Cáncer de esófago: Tipos de tratamiento

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 10/2019

EN ESTA PÁGINA: obtendrá información sobre los diferentes tipos de tratamientos que los médicos usan en las personas con cáncer de esófago. Use el menú para ver otras páginas.

Esta sección explica los tipos de tratamiento que son la norma de atención para el cáncer de esófago. “Norma de atención” significa los mejores tratamientos conocidos. Al tomar decisiones relacionadas con el plan de tratamiento, se le recomienda que considere la opción de participar en ensayos clínicos. Un ensayo clínico es un estudio de investigación que prueba un nuevo enfoque al tratamiento. Los médicos quieren conocer si el nuevo tratamiento es seguro, eficaz y posiblemente mejor que el tratamiento estándar. Los ensayos clínicos pueden probar un nuevo fármaco, una nueva combinación de tratamientos estándares o nuevas dosis de fármacos estándares u otros tratamientos. Los ensayos clínicos son una opción para tener en cuenta para el tratamiento y la atención en todos los estadios del cáncer. Su médico puede ayudarlo a considerar todas sus opciones de tratamiento. Obtenga más información sobre los ensayos clínicos en las secciones Acerca de los ensayos clínicos y Últimas investigaciones.

Descripción general del tratamiento (actualizada 06/2020)

En la atención del cáncer, a menudo trabajan juntos distintos tipos de médicos para crear un plan de tratamiento integral de los pacientes que combine distintos tipos de tratamientos. Esto se denomina equipo multidisciplinario. Los equipos de atención del cáncer incluyen una variedad de otros profesionales de la atención médica, por ejemplo, auxiliares médicos, enfermeros profesionales, enfermeros de oncología, trabajadores sociales, farmacéuticos, asesores, dietistas y otros.

A continuación, se describen los tipos de tratamiento frecuentes que se usan para el cáncer de esófago. Su plan de atención también puede incluir tratamiento para síntomas y efectos secundarios, una parte importante de la atención del cáncer.

Las recomendaciones y opciones de tratamientos dependen de varios factores, entre ellos, el tipo y estadio del cáncer, los efectos secundarios posibles, así como las preferencias del paciente y su estado de salud general. Tómese el tiempo para obtener información sobre todas sus opciones de tratamiento y asegúrese de hacer preguntas sobre cosas que no estén claras. Hable con su médico acerca de los objetivos de cada tratamiento y lo que puede esperar mientras recibe el tratamiento. Estos tipos de conversaciones se denominan “toma de decisiones compartida”. La toma de decisiones compartida es cuando usted y sus médicos trabajan juntos para elegir tratamientos que se ajusten a los objetivos de su atención. La toma de decisiones compartida es especialmente importante en los casos de cáncer de esófago, ya que existen diferentes opciones de tratamiento. Obtenga más información sobre la toma de decisiones sobre el tratamiento.

En el caso de un tumor que no se ha diseminado más allá del esófago y los ganglios linfáticos, los médicos a menudo recomiendan una combinación de diferentes tipos de tratamiento: radioterapia, quimioterapia y cirugía. El orden de los tratamientos varía y se consideran varios factores, incluido el tipo de cáncer de esófago.

En particular, para el cáncer de células escamosas, se suelen recomendar la quimioterapia y la radioterapia, una combinación llamada quimiorradioterapia, como el primer tratamiento. La cirugía puede usarse más tarde dependiendo de qué tan bien haya funcionado la quimiorradioterapia. Estudios recientes demuestran que usar la quimiorradioterapia antes de la cirugía es mejor que la cirugía sola.

Para el adenocarcinoma, el tratamiento más frecuente en los Estados Unidos es la quimioterapia y la radioterapia seguidas de cirugía. La cirugía casi siempre se recomienda después de la quimiorradioterapia, a menos que existan factores que aumenten los riesgos de la cirugía, tales como la edad del paciente o su salud general. Para el adenocarcinoma de esófago avanzado a nivel local, la Sociedad Estadounidense de la Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology) recomienda la quimiorradioterapia antes de la cirugía o la quimioterapia perioperatoria. La palabra “perioperatoria” significa que la quimioterapia se administra antes y después de la cirugía. Para las personas que no se puede tratar con cirugía, se recomienda un tratamiento de la quimiorradioterapia. Si un paciente no puede recibir quimioterapia después de la cirugía, se debe administrar quimioterapia antes de la cirugía. La adición de la radioterapia a la quimioterapia puede causar efectos secundarios más graves que la quimioterapia sola, pero la combinación puede ofrecer resultados más efectivos en determinadas situaciones. Es importante analizar con su médico qué opciones de tratamiento son las mejores para usted.

