Tumores en la glándula pituitaria: Tipos de tratamiento

Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 04/2021

EN ESTA PÁGINA: obtendrá información sobre los diferentes tipos de tratamiento que los médicos usan en personas con tumores de la glándula pituitaria. Use el menú para ver otras páginas.

Esta sección describe los tipos de tratamiento que son el estándar de atención para los tumores de la glándula pituitaria. “Estándar de atención” significa los mejores tratamientos conocidos. Al tomar decisiones relacionadas con el plan de tratamiento, se le recomienda que considere la opción de participar en ensayos clínicos. Un ensayo clínico es un estudio de investigación que prueba un nuevo enfoque al tratamiento. Los médicos quieren conocer si el nuevo tratamiento es seguro, eficaz y posiblemente mejor que el tratamiento estándar. Los ensayos clínicos pueden probar un nuevo fármaco, una nueva combinación de tratamientos estándares o nuevas dosis de fármacos estándares u otros tratamientos. Los ensayos clínicos son una opción para tener en cuenta para el tratamiento y la atención en todos los estadios del cáncer. Su médico puede ayudarlo a considerar todas sus opciones de tratamiento. Obtenga más información sobre los ensayos clínicos en las secciones Acerca de los ensayos clínicos y Últimas investigaciones de esta guía.

Cómo se trata un tumor de la glándula pituitaria

Para un tumor de la glándula pituitaria, distintos tipos de médicos trabajan juntos para crear un plan de tratamiento integral para el paciente que combine distintos tipos de tratamiento. Esto se conoce como un equipo multidisciplinario. Los equipos de atención del cáncer incluyen una variedad de otros profesionales de la atención médica, por ejemplo, auxiliares médicos, enfermeros calificados para ejercer la medicina, enfermeros de oncología, trabajadores sociales, farmacéuticos, asesores, nutricionistas y otros.

Cualquier persona que tenga un tumor de la glándula pituitaria debe consultar con un endocrinólogo, que es un médico que se especializa en problemas del sistema endocrino y las glándulas. Además, los pacientes deben ser examinados por un neurocirujano, un especialista que opera la cabeza, el cerebro y el sistema nervioso central. Los pacientes con problemas de visión también deberán consultar un oftalmólogo, un médico que se especializa en el tratamiento y el diagnóstico de problemas oculares.

A continuación, se describen los tipos de tratamiento frecuentes para un tumor de la glándula pituitaria. Su plan de atención también puede incluir tratamiento para síntomas y efectos secundarios, una parte importante de la atención médica.

Las opciones y recomendaciones de tratamiento dependen de varios factores, entre ellos:

  • El tipo y la clasificación del tumor

  • Efectos secundarios posibles

  • Las preferencias y la salud general del paciente

Tómese el tiempo para obtener información sobre todas sus opciones de tratamiento y asegúrese de hacer preguntas sobre cosas que no estén claras. Hable con su médico acerca de los objetivos de cada tratamiento y lo que puede esperar mientras recibe el tratamiento. Estos tipos de conversaciones se denominan “toma de decisiones compartida”. La toma de decisiones compartida es cuando usted y sus médicos trabajan juntos para elegir tratamientos que se ajusten a los objetivos de su atención. La toma de decisiones compartida es especialmente importante en los casos de un tumor de la glándula pituitaria, ya que existen diferentes opciones de tratamiento.

Obtenga más información sobre la toma de decisiones sobre el tratamiento.

Vigilancia activa

La vigilancia activa es una opción para algunas personas con un tumor de la glándula pituitaria que no tienen síntomas de un tumor y cuyas hormonas están funcionando normalmente. Este enfoque también puede denominarse observación detenida. Durante la vigilancia activa, el paciente es monitoreado de cerca con pruebas y exámenes periódicos, para detectar signos de crecimiento o progresión del tumor. Esto puede incluir resonancias magnéticas periódicas del cerebro y la glándula pituitaria. El tratamiento activo comenzará solo si el tumor comenzó a causar síntomas.

Cirugía

La cirugía es la extirpación del tumor y de parte del tejido circundante sano durante una operación. Es el tratamiento más frecuente para un tumor de la glándula pituitaria. La cirugía la realiza un neurocirujano. La cirugía suele tener éxito para eliminar la totalidad del tumor.

