
Un huracán puede dejar un sendero de destrucción. ¿Qué debe hacer después de que un evento de esta magnitud pasa por donde usted vive? Si tiene cáncer, puede haber consideraciones especiales con respecto a su salud y seguridad. Es posible que su sistema inmunitario se haya debilitado, lo cual lo pone en un mayor riesgo de infecciones, sangrado, cansancio y lesiones. Estas son algunas medidas útiles que debe tomar como consecuencia de esta catástrofe natural:
1. Arme un equipo de suministros a prueba de agua
Si no lo ha hecho todavía, reúna todos los elementos importantes para su atención médica y póngalos en un solo lugar. Debe incluir elementos tales como sus medicamentos, apósitos para heridas, aerosol antiséptico y otros elementos necesarios para su atención de rutina. Ponga los elementos en una bolsa plástica a prueba de agua que pueda abrirse y cerrarse herméticamente para mantenerlos secos. Si hay líquidos entre sus elementos, como alcohol de fricción o medicamentos líquidos, use una bolsa por separado para ellos.
2. Tenga a mano información sobre su cáncer
Asegúrese de anotar su información médica importante y consérvela con usted en todo momento. Esta información puede ayudar a un médico o al personal de emergencia a proporcionarle la atención que usted necesite. La Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute, NCI) han creado una tarjeta de billetera útil para este fin. Si no tiene acceso a una impresora, puede escribir estos datos en una hoja de papel. No confíe en su teléfono celular para guardar esta información; las baterías pueden agotarse.
Asegúrese de anotar la siguiente información:
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Su nombre completo.
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Su diagnóstico de cáncer.
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El nombre de su médico y su información de contacto.
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Su plan de tratamiento actual para el cáncer, por ejemplo, qué medicamentos toma.
Si tiene seguro médico, conserve su tarjeta del seguro en el mismo lugar que su información médica, por ejemplo, en su billetera.
3. Busque un lugar donde continuar recibiendo su tratamiento para el cáncer
Si recibe tratamiento activo para el cáncer y no puede acercarse a su médico u hospital habitual, es importante que encuentre un lugar donde continuar su plan de tratamiento.
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Intente comunicarse con su médico y/u hospital para saber si tienen instrucciones específicas para usted.
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Si ha sido víctima del huracán, revise esta lista en inglés de oncólogos que se han ofrecido como voluntarios para atender a los pacientes evacuados.
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Comuníquese con el Centro de Atención del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) llamando al 800-422-6237. Este centro está preparado para ayudar a los pacientes cuya atención para el cáncer ha sido interrumpida.
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Comuníquese con CancerCare llamando al 800-813-4673 para hablar con un trabajador social de oncología. CancerCare puede ayudarlo a ponerse en contacto con recursos locales y regionales útiles para abordar una amplia variedad de necesidades que surgen como consecuencia del devastador impacto de un huracán.
4. Sea cuidadoso con el uso del agua
El agua de las inundaciones puede estar muy sucia, y podría ser difícil tener acceso a agua corriente limpia. No use el agua de las inundaciones para lavarse las manos, lavar platos, cepillarse los dientes, preparar alimentos, hacer hielo ni para preparar fórmula para bebé. Si el agua del grifo no es segura, use agua embotellada en caso de estar disponible. De lo contrario, puede hervir o desinfectar el agua, siempre y cuando no se haya contaminado con gas ni sustancias químicas tóxicas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) tienen buenas instrucciones para conseguir agua segura.
Una vez que tiene agua limpia, lavarse las manos es un paso importante para ayudar a evitar infecciones. Lávese las manos correctamente con jabón y agua tibia o fría.
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Frótese las manos hasta formar espuma.
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Restriéguese bien las manos, incluidos el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
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Restriéguese durante al menos 20 segundos.
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Enjuáguese las manos y séquelas con una toalla limpia o deje que se sequen con el aire.
5. Tenga cuidado con lo que come
No toque ningún alimento que haya estado en contacto con el agua de las inundaciones. Coma solamente alimentos que hayan estado en un envase a prueba de agua. Los envases con tapas a rosca, tapas a presión, tapas con anilla y tapas plegables NO son a prueba de agua.
Los apagones también pueden hacer que los alimentos se echen a perder, lo cual puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos. Conserve los alimentos fríos en el refrigerador y el congelador manteniendo las puertas cerradas el mayor tiempo posible durante un apagón. Deseche los alimentos perecederos que hayan estado a temperaturas superiores a 40 ºF (4 ºC) durante 2 horas o más. En el caso de apagones que hayan durado varios días, controle la temperatura dentro del congelador. Si está por debajo de los 40 ºF, los alimentos que están adentro aún son seguros.
No pruebe los alimentos para determinar si son seguros. Lea más acerca de la seguridad de los alimentos durante una emergencia.
6. Viaje con cuidado
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No se adentre en aguas que fluyan rápidamente, ni siquiera si sabe nadar bien. Los automóviles y otros vehículos también pueden ser arrastrados por el agua en movimiento.
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Evite el agua estancada. Podría estar cargada con corriente eléctrica como consecuencia del daño de los cables de alta tensión u otras fuentes de electricidad. El agua sucia también puede ser una fuente de infección, particularmente si usted tiene heridas abiertas.
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Tenga cuidado al moverse en áreas donde ha habido agua de inundaciones. Puede haber escombros de la tormenta en cualquier lado y el agua podría haber erosionado las carreteras y los senderos peatonales.
Revisó 12 Septiembre 2018.