Esta información está basada en las pautas de la Sociedad Estadounidense de la Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology), “Tratamiento del carcinoma esofágico avanzada a nivel local.” Tenga en cuenta que este enlace lo lleva a otro sitio web de la Sociedad Estadounidense de la Oncología Clínica con contenido en inglés.

Para el cáncer de esófago avanzado, el tratamiento generalmente implica radioterapia, quimioterapia y otras terapias con medicamentos.

Efectos físicos, emocionales y sociales del cáncer

El cáncer y su tratamiento producen síntomas y efectos secundarios físicos, así como efectos emocionales, sociales y económicos. El manejo de estos efectos se denomina cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Es una parte importante de su atención que se incluye junto con los tratamientos que tienen como fin retrasar, detener o eliminar el cáncer.

Los cuidados paliativos se centran en mejorar cómo se siente durante el tratamiento al manejar los síntomas y brindar apoyo a los pacientes y sus familias con otras necesidades no médicas. Cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo y estadio de cáncer, puede recibir este tipo de atención. Y en general, funciona mejor cuando se inicia poco después del diagnóstico de cáncer. Las personas que reciben cuidados paliativos junto con el tratamiento para el cáncer con frecuencia tienen síntomas menos graves y mejor calidad de vida, e informan que están más satisfechas con el tratamiento.

Los tratamientos paliativos varían ampliamente y, con frecuencia, incluyen medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y espiritual, y otras terapias. Usted también puede recibir tratamientos paliativos similares a los utilizados para eliminar el cáncer, como quimioterapia, cirugía o radioterapia.

Antes de comenzar con el tratamiento, hable con su médico sobre los objetivos de cada tratamiento en el plan de tratamiento. También debe hablar sobre los efectos secundarios posibles del plan de tratamiento específico y las opciones de cuidados paliativos.

Durante el tratamiento, su equipo de atención médica puede pedirle que responda preguntas sobre sus síntomas y efectos secundarios y que describa cada problema. Asegúrese de informar al equipo de atención médica si experimenta algún problema. Esto ayuda a que el equipo de atención médica pueda tratar cualquier síntoma y efecto secundario lo más rápido posible. También puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro.

Obtenga más información sobre la importancia de llevar un registro de los efectos secundarios en otra parte de esta guía. Obtenga más información sobre los cuidados paliativos en una sección diferente de este sitio web.

Cirugía

La cirugía es la extirpación del tumor y de parte del tejido circundante sano durante una operación. Un oncólogo cirujano es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer mediante cirugía. La cirugía tradicionalmente ha sido el tratamiento más común para el cáncer de esófago. Sin embargo, en la actualidad, la cirugía se utiliza como el tratamiento principal solo para el cáncer de esófago en etapa inicial.

Para el cáncer de esófago avanzado a nivel local, se puede utilizar una combinación de quimioterapia y radioterapia (ver a continuación) antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor. Si la cirugía no es posible, la mejor opción de tratamiento muchas veces es una combinación de quimioterapia y radioterapia.

La cirugía más común para tratar el cáncer de esófago se denomina esofagectomía, donde el médico extirpa la parte afectada del esófago y luego une la parte sana del esófago con el estómago para que el paciente pueda tragar normalmente. A veces, se puede utilizar el estómago o parte del intestino para realizar la unión. El cirujano también extirpa los ganglios linfáticos que están alrededor del esófago.

Antes de la cirugía, hable con el equipo de atención médica sobre los efectos secundarios posibles de la cirugía específica a la que se someterá. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la cirugía para el cáncer.

Cirugía para cuidados paliativos

Además de la cirugía para tratar la enfermedad, la cirugía se puede utilizar para ayudar a las personas a comer y para aliviar los síntomas ocasionados por el cáncer. Esto se denomina cirugía paliativa. Para hacer esto, los cirujanos y los médicos gastroenterólogos, que se especializan en el tracto gastrointestinal, pueden:

  • Colocar un tubo de gastrostomía percutánea o un tubo de yeyunostomía, también denominado sonda de alimentación, para que la persona pueda recibir nutrición directamente en el estómago o el intestino. Esto puede hacerse antes de la quimioterapia y la radioterapia para asegurarse de que la persona pueda comer una cantidad suficiente de alimentos para mantener su peso y fuerza durante el tratamiento.