Alrededor del 95% de las cirugías para eliminar tumores de la glándula pituitaria se realiza mediante la vía transesfenoidal. Eso significa ingresar a través de las fosas nasales y pasar a lo largo del tabique que separa las 2 fosas nasales. Luego, el neurocirujano pasa a través de la cavidad de los senos esfenoidales que se encuentra en el fondo y por encima de la parte posterior de la garganta para acceder a la glándula pituitaria que está inmediatamente detrás. Otro procedimiento quirúrgico es hacer una abertura temporal en el cráneo llamada craneotomía para llegar a la zona. Esto puede hacerse usando un microscopio o un endoscopio, que es un tubo largo y flexible, o ambos, para que el neurocirujano pueda ver el tumor.

Ambos métodos son igualmente seguros y eficaces cuando los realiza un cirujano especializado. Antes de la cirugía, hable con el equipo de atención médica sobre los efectos secundarios posibles de la cirugía específica a la que se someterá, cómo se pueden manejar y qué esperar durante su recuperación.

Obtenga más información sobre los conceptos básicos de una cirugía para extirpar un tumor.

Radioterapia

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para destruir las células tumorales. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar un tumor se conoce como radioncólogo.

El tipo más frecuente de tratamiento con radiación se denomina radioterapia con haz externo, que es radiación administrada desde una máquina externa al cuerpo. Un régimen o programa de radioterapia (que es su plan de tratamiento), por lo general, consiste en una cantidad específica de tratamientos que se administran durante un período determinado.

Para un tumor en la glándula pituitaria, la radioterapia se puede administrar ya sea con fotones, protones o rayos gamma. Cada uno de estos tratamientos es eficaz para los tumores de la glándula pituitaria. El tipo específico que se usa puede depender de la situación específica.

Si se extirpa todo el tumor, la radioterapia no será necesaria. Para algunos pacientes, se usa una radioterapia estereotáctica si quedó algún resto de tumor después de la cirugía. Este tipo de radioterapia libera una dosis alta de radiación directamente en el tumor.

No todos los pacientes con restos de tumor después de la cirugía necesitan radioterapia. Esto se debe a que algunos tumores benignos de la glándula pituitaria no vuelven a crecer incluso cuando queda parte del tumor después de la cirugía.

Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones leves en la piel, malestar estomacal y deposiciones líquidas. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco tiempo después de finalizado el tratamiento.

A largo plazo, la radioterapia puede causar cambios en la memoria a corto plazo o cambios cognitivos, lo que significa que el proceso de pensamiento está afectado. También puede causar que la glándula pituitaria pierda gradualmente la capacidad de producir hormonas después de que finalice el tratamiento. Si esto ocurre, puede que sea necesario utilizar una terapia de reemplazo hormonal (consulte a continuación). Hable con su médico acerca de qué esperar en función de su tratamiento de radiación específico y de cómo se manejarán los efectos secundarios.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la radioterapia.

Terapias con medicamentos

En el caso de los tumores de la glándula pituitaria, los tratamientos que utilizan medicamento se basan en las hormonas del cuerpo afectadas por el tumor y su tratamiento. El medicamento se puede administrar a través del torrente sanguíneo. Cuando un medicamento se administra de esta manera, se lo denomina terapia sistémica.

Generalmente, el profesional que receta este tipo de medicamentos es un endocrinólogo o un oncólogo clínico, un médico que se especializa en el tratamiento de tumores con medicamentos.

Los medicamentos suelen administrarse a través de una vía intravenosa (i.v.) colocada en una vena usando una aguja, como un comprimido o cápsula que se traga (por vía oral). Si le administran medicamentos por vía oral, asegúrese de preguntar a su equipo de atención de la salud cómo conservarlos y manejarlos en forma segura.

Los tipos de medicamentos que se usan para los tumores de la glándula pituitaria incluyen los siguientes:

  • Terapia de reemplazo hormonal

  • Terapia farmacológica

Cada uno de estos tipos de terapias se analiza a continuación con más detalle. Una persona puede recibir 1 tipo de medicamento a la vez o una combinación de medicamentos al mismo tiempo. También se pueden administrar como parte de un plan de tratamiento que puede incluir cirugía o radioterapia.

Los medicamentos utilizados para tratar los tumores en la glándula pituitaria se evalúan constantemente. Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus potenciales efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos.

