Pérdida del apetito

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 04/2020

La pérdida del apetito o tener poco apetito son efectos secundarios frecuentes del cáncer y su tratamiento. Esto significa que es posible que coma menos de lo habitual, que no sienta hambre o se sienta satisfecho después de comer poco.

La pérdida continua del apetito puede provocar graves complicaciones. Estas incluyen pérdida de peso, que el cuerpo no reciba los nutrientes que necesita y fatiga y debilidad debido a la pérdida de masa muscular, lo cual se denomina caquexia (consulte a continuación). Estos problemas pueden retrasar la recuperación y provocar interrupciones en el tratamiento.

Es importante que hable con su equipo de atención médica si pierde el apetito. El equipo de atención médica podrá encontrar la causa y asegurarse de que usted reciba la alimentación que necesita.

¿Qué son las causas de la pérdida del apetito?

Son muchos los motivos por los que una persona con cáncer puede perder el apetito:

  • Cambios en el metabolismo, que es el proceso mediante el cual el cuerpo descompone los alimentos y los convierte en energía. Estos cambios pueden ocurrir con un cáncer avanzado.

  • Un cáncer en el abdomen que puede causar irritación o hinchazón.

  • Un bazo o hígado agrandado que ejerce presión en el estómago y crea sensación de saciedad.

  • Ascitis, que es una acumulación de líquido que contiene proteínas en el abdomen, que puede crear una sensación de saciedad.

  • Medicamentos, incluidos quimioterapia, inmunoterapia y otros fármacos.

  • Radioterapia o cirugía en cualquier parte de los órganos gastrointestinales, como el estómago o los intestinos.

Otros efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer también pueden ocasionar pérdida del apetito:

  • Náuseas y vómitos

  • Dolor

  • Llagas en la boca y dolor en la boca

  • Infecciones en la boca

  • Sequedad bucal

  • Dificultad para tragar

  • Dificultad para masticar

  • Cambios en el gusto y el olfato

  • Estreñimiento o diarrea

  • Dolor

  • Fatiga

  • Depresión

  • Estrés o ansiedad

Manejo de la pérdida del apetito

El alivio de los efectos secundarios, también denominado cuidados paliativos o atención de apoyo, es un aspecto importante de la atención y el tratamiento del cáncer. Hable con su equipo de atención médica sobre cualquier síntoma que experimente y cualquier cambio en los síntomas. Muchos estudios muestran que comenzar los cuidados paliativos temprano mejora los resultados.

Si es posible, el primer paso en el tratamiento de la pérdida del apetito es abordar la causa. Por lo tanto, su tratamiento contra el cáncer es una parte fundamental de la mejora de la pérdida de apetito. El tratamiento para las afecciones como las náuseas, el dolor, las llagas en la boca, la sequedad en la boca, el dolor o la depresión puede ayudar a mejorar el apetito.

Tenga en cuenta los siguientes consejos para tener una nutrición adecuada cuando tiene poco apetito:

  • Haga 5 o 6 comidas pequeñas por día y coma algún refrigerio cada vez que tenga hambre.

  • No limite la cantidad de alimentos que come.

  • Determine en qué horarios del día siente hambre y coma en esos horarios.

  • Coma refrigerios nutritivos que tengan alto contenido calórico y proteico. Estos incluyen frutas secas, nueces y mantequillas de nueces, yogur, quesos, huevos, batidos de leche, helado, cereal, budín y barras de proteína o barras de granola.

  • Lleve una bolsa de refrigerios con usted y tenga sus alimentos preferidos a mano para comerlos.

  • Aumente las calorías y las proteínas en los alimentos incorporando salsas, jugo de carne, mantequilla, queso, crema agria, mezcla de crema y leche, crema batida y nueces o mantequillas de nueces.

  • Beba líquido entre las comidas, en lugar de hacerlo con las comidas, lo cual hará que sienta saciedad muy rápidamente. Si puede, beba líquidos más calóricos, como bebidas deportivas con electrólitos.

  • Elija bebidas nutritivas o que produzcan saciedad, como la leche o los licuados o batidos de leche nutritivos.

  • Solicite a familiares o amigos que le compren alimentos y le preparen la comida cuando usted esté demasiado cansado para ir de compras o cocinar. Considere también comprar comidas precocinadas.

  • Intente comer en un entorno agradable y con familiares o amigos.

  • Intente colocar los alimentos en platos más pequeños en lugar de platos grandes.

  • Si el olor o el sabor de los alimentos le producen náuseas, coma alimentos que estén fríos o a temperatura ambiente. Esto disminuirá el olor y reducirá el sabor.

  • Si está teniendo problemas con el sabor de los alimentos, intente agregarles especias y condimentos para que sean más apetecibles.

  • Si experimenta cambios en el gusto, como un gusto metálico en la boca, intente chupar caramelos duros como mentas o pastillas de limón antes de las comidas.

  • Pregúntele a su equipo de atención médica cómo aliviar los síntomas gastrointestinales, como las náuseas, los vómitos y el estreñimiento. Infórmele también al médico si tiene dificultades para controlar el dolor.

  • Intente hacer ejercicios ligeros, como caminar durante 20 minutos, aproximadamente una hora antes de las comidas. Esto puede ayudar a estimular el apetito. Consulte a su equipo de atención médica antes de comenzar con un programa de ejercicios. El ejercicio (en inglés) también ayuda a conservar la masa muscular.

Reúnase con un dietista titulado (en inglés) para recibir más consejos sobre la planificación de las comidas y el control de los síntomas. Un dietista también puede determinar si puede beneficiarse de suplementos nutricionales o enzimas digestivas. Pregúntele a su equipo de atención médica si hay un dietista disponible en su centro de tratamiento.