  • Crear una derivación, o una vía nueva, al estómago si un tumor bloquea el esófago, pero no puede extirparse con cirugía. Este procedimiento se usa con poca frecuencia.

Las personas que han tenido problemas para comer y beber podrían necesitar recibir alimentación y líquidos por vía intravenosa (IV; a través de una vena) durante varios días antes y después de la cirugía, así como antibióticos para prevenir o tratar las infecciones. Se les enseñan a los pacientes ejercicios especiales para toser y respirar para mantener sus pulmones limpios.

Terapia endoscópica

Los siguientes tratamientos utilizan un tubo largo y flexible llamado endoscopio (ver Diagnóstico) para tratar el cáncer de esófago y para manejar los efectos secundarios ocasionados por el tumor.

  • Endoscopia y dilatación. Este procedimiento expande el esófago. Es posible que deba repetirse si el tumor crece.

  • Endoscopia con colocación de endoprótesis. Este procedimiento utiliza una endoscopia para insertar una endoprótesis en el esófago. Una endoprótesis esofágica es un dispositivo de malla de metal que se expande para mantener el esófago abierto.

  • Electrocoagulación. Este tipo de tratamiento paliativo ayuda a matar las células cancerosas calentándolas con una corriente eléctrica. Esto a veces se usa para ayudar a aliviar los síntomas mediante la eliminación de una obstrucción causada por el tumor.

  • Crioterapia. Este es un tipo de tratamiento paliativo que utiliza un endoscopio con una sonda que puede congelar y extirpar el tejido tumoral. Se puede usar para reducir el tamaño de un tumor para ayudar a que el paciente trague mejor.

Otras técnicas menos comunes incluyen la terapia fotodinámica y la terapia con láser. En la terapia fotodinámica, se administra una sustancia sensible a la luz, llamada fotosensibilizador, a través de una vena. Luego, se dirige un láser a las lesiones en el esófago mediante el uso de un endoscopio. En la cirugía láser, se utiliza un láser para quemar las lesiones esofágicas a través de un endoscopio.

Radioterapia

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para eliminar las células cancerosas. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el cáncer se conoce como radiooncólogo. Un régimen o programa de radioterapia, normalmente consiste en una cantidad específica de tratamientos que se administran durante un período determinado. El tipo más frecuente de tratamiento de radiación se denomina radioterapia con haz externo, que se aplica desde una máquina externa al cuerpo.

Cuando se administra tratamiento con radiación directamente dentro del cuerpo, el tratamiento se denomina radioterapia interna o braquiterapia. Para el cáncer de esófago, esto implica la inserción temporal de una fuente de material radioactivo en el esófago mediante el uso de un endoscopio (ver "Terapia endoscópica" y Diagnóstico).

La terapia con haz de protones se está estudiando en ensayos clínicos para el cáncer de esófago. La terapia con haz de protones es un tipo de radioterapia con haz externo que usa protones en lugar de rayos X. Con alta potencia, los protones pueden destruir las células cancerosas.

Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones leves en la piel, dolor en la garganta y el esófago, dificultad o dolor al tragar, malestar estomacal, náuseas y deposiciones líquidas. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco tiempo después de finalizado el tratamiento.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la radioterapia.

Terapias con medicamentos

La terapia sistémica es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Este tipo de medicamento se administra a través del torrente sanguíneo para alcanzar las células cancerosas en todo el cuerpo. Generalmente, el profesional que receta las terapias sistémicas es un oncólogo clínico, un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos.

Algunos de los métodos frecuentes para administrar terapias sistémicas incluyen un tubo intravenoso (IV) que se coloca en una vena con una aguja, o una pastilla o cápsula que se traga (por vía oral).

Los tipos de terapias sistémicas que se usan para el cáncer de esófago incluyen los siguientes:

  • Quimioterapia

  • Terapia dirigida

  • Inmunoterapia

Cada uno de estos tipos de terapias se analiza a continuación en más detalle. Una persona puede recibir un tipo de terapia sistémica a la vez o una combinación de terapias sistémicas al mismo tiempo. También se pueden administrar como parte de un plan de tratamiento que puede incluir cirugía o radioterapia.

Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus potenciales efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. También es importante informar a su médico si está tomando algún otro medicamento con receta o de venta libre o suplementos. Las hierbas, los suplementos y otros fármacos pueden interactuar con los medicamentos para el cáncer. Obtenga más información sobre sus medicamentos recetados en las bases de datos de fármacos en las que se pueden realizar búsquedas (en inglés).

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, generalmente al evitar que las células cancerosas crezcan, se dividan y produzcan más células.

Un régimen o programa de quimioterapia, por lo general consiste en una cantidad específica de ciclos que se administran durante un período determinado. Un paciente puede recibir 1 fármaco a la vez o una combinación de diferentes fármacos administrados al mismo tiempo. Como se explicó anteriormente, la quimioterapia y la radioterapia a menudo se administran al mismo tiempo para tratar el cáncer de esófago, lo cual se denomina quimiorradioterapia.

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del paciente y de la dosis utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo de infección, náuseas y vómitos, caída del cabello, pérdida del apetito y diarrea. Estos efectos secundarios generalmente desaparecen después de finalizado el tratamiento.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la quimioterapia.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tratamiento que apunta a los genes o a las proteínas específicas del cáncer, o a las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y a la sobrevivencia del cáncer. Este tipo de tratamiento bloquea el crecimiento y la diseminación de las células cancerosas y, a la vez, limita el daño a las células sanas.

No todos los tumores tienen los mismos objetivos. Para determinar cuál es el tratamiento más eficaz, el médico puede realizar pruebas para identificar los genes, las proteínas y otros factores involucrados en el tumor. Esto ayuda a que los médicos puedan encontrar el tratamiento más eficaz que mejor se adapte a cada paciente, siempre que sea posible. Además, continúan realizándose estudios de investigación para obtener más información sobre objetivos moleculares específicos y tratamientos nuevos dirigidos a ellos. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de los tratamientos dirigidos.

La terapia dirigida para el cáncer de esófago incluye lo siguiente:

  • Terapia antiangiogénica. La terapia dirigida con ramucirumab (Cyramza) también es una opción si el tratamiento de primera línea o los primeros tratamientos administrados no funcionaron. El ramucirumab es un tipo de terapia dirigida denominada antiangiogénica. Su objetivo es detener la angiogénesis, que es el proceso de formación de vasos sanguíneos nuevos. Dado que el tumor necesita los nutrientes transportados por los vasos sanguíneos para crecer y diseminarse, el objetivo de las terapias antiangiogénicas es “matar de hambre” al tumor. Ramucirumab se puede administrar solo o con paclitaxel, un tipo de quimioterapia (ver arriba).

Hable con su médico acerca de los posibles efectos secundarios de cada medicamento específico que le receten y cómo se pueden manejar.

Inmunoterapia

La inmunoterapia, también llamada terapia biológica, está diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza materiales producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar, dirigir o restaurar la función del sistema inmunitario.

Pembrolizumab (Keytruda) es un tipo de inmunoterapia que se dirige a la vía PD-1/PD-L1 (ver Diagnóstico). Está aprobada para los pacientes cuando la quimioterapia ya no funciona y si el cáncer resulta ser positivo para PD-L1.

Los distintos tipos de inmunoterapia pueden provocar diferentes efectos secundarios. Los efectos secundarios frecuentes incluyen reacciones en la piel, síntomas similares a la gripe, diarrea, anomalías endocrinas y cambios de peso. Hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios de la inmunoterapia recomendada para usted. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la inmunoterapia.

Cáncer esofágico metastásico

Si el cáncer se disemina a otra parte del cuerpo desde el lugar donde se originó, los médicos lo denominan cáncer metastásico. Si esto sucede, es una buena idea hablar con médicos que tienen experiencia en tratarlo. Los médicos pueden tener opiniones diferentes sobre el mejor plan de tratamiento estándar. Los ensayos clínicos también pueden ser una opción. Obtenga más información sobre la búsqueda de una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento, a fin de estar tranquilo con el plan de tratamiento elegido.