También es importante informar a su médico si está tomando algún otro medicamento con receta o de venta libre o suplementos. Las hierbas, los suplementos y otros fármacos pueden interactuar con los medicamentos, causando efectos secundarios no deseados o una reducción en eficacia. Obtenga más información sobre sus medicamentos recetados usando las bases de datos de fármacos en las que se pueden realizar búsquedas (en inglés).

Terapia de reemplazo hormonal (TRH)

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) a menudo es necesaria para personas con un tumor de la glándula pituitaria cuando la glándula no genera una cantidad suficiente de una hormona debido a la enfermedad. Esto significa que se le proporciona un reemplazo al paciente, a menudo en forma de píldora, para que tome en forma regular. Esto puede incluir el reemplazo de:

  • Hormonas tiroideas

  • Hormonas suprarrenales

  • Hormona de crecimiento

  • Testosterona en hombres

  • Estrógeno en mujeres

Terapia farmacológica

Si un tumor de la glándula pituitaria genera una sobreproducción de una hormona, existen medicamentos que pueden ayudar. Los fármacos bromocriptina (Parlodel) y cabergolina (Dostinex) se utilizan para tratar tumores que secretan prolactina. La octreotida (Sandostatin) o el pegvisomant (Somavert) pueden utilizarse para tratar tumores que producen la hormona de crecimiento. La octreotida también puede utilizarse para tratar tumores de la glándula pituitaria que secretan la hormona estimulante de la tiroides.

Efectos físicos, emocionales y sociales de un tumor

Un tumor de la glándula pituitaria y su tratamiento producen síntomas y efectos secundarios físicos, así como efectos emocionales, sociales y económicos. El manejo de estos efectos se denomina cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Es una parte importante de su atención que se incluye junto con los tratamientos que tienen como fin retrasar, detener o eliminar el tumor.

Los cuidados paliativos se centran en mejorar cómo se siente durante el tratamiento al manejar los síntomas y brindar apoyo a los pacientes y sus familias con otras necesidades no médicas. Cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo y la clasificación del tumor, puede recibir este tipo de atención. Y en general funciona mejor cuando se inicia poco después del diagnóstico. Las personas que reciben cuidados paliativos junto con el tratamiento para el tumor con frecuencia tienen síntomas menos graves y mejor calidad de vida, e informan que están más satisfechas con el tratamiento.

Los tratamientos paliativos varían ampliamente y, con frecuencia, incluyen medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y espiritual, y otras terapias. También puede recibir tratamientos paliativos similares a los utilizados para eliminar el tumor, como medicamentos, cirugía o radioterapia.

Antes de comenzar con el tratamiento, hable con su médico sobre los objetivos de cada tratamiento en el plan de tratamiento que se recomiendan. También debe hablar sobre los efectos secundarios posibles del plan de tratamiento específico y las opciones de cuidados paliativos. Muchos pacientes también se benefician al hablar con un trabajador social y participar en grupos de apoyo. Pregúntele también a su médico sobre estos recursos.

Durante el tratamiento, su equipo de atención médica puede pedirle que responda preguntas sobre sus síntomas y efectos secundarios y que describa cada problema. Asegúrese de informar al equipo de atención médica si experimenta algún problema. Esto ayuda a que el equipo de atención médica pueda tratar cualquier síntoma y efecto secundario lo más rápido posible. También puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro.

Obtenga más información sobre la importancia de llevar un registro de los efectos secundarios en otra parte de esta guía. Obtenga más información sobre los cuidados paliativos en una sección diferente de este sitio web.

Tumor agresivo de la glándula pituitaria

Si el tumor se disemina a otra parte del cuerpo desde el lugar donde se originó, los médicos lo denominan tumor metastásico canceroso. Si esto sucede, es una buena idea hablar con médicos que tienen experiencia en tratarlo. Los médicos pueden tener opiniones diferentes sobre el mejor plan de tratamiento estándar. Los ensayos clínicos también pueden ser una opción. Obtenga más información sobre la búsqueda de una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento, a fin de estar tranquilo con el plan de tratamiento elegido.

Si un tumor crece rápido en la glándula pituitaria y se extiende a las estructuras circundantes, se denomina un tumor localmente invasivo. Tanto los tumores metastásicos como los localmente invasivos pueden ser agresivos, crecer y diseminarse rápidamente. Es más probable que este tipo de tumores requieran tratamiento con radioterapia que un adenoma no canceroso de la glándula pituitaria. Sin embargo, muchos tumores de la glándula pituitaria no crecen más rápido, incluso cuando son invasivos, que es diferente de la mayoría de los otros tipos de tumores.

