¿Qué es una evaluación geriátrica?

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 02/2022

Una evaluación geriátrica es una herramienta que los médicos utilizan para evaluar la salud y el bienestar de una persona. Analiza su función física, nutrición, otras afecciones médicas, salud mental y cuánto apoyo social tiene en su hogar.

En la atención oncológica, se puede utilizar una evaluación geriátrica para comprender su estado de salud actual y analizar las opciones de tratamiento. A medida que envejecemos, nuestros cuerpos cambian. Las personas mayores de 65 años pueden tener necesidades específicas que su equipo de atención médica desea comprender. Esta herramienta los ayudará a recomendar el mejor plan de tratamiento y a brindar la cantidad adecuada de apoyo.

¿Por qué son importantes las evaluaciones geriátricas?

Una evaluación geriátrica es una herramienta importante porque puede descubrir información que puede no encontrarse durante los exámenes tradicionales realizados durante la atención oncológica. Esto se debe a que las personas mayores de 65 años a menudo tienen otras enfermedades además del cáncer que inciden sobre la manera en que los efectos secundarios podrían afectarlos y cómo podría ser necesario adaptar el tratamiento a sus necesidades.

La investigación ha demostrado que las evaluaciones geriátricas pueden ayudar a los médicos a comprender la “edad funcional” de una persona en comparación con su “edad cronológica”. La edad cronológica es la edad calendario de una persona. Le dice a un médico cuánto tiempo ha pasado desde el nacimiento de una persona. La edad funcional describe el nivel de funcionamiento físico de una persona en su vida diaria. Esto es útil porque no todas las personas que tienen la misma edad cronológica tienen la misma salud o capacidades físicas.

A medida que las personas envejecen, puede haber más diferencias en la salud en comparación con las personas de la misma edad cronológica. Por ejemplo, dos personas que tienen 70 años podrían tener un estado de salud muy diferente entre sí. Una persona puede vivir en su propia casa, ser capaz de conducir y tener una red de familiares y amigos cerca. Otra persona podría vivir en un centro de vida asistida, necesitar ayuda con la atención diaria y tener cuidadores de larga distancia.

Estas diferencias en el estilo de vida y la salud tienen un impacto significativo en el enfoque de la atención del cáncer. Por eso las evaluaciones geriátricas pueden ser tan útiles. La evaluación es un esfuerzo por identificar estas diferencias en la salud, usarlas para tomar mejores decisiones de tratamiento y mejorar su vida durante y después del cáncer.

Tanto la American Society of Clinical Oncology (Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica) como la International Society of Geriatric Oncology (Sociedad Internacional de Oncología Geriátrica) recomiendan evaluaciones geriátricas para personas de 65 años o más con cáncer, en particular las personas que pueden necesitar quimioterapia. Tenga en cuenta que estos enlaces lo llevan a otros sitios web en inglés.

¿Qué incluye una evaluación geriátrica?

Una evaluación geriátrica no es una sola prueba, como una lectura de la presión arterial. Y no existe un procedimiento de evaluación geriátrica oficial que todos los oncólogos sigan. En cambio, una evaluación geriátrica es una serie de evaluaciones que pueden incluir cuestionarios o evaluaciones físicas.

Por lo general, una evaluación geriátrica evaluará lo siguiente:

Para evaluar sus actividades diarias, es posible que le pidan que responda un cuestionario que pregunta sobre su capacidad de prepararse sus propios alimentos y tomar medicamentos. Por lo general, esto se hace antes de ver al médico, como en la sala de espera. Para medir su riesgo de experimentar caídas, su oncólogo puede hacer una pregunta simple como: “¿Cuántas caídas ha tenido en los últimos 6 meses o desde nuestra última visita?” Y se pueden incluir detalles sobre cualquier otra afección médica como parte de sus registros médicos. Su oncólogo puede usar estas herramientas juntas para ayudar a informar la planificación del tratamiento.

Otras herramientas específicas para adultos mayores que se someten a quimioterapia incluyen la herramienta de toxicidad del Cancer and Aging Research Group (CARG, Grupo de Investigación del Cáncer y el Envejecimiento) y la herramienta de la Chemotherapy Risk-Assessment Scale for High-Risk Patients (CRASH, Escala de Evaluación de Riesgos de Quimioterapia para Pacientes de Alto Riesgo). Estas herramientas ayudan a predecir sus probabilidades de experimentar efectos secundarios importantes, también llamados toxicidad, con la quimioterapia y pueden ser útiles en la planificación de su tratamiento.

¿Obtendré un puntaje en mi evaluación geriátrica?

Una evaluación geriátrica no suele incluir un puntaje o grado numérico. Más probablemente, su oncólogo analizará sus resultados como parte de un análisis más amplio sobre la planificación del tratamiento.

Por ejemplo, los pacientes mayores con cáncer tienen un mayor riesgo de experimentar caídas. Las caídas pueden provocar lesiones que cambian la vida y que pueden hacer más difícil vivir solo. Si recientemente ha tenido varias caídas, su oncólogo puede recomendarle fisioterapia o sugerirle otras opciones.

¿Cómo me ayudará una evaluación geriátrica?

El tratamiento del cáncer siempre implica ciertos riesgos, incluidos los posibles efectos secundarios graves. Una evaluación geriátrica ayuda a su equipo de atención oncológica a comprender su estado de salud actual y el tipo de apoyo que tiene en su hogar. Con esta información, usted y su oncólogo pueden hablar sobre los riesgos y beneficios de un plan de tratamiento propuesto y cómo se adaptan a sus objetivos de tratamiento y sus valores.

Las investigaciones muestran que las evaluaciones geriátricas tienen una variedad de beneficios para adultos mayores con cáncer. Estos incluyen una mejor comunicación, menos visitas no planificadas al hospital y a la sala de emergencias, y una mejor calidad de vida y bienestar.

¿Qué tan comunes son las evaluaciones geriátricas?

Si bien se está convirtiendo en una parte más frecuente de la atención oncológica para adultos mayores de 65 años, no se les pide a todos los pacientes que completen una evaluación geriátrica. Cuando elija a un médico para su atención oncológica, podría considerar preguntar si utiliza evaluaciones geriátricas en su consultorio.

Ya sea que las evaluaciones geriátricas formen parte de su atención regular contra el cáncer o no, asegúrese de informarle a su oncólogo sobre sus antecedentes médicos completos, incluidos los cambios recientes. Esto incluye informarle sobre lo siguiente:

  • cualquier cambio en su salud;

  • síntomas de ansiedad o depresión nuevos o agravados;

  • los medicamentos que esté tomando;

  • caídas;

  • cualquier cambio en su situación de vida o sistema de apoyo.

Preguntas para hacerle al equipo de atención médica

Considere la posibilidad de preguntarle a su equipo de atención médica lo siguiente:

  • ¿Por qué es importante proporcionar detalles sobre mis antecedentes médicos después del diagnóstico de cáncer?

  • ¿Qué pruebas necesitaré antes de completar la planificación de mi tratamiento contra el cáncer?

  • ¿Cuál es el objetivo de cada tratamiento que está recomendando? ¿Sirve para eliminar el cáncer, ayudar a que me sienta mejor o ambas cosas?

  • ¿Cuáles son los efectos secundarios esperados de cada tratamiento? ¿Cómo se pueden tratar o aliviar?

  • ¿De qué manera puedo mantenerme lo más saludable e independiente posible durante el tratamiento contra el cáncer?

  • ¿Por qué es importante prevenir las caídas en el hogar?

  • ¿Hay servicios de rehabilitación del cáncer u otros servicios de atención que puedan ayudarme?

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