En el caso del cáncer esofágico metastásico, los cuidados paliativos o la atención médica de apoyo son muy importantes para ayudar a aliviar los síntomas y efectos secundarios. El objetivo del tratamiento es por lo general prolongar la vida de una persona, mientras se alivian los síntomas, como el dolor y los problemas con la alimentación. Su plan de tratamiento puede incluir tanto quimioterapia como radioterapia para ayudar a aliviar el dolor o las molestias. Por ejemplo, una endoprótesis esofágica, la terapia con láser, la terapia fotodinámica o la crioterapia pueden ayudar a mantener el esófago abierto (ver arriba).

Para la mayoría de las personas, un diagnóstico de cáncer metastásico es muy estresante y, a veces, difícil de sobrellevar. Se alienta a usted y a su familia a que hablen sobre cómo se sienten con los médicos, el personal de enfermería, los trabajadores sociales u otros integrantes del equipo de atención médica. También puede ser útil hablar con otros pacientes, incluso a través de un grupo de apoyo.

Remisión y probabilidad de recurrencia

Una remisión se produce cuando el cáncer no puede detectarse en el cuerpo y no hay síntomas. Esto también puede denominarse “sin evidencia de enfermedad”.

Una remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre hace que a muchas personas les preocupe que el cáncer regrese. Aunque muchas remisiones son permanentes, es importante hablar con su médico sobre la posibilidad de que el cáncer reaparezca. Comprender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento puede ayudarle a sentirse más preparado si, en efecto, el cáncer reaparece. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar el temor a la recurrencia (en inglés).

Si el cáncer regresa después del tratamiento original, se denomina “cáncer recurrente”. El cáncer puede reaparecer en el mismo lugar (lo cual se denomina recurrencia local), en las cercanías (recurrencia regional) o en otro lugar (recurrencia a distancia).

Cuando esto sucede, comenzará un nuevo ciclo de pruebas para obtener la mayor cantidad de información posible sobre la recurrencia. Después de realizadas estas pruebas, usted y su médico hablarán sobre sus opciones de tratamiento. A menudo, el plan de tratamiento incluirá los tratamientos descritos anteriormente, como, por ejemplo, cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero quizás se combinen de un modo diferente o se administren con una frecuencia diferente. El médico puede sugerirle ensayos clínicos que estén estudiando métodos nuevos para tratar este tipo de cáncer recurrente. Sea cual sea el plan de tratamiento que usted elija, los cuidados paliativos serán importantes para aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Las personas con cáncer recurrente a menudo sienten emociones como incredulidad o temor. Es recomendable que hable con su equipo de atención médica sobre estos sentimientos y que solicite servicios de apoyo que lo ayuden a sobrellevar la situación. Obtenga más información sobre cómo afrontar la recurrencia del cáncer (en inglés).

Si el tratamiento no funciona

Recuperarse del cáncer no siempre es posible. Si el cáncer no se puede curar o controlar, la enfermedad se puede denominar cáncer avanzado o terminal.

Este diagnóstico es estresante y, para muchas personas, hablar sobre el cáncer avanzado resulta difícil. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras con su equipo de atención médica a fin de expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. El equipo de atención médica tiene habilidades especiales, experiencia y conocimientos para brindar apoyo a los pacientes y a sus familiares, y está aquí para ayudar. Es extremadamente importante asegurarse de que una persona se sienta físicamente cómoda, que no tenga dolor y que reciba apoyo emocional.

Es posible que las personas con cáncer avanzado y con una expectativa de vida inferior a 6 meses quieran considerar los cuidados para enfermos terminales. Los cuidados para enfermos terminales están pensados para proporcionar la mejor calidad de vida posible para las personas que están cerca de la etapa final de la vida. Es recomendable que usted y su familia hablen con el equipo de atención médica respecto a las opciones de cuidados para enfermos terminales, que incluyen cuidados domiciliarios para enfermos terminales, cuidados en un hospital de cuidados paliativos u otros lugares de atención médica. El cuidado de enfermería y los equipos especiales pueden hacer que permanecer en el hogar sea una opción factible para muchas familias. Obtenga más información sobre la planificación de la atención del cáncer avanzado.

Después de la muerte de un ser querido, muchas personas necesitan apoyo para ayudarlas a sobrellevar la pérdida. Obtenga más información sobre dolor y pérdida.

La siguiente sección de esta guía es Acerca de los ensayos clínicos. Ofrece más información sobre los estudios de investigación que se centran en buscar mejores maneras de atender a las personas con cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.