Cuidado durante los días finales

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 05/2019

A medida que la persona se acerca al final de su vida, es difícil saber qué esperar. Las responsabilidades de los cuidadores pueden variar en función de dónde recibe atención la persona con cáncer. Por ejemplo, brindar atención en el hogar en lugar de en un hospital o un centro de cuidados para enfermos terminales puede incluir más responsabilidades para los cuidadores. Independientemente de la situación, el equipo de atención médica brindará la mejor atención posible hasta el final de la vida. Además, hará todo lo posible para asegurarse de que la persona que está muriendo se sienta cómoda.

Signos de una muerte inminente

En general, la muerte por cáncer ocurre después de que una persona se ha ido debilitando y cansando más a lo largo de varias semanas o meses. No siempre es posible predecir cuánto tiempo vivirá una persona. Pero algunos signos y síntomas frecuentes indican que la persona está entrando en las últimas semanas y días de vida. Saber qué esperar ayuda a aliviar la ansiedad y permite planificar mejor.

Los siguientes son signos y síntomas que sugieren que una persona con cáncer puede estar entrando en las últimas semanas de vida:

  • Empeoramiento de la debilidad y el cansancio.

  • Necesidad de dormir casi todo el tiempo; a menudo, pasa la mayor parte del día en la cama o descansando.

  • Pérdida de peso, y disminución o pérdida de masa muscular.

  • Poco o nada de apetito, y dificultad para comer o para tragar líquidos.

  • Disminución de la capacidad para hablar y concentrarse.

  • Poco interés en hacer cosas que antes eran importantes.

  • Pérdida de interés en el mundo exterior, las noticias, la política, el entretenimiento y los eventos locales.

  • Deseo de estar rodeado de pocas personas y limitación del tiempo que pasa con las visitas.

A medida que se acercan los últimos días de vida, es posible que vea los siguientes signos y síntomas:

  • La respiración puede hacerse lenta y, a veces, puede haber largas pausas entre una respiración y otra.

  • Respiración ruidosa, con congestión y sonidos de gorgoteo o estertores, a medida que la persona se vuelve incapaz de aclarar los líquidos de la garganta. Estos sonidos pueden preocupar a otros, pero la persona que está muriendo no se da cuenta de ellos.

  • Piel fría que puede presentar un color azulado oscuro, especialmente en las manos y los pies de la persona.

  • Sequedad de la boca y los labios.

  • Reducción de la orina.

  • Incontinencia urinaria e intestinal.

  • Nerviosismo o movimientos involuntarios repetitivos.

  • Confusión sobre el tiempo, el lugar y la identidad de las personas, incluidos familiares y amigos cercanos.

  • Ver o escuchar personas o cosas que no están allí. Esto es frecuente y generalmente normal. No es un motivo de preocupación, a menos que estas alucinaciones asusten o molesten a la persona que está enferma. Estas experiencias irreales a menudo incluyen viajes, preparativos de viaje o la bienvenida de personas que han muerto.

  • Una tendencia a estar entre consciente e inconsciente, y responder gradualmente cada vez menos al tacto o a la voz.

Por supuesto, cada persona es diferente. Los signos y síntomas que las personas experimentan varían. Además, puede variar el orden en el que los signos y síntomas ocurren.

Brindar comodidad

Los familiares y cuidadores pueden ayudar a que la persona enferma esté más cómoda durante este tiempo. Los médicos y enfermeros de la persona pueden orientarlo en medidas basadas en la condición y las necesidades específicas de la persona. Estas son algunas pautas generales para brindar comodidad:

  • Use un colchón tipo “cáscara de huevo” o almohadones de goma espuma para hacer que las camas y las sillas sean más cómodas.

  • Ayude a la persona a cambiar de posición con frecuencia.

  • Cambie las sábanas al menos dos veces por semana o con más frecuencia, según sea necesario.

  • Levante la cabeza de la persona, si eso le resulta más cómodo, o gire a la persona sobre un lado para ayudarle a respirar mejor.

  • Use mantas para ayudar a la persona a mantenerse abrigada. No use mantas eléctricas ya que pueden provocar quemaduras. Frote suavemente las manos y los pies de la persona o remójelos en agua tibia si le resulta reconfortante.

  • Hable con voz clara y tranquila, y recuérdele a la persona el tiempo, el lugar y las personas presentes. Esto puede ayudar a reducir la confusión y la desorientación. Sin embargo, estas medidas pueden no ser útiles si la persona tiene confusión mental.

  • Si la persona está abstraída o no responde, dígale cosas alentadoras y tranquilizadoras, pero que no requieran una respuesta. En lugar de decir: “¿Cómo te sientes?”, considere decir cosas, como:

    • “Todo está bien”.

    • “Estamos aquí contigo”.

    • “Nos apoyamos mutuamente”.

    • “Te queremos”.

  • Ofrézcale sorbos de líquido con una pajita o una cuchara si la persona puede tragar. Esto ayudará a mantener la boca de la persona húmeda. Los hisopos con glicerina y el bálsamo labial también ayudan con la sequedad de la boca y los labios.

  • Masajee suavemente el cuerpo de la persona si le resulta relajante. Puede ser reconfortante y puede mejorar la circulación sanguínea. Use una loción humectante para calmar y aliviar la piel seca. Evite las lociones a base de alcohol, que pueden secar más la piel de la persona.

  • Esté allí. A veces, las mejores maneras de reconfortar y tranquilizar incluyen sentarse con la persona, hablarle, ofrecerle una caricia suave o tomarle de las manos. Estas medidas no solo ayudan a aliviar la soledad, sino que también pueden ser expresiones saludables de amor hacia la persona que está muriendo.

