Los sarpullidos pueden ser un efecto secundario de la quimioterapia, de la terapia dirigida, de la inmunoterapia, de la radioterapia o de los trasplantes de médula ósea. Las personas pueden experimentar un sarpullido que tiene la apariencia de acné o de sarampión. Hay varias maneras de controlar un sarpullido según el nivel de gravedad que tenga:

  • En el caso de un sarpullido leve a moderado, el médico puede recetar fármacos denominados corticosteroides administrados en forma de crema. El médico también pude sugerir cremas antibióticas o antibióticos que se toman por boca.

  • Para un sarpullido más grave, el médico puede recetar corticosteroides para tomar por boca y usar en crema. Es posible que el médico también detenga la quimioterapia durante un período corto y la inicie nuevamente en una dosis más baja.

  • Si estas medidas no funcionan, el médico puede derivarlo a un dermatólogo para que reciba otros tratamientos.

Piel seca y con picazón. La piel seca se denomina xerosis, y la piel con picazón se denomina prurito. Este efecto secundario puede ser más frecuente en las personas con cánceres de la sangre, como leucemia, linfoma y mieloma múltiple. La piel seca y con picazón también es muy frecuente con la quimioterapia, la terapia dirigida, la radioterapia y los trasplantes de médula ósea.

Para tratar la piel seca:

  • Use una crema humectante al menos dos veces al día y en los 15 minutos posteriores a haberse duchado.

  • Evite productos que irritan la piel. Esto incluye jabones, detergentes y cremas con perfume.

  • Evite los productos que raspan o pulen la piel, como esponjas, exfoliantes de baño o esponjas vegetales.

  • Dúchese y báñese con agua tibia. El agua caliente puede dañar la piel aún más.

  • Cuando la piel esté muy seca y agrietada, use humectantes que contengan ácido salicílico, urea, amoníaco o ácido láctico. Estos suavizarán la piel y permitirán que se retenga el agua.

Para tratar la piel con picazón:

  • Evite los productos perfumados para la piel.

  • Use cremas con mentol, alcanfor o pramoxina, disponibles sin receta médica. También puede usar corticoides tópicos recetados por el médico.

  • Intente usar medicamentos orales denominados antihistamínicos. Hable con su equipo de atención médica acerca de la picazón antes de tomar cualquier medicamento.

Sensibilidad a la luz. Algunos tipos de quimioterapia, radioterapia y trasplante de células madre pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz. Esto se denomina fotosensibilidad. Para proteger la piel sensible de la quemadura del sol cuando esté al aire libre:

  • Cúbrase con ropa o un sombrero, especialmente de 10 a. m. a 4 p. m.

  • Use un protector solar que tenga un factor de protección solar (FPS) de al menos 15 y cuya etiqueta indique que es de amplio espectro. Un protector solar de amplio espectro bloquea los rayos UVA y UVB. Asegúrese de aplicar suficiente para cubrir todo el cuerpo (1 onza o 35 ml). Vuelva a aplicarlo cada 2 horas o cada hora si nada o suda.

Cambios en las uñas. Los tratamientos del cáncer pueden hacer que las uñas se levanten, se rompan, o presenten manchas o estrías claras u oscuras. La cutícula que rodea las uñas también podría inflamarse y tornarse roja y dolorosa. Si sus uñas cambian a causa de la quimioterapia, el médico puede recomendar que se enfríe las manos y los pies con hielo o que use guantes o pantuflas fríos mientras recibe el tratamiento, específicamente para los fármacos docetaxel (Docefrez, Taxotere) y paclitaxel (Taxol). El frío ayuda a estrechar los vasos sanguíneos en las manos y los pies. Esto podría ayudar a reducir la cantidad de estos fármacos que llegan a las manos y los pies.

Para ayudar a tratar los cambios que presente en las uñas:

  • Recórtese las uñas.

  • Evite manicuras y pedicuras.

  • Use guantes para las tareas tales como el trabajo de jardinería o la limpieza.

  • Use aceites o cremas para mantener la suavidad de la piel alrededor de las uñas.

  • Evite el uso de zapatos demasiado apretados.