Su plan de tratamiento puede incluir una combinación de cirugía y radioterapia. Los cuidados paliativos también serán importantes para ayudar a aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Para la mayoría de las personas, recibir un diagnóstico de tumor agresivo en la glándula pituitaria es muy estresante y, a veces, difícil de sobrellevar. Se recomienda que usted y su familia hablen acerca de cómo se están sintiendo con los médicos, el personal de enfermería, los trabajadores sociales u otros integrantes del equipo de atención médica. También puede ser útil hablar con otros pacientes, incluso a través de un grupo de apoyo.

Remisión y probabilidad de recurrencia

Una remisión se produce cuando el tumor no puede detectarse en el cuerpo y no hay síntomas. Esto también puede denominarse “sin evidencia de enfermedad”.

Una remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre hace que a muchas personas les preocupe que el tumor regrese. Aunque muchas remisiones son permanentes, es importante hablar con el médico sobre la posibilidad de que el tumor regrese. Comprender su riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento puede ayudar a que usted se sienta más preparado si, en efecto, el tumor regresa. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar el temor a la recurrencia.

Si el tumor regresa después del tratamiento original, se denomina tumor recurrente. Puede reaparecer en el mismo lugar (lo que se denomina recurrencia local), en las cercanías (recurrencia regional) o en otro lugar (recurrencia a distancia), lo cual es muy poco frecuente. Si hay una recurrencia, es posible que el tumor deba ser evaluado nuevamente (lo que se denomina reestadificación) usando el sistema que se describe en la sección Estadios.

Cuando esto sucede, comenzará un nuevo ciclo de pruebas para obtener la mayor cantidad de información posible sobre la recurrencia. Después de realizadas estas pruebas, usted y su médico hablarán sobre sus opciones de tratamiento. A menudo, el plan de tratamiento incluirá los tratamientos descritos anteriormente, como cirugía y radioterapia. Pero quizás se combinen de un modo diferente o se administren con un ritmo distinto. El médico puede sugerirle ensayos clínicos que estén estudiando métodos nuevos para tratar este tipo de tumor recurrente.

Sea cual sea el plan de tratamiento que usted elija, los cuidados paliativos serán importantes para aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Las personas con un tumor recurrente a menudo sienten emociones como incredulidad o temor. Es recomendable que hable con su equipo de atención médica respecto de estos sentimientos y que solicite servicios de apoyo que lo ayuden a sobrellevar la situación. Obtenga más información sobre cómo afrontar una recurrencia.

Si el tratamiento no funciona

Recuperarse de un tumor no siempre es posible. Si el tumor no se puede curar o controlar, a la enfermedad se la puede denominar avanzada o terminal.

Este diagnóstico es estresante y, para algunas personas, hablar sobre el tumor avanzado resulta difícil. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras con su médico y el equipo de atención médica a fin de expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. El equipo de atención médica tiene habilidades especiales, experiencia y conocimientos para brindar apoyo a los pacientes y a sus familiares, y está aquí para ayudar. Es extremadamente importante asegurarse de que una persona se sienta físicamente cómoda, que no tenga dolor y que reciba apoyo emocional.

Es posible que las personas con un tumor avanzado y con una expectativa de vida inferior a 6 meses quieran considerar los cuidados para enfermos terminales. Los cuidados para enfermos terminales están pensados para proporcionar la mejor calidad de vida posible para las personas que están cerca de la etapa final de la vida.

Es recomendable que usted y su familia hablen con el equipo de atención médica respecto a las opciones de cuidados para enfermos terminales, que incluyen cuidados domiciliarios para enfermos terminales, cuidados en un hospital de cuidados paliativos u otros lugares de atención médica. El cuidado de enfermería y los equipos especiales pueden hacer que permanecer en el hogar sea una opción factible para muchas familias. Obtenga más información sobre la planificación de la atención avanzada.

Después de la muerte de un ser querido, muchas personas necesitan apoyo para ayudarlas a sobrellevar la pérdida. Obtenga más información sobre sufrimiento y pérdida.

La siguiente sección de esta guía es Acerca de los ensayos clínicos. Ofrece más información sobre los estudios de investigación que se centran en buscar mejores maneras de cuidar a las personas con un tumor de la glándula pituitaria. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.