Aliviar el dolor

El dolor intenso a menudo hace que sea difícil para una persona sentirse cómoda y en paz a medida que muere. El cáncer causa dolor de muchas maneras diferentes, pero hay formas de tratar el dolor. El dolor no controlado a menudo empeora otros síntomas, como la fatiga y la confusión. Estos síntomas hacen que sea más difícil concentrarse en el tiempo que se pasa con familiares y amigos.

Hable con un miembro de su equipo de atención médica que se especialice en el control del dolor o en cuidados paliativos. Esa persona puede ayudar a encontrar una estrategia eficaz para el alivio del dolor. Esto puede requerir una planificación minuciosa y una comunicación con varios miembros del equipo de atención médica.

Obtenga más información sobre cómo tratar el dolor con medicamentos y otras maneras de manejar el dolor.

Llamar para obtener ayudar

La persona con cáncer y los cuidadores deben saber a quién llamar si tienen preguntas sobre el dolor y si necesitan ayuda urgente. Si está cuidando a alguien con cáncer en el hogar, pregúntele al médico de la persona o al personal de cuidados para enfermos terminales o de atención domiciliaria cuándo y a quién llamar para obtener ayuda. Las siguientes son algunas de las situaciones que requieren la ayuda de profesionales y de un equipo de atención médica:

  • La persona tiene dolor que es difícil de manejar o aliviar.

  • La persona no puede tomar los medicamentos recetados.

  • La persona que muestra signos de fatiga, como problemas para respirar o agitación.

  • La persona tiene un cambio repentino del conocimiento, con menos capacidad de respuesta o confusión, o tiene una convulsión.

  • Los cuidadores del hogar se sienten agobiados por la condición y las necesidades de la persona.

Respetar las opciones personales

Averigüe de antemano si la persona que usted cuida estableció instrucciones anticipadas. Hay 2 tipos de instrucciones anticipadas:

  • Un representante de atención médica es una persona que el paciente selecciona para tomar decisiones de atención médica si el paciente no puede. Esta persona también se llama apoderado de atención médica o representante.

  • Un testamento vital es un documento que describe el tipo de tratamientos médicos que desea y que no desea el paciente para el final de su vida. Por ejemplo, algunas personas que están acercándose al final de su vida deciden negarse a recibir soporte vital artificial, como respiradores mecánicos o sondas de alimentación. O solicitan una orden de “no reanimación”. Esta orden indica que la persona no debe recibir reanimación cardiopulmonar (RCP) si su respiración cesa o el corazón deja latir.

Los cuidadores y otros que cuidan a la persona no siempre están de acuerdo con las decisiones de las instrucciones anticipadas. Sin embargo, las personas con una enfermedad en etapa avanzada necesitan saber que se respetarán sus deseos finales. Como cuidador, seguir las instrucciones anticipadas es una de las cosas más importantes que usted puede hacer para ayudar a la persona a morir con dignidad y tranquilidad.

Si la persona tiene una orden de “no reanimación”, informe a todo el personal de emergencia si debe llamar a la línea de emergencias. Obtenga más información sobre las órdenes de “no reanimación” y la RCP.

Organizar las cuestiones prácticas

Organizar las cuestiones prácticas de antemano disminuye parte del estrés del cuidado de un paciente. También ayuda a los cuidadores a concentrarse en pasar tiempo con la persona que está muriendo. Los siguientes son algunos consejos que pueden ayudarlo a organizar su tiempo y a centrar sus esfuerzos:

  • Haga una lista de los documentos importantes que pueden ser necesarios y su ubicación. Estos podrían incluir estados de cuentas bancarias, inmuebles, posesión de acciones y contraseñas para acceder a cuentas y a servicios bancarios en línea.

  • Haga una lista de la gente a la que la persona le gustaría ver en las últimas semanas.

  • Tenga en cuenta quiénes deberían estar presentes en el momento o cerca del momento de la muerte. Por ejemplo, decidir si un miembro del clero u otro líder espiritual deberían estar junto a la cama para brindar consuelo o realizar los rituales importantes.

  • Haga una lista de las personas a las que se debe llamar después de la muerte. Y pida a un amigo o familiar que le ayude a hacer esas llamadas.

  • Elija una funeraria y notifique a la institución que se espera la muerte en un futuro cercano. La mayoría de los hospitales para enfermos terminales llamarán a la funeraria por usted.

  • Asegúrese de comprender los deseos de la persona para el funeral y los servicios de entierro, como la cremación.

  • Notifique al hospital o al personal de cuidados para enfermos terminales acerca de las costumbres religiosas o culturales sobre la muerte para que puedan tenerlas en cuenta. Esto puede incluir personas que deben estar presentes antes y después del momento de la muerte. O puede incluir costumbres especiales sobre lavado, vestimenta o cuidado del cuerpo después de la muerte.

Comprender qué sucede inmediatamente después de la muerte

Cuando se produzca la muerte, los músculos de la persona se relajarán, la respiración se detendrá, el corazón dejará de latir y no habrá pulso.

Incluso cuando se espera la muerte, es frecuente y normal que los cuidadores tengan una sensación de conmoción e incredulidad. Aunque se les debe notificar al personal de atención domiciliaria o de cuidados para enfermos terminales y al médico de la persona, una muerte natural no es una emergencia. Por lo general, no es necesario llamar al personal médico de inmediato. Para muchas personas resulta reconfortante tomarse un tiempo para sentarse con su ser querido, quizás hablarle en voz baja, tomarle de las manos o mirar cómo su ser querido está en paz.

Recursos relacionados

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Duelo y pérdida

Más información

National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer): Los cuidados al final de la vida de personas con cáncer