Cáncer de tiroides: Diagnóstico

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 04/2022

EN ESTA PÁGINA: encontrará una lista de las pruebas, los procedimientos y las exploraciones frecuentes que los médicos usan para averiguar la causa de un problema médico. Use el menú para ver otras páginas.

Los médicos realizan muchas pruebas para detectar o diagnosticar el cáncer. También realizan pruebas para averiguar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo desde el lugar donde se inició. Si el cáncer se ha diseminado, se denomina metástasis. Los médicos también pueden hacer pruebas para determinar qué tratamientos podrían funcionar mejor.

En la mayoría de los tipos de cáncer, una biopsia es la única manera segura para que el médico determine si un área determinada del cuerpo tiene cáncer. Durante una biopsia, el médico toma una pequeña muestra de tejido para hacerle pruebas en un laboratorio. Si no se puede realizar una biopsia, el médico puede sugerir que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico.

Cómo se diagnostica el cáncer de tiroides

Se utilizan muchas pruebas para diagnosticar el cáncer de tiroides. No todas las pruebas descritas aquí se utilizarán para todas las personas. Su médico puede considerar estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

  • Tipo de cáncer que se sospecha

  • Sus signos y síntomas

  • Su edad y estado de salud general

  • Los resultados de pruebas médicas anteriores

Las siguientes pruebas se pueden utilizar para diagnosticar el cáncer de tiroides.

  • Examen físico. El médico palpará el cuello, la glándula tiroides, la garganta y los ganglios linfáticos (órganos pequeños en forma de frijol que ayudan a combatir las infecciones) en el cuello para detectar crecimientos o inflamación inusuales. Si se recomienda una cirugía, es posible que se examine la laringe en el mismo momento con un laringoscopio, que es un tubo delgado y flexible con una luz.

  • Análisis de sangre. Existen varios tipos de análisis de sangre que pueden realizarse durante el diagnóstico y para monitorear al paciente durante y después del tratamiento. Esto incluye pruebas llamadas pruebas de marcadores tumorales. Los marcadores tumorales son sustancias que se encuentran en niveles superiores a las normales en la sangre, la orina o los tejidos del cuerpo de algunas personas con cáncer. Los análisis de sangre pueden incluir lo siguiente:

    • Niveles de hormona tiroidea. Tal como se explicó en la Introducción, las hormonas tiroideas regulan el metabolismo de una persona. El médico usará esta prueba para saber cuáles son los niveles actuales de las hormonas tiroideas triyodotironina (T3) y tiroxina (T4) en el cuerpo.

    • Hormona estimulante de la tiroides (TSH). Este análisis de sangre mide el nivel de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés), una hormona producida por la glándula pituitaria cerca del cerebro. Si el cuerpo necesita hormona tiroidea, la glándula pituitaria libera TSH para estimular la producción.

    • Tg y TgAb. La tiroglobulina (Tg) es una proteína fabricada naturalmente por la tiroides, así como también por el cáncer diferenciado de tiroides. Después del tratamiento para el cáncer, debería haber niveles muy bajos de tiroglobulina en la sangre ya que el objetivo del tratamiento es eliminar todas las células tiroideas. Si la Tg continúa elevándose después de la cirugía o el yodo radiactivo, puede ser un signo de más cáncer. Puede realizarse una prueba de marcadores tumorales para medir el nivel de Tg en el cuerpo antes, durante o después del tratamiento. También existe una prueba para detectar anticuerpos contra la tiroglobulina (TgAb), que son proteínas que produce el cuerpo para atacar la tiroglobulina que se presenta en algunos pacientes. Si se encuentra TgAb, se sabe que interfiere con los resultados de la prueba del nivel de Tg.

    • Pruebas específicas de tipo medular. Si el cáncer medular de tiroides (CMT) es una posibilidad, el médico indicará pruebas de marcadores tumorales para verificar niveles elevados de calcitonina y antígeno carcinoembrionario (ACE). El médico también recomendará un análisis de sangre para buscar la presencia del protooncogén RET (consulte Factores de riesgo), particularmente si existen antecedentes familiares de CMT.

  • Ultrasonido. Un ultrasonido utiliza ondas de sonido para crear una imagen de los órganos internos. Una sonda de ultrasonido es guiada sobre la piel del área del cuello. Las ondas sonoras de alta frecuencia crean un patrón de ecos que muestran al médico el tamaño de la glándula tiroides e información específica sobre cualquier nódulo, incluyendo si este es sólido o un saco lleno de líquido llamado quiste.

  • Biopsia. Una biopsia es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para examinarlo a través de un microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia puede permitir formular un diagnóstico definitivo. La manera de determinar si un nódulo es canceroso o benigno es mediante una biopsia. Durante este procedimiento, el médico extrae células del nódulo que luego son examinadas por un citopatólogo. Un citopatólogo es un médico que se especializa en analizar células y tejido para diagnosticar una enfermedad. Esta prueba a menudo se realiza con la ayuda de un ultrasonido (ver más arriba).