  • Si se sospecha una infección, remoje las uñas por 15 minutos todas las noches en una solución de vinagre blanco y agua de grifo en cantidades iguales.

Problemas cutáneos relacionados con la radioterapia. Cuando se usa radioterapia en las células cancerosas, también se ven afectadas las células sanas de la piel. Esto puede provocar que la piel se levante, pique o duela. El daño en la piel causado por la radioterapia a menudo comienza después de 1 o 2 semanas de tratamiento. En la mayoría de los casos, mejora unas semanas después de que finaliza el tratamiento. Si se convierte en un problema, el médico puede cambiar la dosis o el cronograma de la radioterapia hasta que la afección cutánea mejore.

Las cremas con corticosteroides para la piel, como la crema de mometasona (Elocon), pueden ayudar a evitar los cambios en la piel debido a la radioterapia. Sin embargo, asegúrese de no aplicar estas cremas dentro de las 4 horas de la radioterapia. Informe a su equipo de atención médica si hay heridas abiertas o áreas donde la piel está húmeda. Esto puede ser un signo de infección que requiere tratamiento con antibióticos orales.

Extravasación o goteos de medicamentos quimioterapéuticos. Extravasación de medicamentos quimioterapéuticos es lo que sucede cuando la quimioterapia administrada en una vena gotea en la piel. Esto puede causar dolor o ardor y, si no se trata, podría presentar una herida abierta. Si siente dolor o ardor cuando recibe quimioterapia, infórmelo de inmediato al equipo de atención médica. Es probable que se detenga la quimioterapia y se trate el área alrededor de la infusión con medicamentos tópicos o inyectados. El equipo de atención médica también le mostrará cómo curar el área en casa. Luego, recibirá quimioterapia a través de otra vena u otro método.

Úlceras por presión o escaras. Las úlceras por presión o escaras son provocadas por la presión constante en un lugar del cuerpo. Suelen formarse en los talones, el coxis y otras partes del cuerpo con una capa delgada de grasa. Para prevenir y tratar las escaras, intente usar una almohadilla de aire o agua sobre el colchón. También puede usar una cama de baja pérdida de aire o una cama de aire fluidizado, que distribuyen el peso corporal de una manera más uniforme sobre la superficie. 

Es importante que reciba tratamiento para las escaras a fin de disminuir el dolor y evitar que empeoren.

Heridas malignas. Cuando el cáncer rompe la piel, puede causar una herida maligna. Muchos tipos de cáncer pueden causar estas heridas, pero son más frecuentes con el cáncer de piel (en inglés) y el cáncer de mama. Las heridas malignas pueden infectarse fácilmente y causar mucho dolor o picazón. Pueden supurar mucho líquido o sangre, y tienen un olor muy intenso. Colocar un absorbedor de olores en el ambiente, tales como arena para gatos o carbón, puede ayudar a disminuir el olor. O bien, puede intentar introducir otro olor, por ejemplo, encender velas, vainilla, vinagre o café. Tenga en cuenta que las fragancias y los perfumes pueden ser irritantes para algunas personas y pueden causar náuseas. 

Los antibióticos tópicos, como metronidazol (diversas marcas), pueden ayudar a reducir el olor. Hable con su equipo de atención médica si tiene una herida maligna.

Recursos relacionados

Imagen personal y cáncer (en inglés)

Reacciones en la piel por la terapia dirigida y la inmunoterapia

Efectos secundarios de la quimioterapia

Efectos secundarios de la radioterapia

ASCO answers; Rash Descargue la hoja informativa gratuita de la American Society of Clinical Oncology (Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica) Sarpullido (en inglés). Este archivo PDF imprimible de 1 página proporciona una introducción a los sarpullidos, incluidos los síntomas, cómo se trata, de qué manera manejar las molestias, qué palabras debe conocer y qué preguntas debe hacer al equipo de atención médica. También incluye una hoja de seguimiento para registrar cuándo comenzó el sarpullido y cuál es su aspecto. Solicite copias impresas de esta hoja informativa en la Biblioteca Universitaria de la American Society of Clinical Oncology.