Su médico puede tratar la pérdida del apetito y la pérdida de peso con determinados medicamentos, incluidos los siguientes:

  • Acetato de megestrol (Ovaban, Pallace) o medroxiprogesterona (Amen, Depo-Provera, Provera). Son tipos de hormona progesterona que pueden mejorar el apetito y el aumento de peso, pero que pueden asociarse con un mayor riesgo de coágulos de sangre.

  • Medicamentos esteroides. Pueden aumentar el apetito, mejorar la sensación de bienestar de una persona y ayudar a aliviar las náuseas, la debilidad o el dolor. Sin embargo, los esteroides se deben usar durante periodos breves debido a que el uso a largo plazo se asocia a muchos efectos secundarios no deseados.

  • Metoclopramida (Reglan). Mejora las náuseas, ayuda a eliminar los alimentos del estómago y puede evitar la sensación de saciedad antes de comer lo suficiente.

  • Dronabinol (Marinol). Es un cannabinoide (llamado THC) producido en el laboratorio, que puede estimular el apetito. Sin embargo, también se asocia con un mayor riesgo de confusión y debe evitarse en adultos débiles o mayores de 65 años.

A veces, se coloca temporalmente una sonda de alimentación que va de la nariz al estómago. Si es necesario, también se puede colocar una sonda más permanente directamente en el estómago (que también se denomina tubo de gastrostomía) a través de la pared abdominal. Sin embargo, muchas veces no se recomienda este enfoque. Las directrices de la American Society of Clinical Oncology (Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, información en inglés) establecen que este enfoque no se recomienda en la mayoría de los pacientes con pérdida de peso relacionada con el cáncer avanzado.

Si tiene pérdida de apetito, asegúrese de informar a su equipo de atención médica. Pueden asesorarlo sobre lo que se recomienda en esta situación.

Caquexia por cáncer

La caquexia, que también se denomina consunción, se produce cuando las personas con cáncer avanzado sufren una pérdida completa de apetito que provoca pérdida de peso y pérdida muscular. Hasta el 80 % de las personas con cáncer avanzado tienen caquexia.

Para tratar la pérdida de apetito en personas con caquexia, la American Society of Clinical Oncology sugiere que puede ser útil para los pacientes y sus cuidadores hablar con un dietista titulado. Este hará una evaluación nutricional y proporcionará asesoramiento sobre las comidas y la alimentación. Esto incluye educar sobre qué alimentos ricos en nutrientes, ricos en calorías y ricos en proteínas deben darse a una persona con caquexia cuando decida comer. Un dietista titulado también puede ofrecer consejos sobre alimentación segura y práctica.

Basándose en la investigación científica actual, las recomendaciones de la American Society of Clinical Oncology indican que no utilizar medicamentos para el tratamiento de la caquexia es una opción aceptable para el tratamiento. Esto se debe a que los medicamentos estudiados disponibles que estimulan el apetito (hormonas similares a la progesterona y los esteroides; consulte más arriba) presentan efectos secundarios y no se ha demostrado que mejoren la calidad de vida ni permitan que los pacientes vivan más tiempo. La American Society of Clinical Oncology no recomienda que la mayoría de las personas que tienen caquexia se alimenten por vía intravenosa (i.v.) o sonda de alimentación, ya que las personas con caquexia tienen más probabilidades de tener complicaciones derivadas de estos tratamientos y no se ha demostrado que estos enfoques mejoren la calidad o la duración de la vida. En situaciones muy específicas, los médicos pueden recomendar un ciclo corto de tratamiento con una hormona progesterona o esteroide (consulte más arriba) o a través de una sonda i.v. o sonda de alimentación.

Escuche un pódcast en inglés de Cancer.Net sobre la caquexia por cáncer para obtener más información. Esta información se basa en las recomendaciones de la American Society of Clinical Oncology para el tratamiento de la caquexia por cáncer; tenga en cuenta que este enlace lo lleva a otro sitio web de la American Society of Clinical Oncology y la información se presenta en inglés.

Consejos para el cuidado de un ser querido con caquexia por cáncer

Ver a su ser querido perder el apetito y peso puede causar ansiedad y estrés. Como cuidador, uno de sus papeles es asegurarse de que su ser querido coma. Sin embargo, la caquexia provoca muchos síntomas en personas con cáncer que hacen que comer y beber sea muy difícil. Esto suele hacer que los alimentos sean una fuente de mayor tensión entre los pacientes y sus cuidadores. Estos son algunos consejos que debe tener en cuenta:

  • Reconocer que la pérdida de apetito puede estar fuera del control de su ser querido. “Tratar de comer más” no siempre funciona.

  • “Obligar a comer” a su ser querido puede hacer que el problema empeore, en vez de mejorar. Evite hacer una batalla por la comida.

  • Acepte que su ser querido puede pedir comida, pero, al momento en que la prepare, quizás ya no la quiera. Esto es increíblemente frustrante, pero muy frecuente.

  • No es un fracaso como cuidador si su ser querido no quiere comer. Está fuera de su control.

  • Sea creativo. Busque maneras de mostrarle su atención fuera de los alimentos, lo que incluye dar a su ser querido un masaje, sostenerle las manos, leer o compartir juegos.

  • Preparar y comer alimentos es a menudo un foco importante de encuentros sociales. Busque maneras de apoyar a su ser querido durante los encuentros sociales que no implican comer alimentos.

  • Asegúrese de recibir ayuda con sus tareas de cuidado y tómese tiempo para cuidar de usted mismo.

  • Conéctese con otros cuidadores para encontrar apoyo y desarrollar estrategias creativas que puedan adaptarse mejor a su ser querido.

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