    Una biopsia de los nódulos tiroideos se realizará de 1 de 2 maneras:

    • Aspiración con aguja fina. Este procedimiento generalmente se realiza en el consultorio de un médico o en una clínica. Es un paso importante en el diagnóstico para descubrir si un nódulo tiroideo es benigno o canceroso. Es posible que se inyecte un anestésico local en la piel para adormecer el área antes de la biopsia. El médico inserta una aguja fina en el nódulo y extrae células y algo de líquido. El procedimiento puede repetirse 2 o 3 veces para obtener muestras de diferentes áreas del nódulo. El citopatólogo elabora un informe de los resultados de esta prueba. Los resultados de la prueba pueden ser positivos, lo que significa la presencia de células cancerosas, o negativos, lo que significa que no hay células cancerosas. La prueba también puede ser no determinante, lo que significa que no está claro si hay cáncer o no.

    • Biopsia quirúrgica. Si la biopsia por aspiración con aguja no es clara, el médico puede sugerir una biopsia en la que se extirpará el nódulo y posiblemente el lóbulo afectado de la tiroides mediante cirugía. Por lo general no se recomienda la extirpación del nódulo solo debido a la posibilidad de extirpar el tumor potencialmente maligno sin suficientes márgenes, que es una zona de tejido alrededor del nódulo. Este procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia general. También puede requerir hospitalización.

  • Análisis molecular de la muestra del nódulo. Es posible que el médico recomiende realizar análisis de laboratorio en una muestra tumoral, a fin de identificar genes específicos, proteínas y otros factores específicos del tumor. El análisis genético del nódulo de la tiroides puede permitirle comprender el riesgo de que este nódulo sea canceroso. Otros análisis genéticos, de proteínas y moleculares de los cánceres de tiroides pueden ayudar a determinar sus opciones de tratamiento, incluidos los tipos de tratamiento llamados terapia dirigida.

  • Imágenes por radionúclidos. Esta prueba también se llama exploración de cuerpo entero. Esta exploración se hará ya sea usando una pequeña cantidad inocua de yodo radiactivo I-131 o I-123, denominado marcador. A menudo se usa para obtener más información sobre un nódulo tiroideo. En esta prueba, el paciente traga el marcador, que es absorbido por las células tiroideas. Esto hace que las células tiroideas aparezcan en las imágenes de la exploración y le permite al médico observar diferencias entre esas células y otras estructuras del cuerpo.

  • Radiografía. Una radiografía es un modo de crear una imagen de las estructuras internas del cuerpo usando una pequeña cantidad de radiación. Por ejemplo, la radiografía de tórax puede ayudar a los médicos a determinar si el cáncer se ha diseminado a los pulmones.

  • Exploración por tomografía computarizada (TC o TAC). Una exploración por TC crea una imagen tridimensional del interior del cuerpo utilizando rayos X que se toman desde diferentes ángulos. Una computadora combina estas imágenes en una vista detallada de cortes transversales que muestra anormalidades o tumores. Una exploración por TC se puede utilizar para medir el tamaño del tumor. En ocasiones, antes de la exploración se administra un tinte especial, denominado medio de contraste, a fin de obtener mejores detalles en la imagen. Este tinte puede inyectarse en la vena del paciente o administrarse como una píldora para tragar.

    Las exploraciones por TC a menudo se usan en personas con cáncer de tiroides para examinar partes del cuello que no pueden verse con el ultrasonido (vea más arriba). Además, es posible que deban realizarse exploraciones por TC del pecho para ver si el cáncer de tiroides se ha diseminado a esa área del cuerpo. Las exploraciones por TC del abdomen pueden usarse para ver si el cáncer de tiroides se ha diseminado al hígado o a otros sitios. Los pacientes con formas hereditarias (consulte Factores de riesgo) de CMT pueden presentar mayor riesgo de desarrollar otros tipos de tumores endocrinos en el abdomen. Es posible que a estos pacientes también se les realice una exploración por TC del abdomen.

  • Exploración por tomografía por emisión de positrones (TEP) o TEP-TC. Una exploración por tomografía por emisión de positrones (TEP) generalmente se combina con una exploración por TC (ver más arriba), lo cual se denomina exploración por TEP-TC. Sin embargo, es posible que escuche al médico hablar de este procedimiento como simplemente una exploración por TEP. La exploración por TEP es una forma de crear imágenes de los órganos y los tejidos internos del cuerpo. Una pequeña cantidad de una sustancia azucarada radiactiva se inyecta en el cuerpo del paciente. Esta sustancia azucarada es absorbida por las células que utilizan la mayor cantidad de energía. Debido a que el cáncer tiende a utilizar energía de manera activa, este absorbe una cantidad mayor de la sustancia radiactiva. Sin embargo, la cantidad de radiación de la sustancia es demasiado baja como para ser dañina. Luego, un escáner detecta esta sustancia para generar imágenes del interior del cuerpo.

Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, su médico revisará los resultados con usted. Si el diagnóstico es cáncer de tiroides, estos resultados también ayudan a que el médico describa el cáncer. Esto se denomina “determinación del estadio”.

La siguiente sección de esta guía es Estadios. Explica el sistema que los médicos usan para describir el alcance del cáncer de tiroides. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.