EN ESTA PÁGINA: leerá acerca de su atención médica después de finalizar el tratamiento para el cáncer de mama de avance local y en estadio temprano, y por qué este tipo de control de seguimiento es importante. Use el menú para ver otras páginas.
La atención de las personas que tienen un diagnóstico de cáncer no finaliza cuando termina el tratamiento activo. Su equipo de atención médica seguirá realizando controles para asegurarse de que el cáncer no haya regresado, manejar cualquier efecto secundario y controlar su salud general. Esto se denomina atención de seguimiento.
Su atención de seguimiento puede incluir exámenes físicos regulares, análisis médicos o ambas cosas. Los médicos querrán hacer un seguimiento de su recuperación durante los meses y años venideros. En ocasiones, es posible que los pacientes asistan a una clínica para sobrevivientes, que se especializa en las necesidades posteriores al tratamiento de las personas diagnosticadas con cáncer de mama.
Es posible que se recomiende la rehabilitación del cáncer después del tratamiento, y esto podría incluir una amplia gama de servicios como fisioterapia, asesoramiento vocacional, manejo del dolor, planificación nutricional o asesoramiento emocional. El objetivo de la rehabilitación es ayudar a la persona a recobrar el control sobre muchos aspectos de la vida y a permanecer tan independiente como sea posible. Conozca más sobre la rehabilitación del cáncer (en inglés).
Obtenga más información sobre la importancia de la atención de seguimiento.
Detectar una recurrencia
Un objetivo de la atención de seguimiento es detectar una recurrencia. Se administra el tratamiento para el cáncer de mama de avance local y en estadio temprano para erradicar tantas células cancerosas en el cuerpo como sea posible. El cáncer vuelve a aparecer porque áreas pequeñas de células cancerosas pueden permanecer sin ser detectadas en el cuerpo. Con el tiempo, la cantidad de estas células puede aumentar hasta que aparecen en los resultados de las pruebas o causan signos o síntomas.
A muchos sobrevivientes les preocupa o inquieta que el cáncer regrese después del tratamiento. Si bien con frecuencia no sucede, es importante hablar con su médico sobre la posibilidad de que el cáncer regrese. La mayoría de las recurrencias del cáncer de mama las encuentran los pacientes entre las visitas al médico. La American Society of Clinical Oncology no recomienda la selección de rutina del cáncer en lugares distantes.
Durante la atención de seguimiento, un médico familiarizado con sus antecedentes médicos puede brindarle información personalizada sobre su riesgo de recurrencia. Entender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento pueden ser de ayuda para que se sienta más preparada si el cáncer regresa y la ayudará a tomar decisiones sobre su tratamiento. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar el temor a la recurrencia.
El cáncer de mama puede reaparecer en la mama o en otras áreas del cuerpo. Generalmente, una recurrencia se descubre cuando una persona tiene síntomas o hay un hallazgo anormal durante un examen físico. También se recomiendan mamografías anuales después de un diagnóstico de cáncer de mama. Los síntomas dependen del lugar en el que ha recurrido el cáncer y pueden incluir:
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Un bulto debajo del brazo o a lo largo de la pared torácica.
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Dolor que es constante, que empeora y que no se alivia con los medicamentos de venta libre, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
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Dolor de huesos, espalda, cuello o articulaciones, fracturas o hinchazón, un posible signo de metástasis ósea.
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Dolor de cabeza, convulsiones, mareos, confusión, cambios de personalidad, pérdida de equilibro, cambios de la visión, posibles signos de metástasis en el cerebro.
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Tos crónica, falta de aire o dificultad para respirar, posibles síntomas de metástasis pulmonar.
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Dolor abdominal, sarpullido o comezón en la piel, o color amarillo en la piel y los ojos debido a una afección llamada ictericia, que puede estar asociada con metástasis hepática.
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Cambios en los niveles de energía, como sentirse enfermo o extremadamente cansado.
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Tener poco apetito o perder peso.
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Náuseas o vómitos.
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Erupción o cambios en la piel de la mama o la pared torácica.
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Cambios en la forma o el tamaño de la mama o hinchazón en la mama o el brazo.
Es importante que su cirujano le explique cómo se sentirá la mama después de la cirugía y, cuando se use, la radioterapia. Con el tiempo, la mama se ablandará y cambiará. Sin embargo, saber cómo se sentirá la mama puede ayudarla a comprender qué es “normal” y qué no. Si tiene preguntas o inquietudes sobre un síntoma, debe hablar con su médico.
En sus citas de control de seguimiento, su médico le hará preguntas específicas sobre su salud. Las recomendaciones sobre el control de seguimiento regular dependen de varios factores, entre ellos, el tipo y estadio del cáncer diagnosticado originalmente y los tipos de tratamiento proporcionados.
La anticipación antes de someterse a una prueba de seguimiento o esperar los resultados de una prueba puede aumentarle el estrés a usted o a un familiar. Esto a veces se llama “ansiedad ante las pruebas”. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar este tipo de estrés.
Cómo manejar los efectos secundarios a largo plazo y tardíos
La mayoría de las personas esperan tener efectos secundarios cuando reciben un tratamiento. Sin embargo, a menudo es sorprendente para los sobrevivientes que algunos efectos secundarios puedan persistir después del período de tratamiento. Estos efectos se denominan efectos secundarios a largo plazo. Otros efectos secundarios denominados efectos tardíos pueden desarrollarse meses o incluso años después. Los efectos a largo plazo y tardíos pueden incluir cambios físicos y emocionales.
Hable con su médico sobre el riesgo de presentar dichos efectos secundarios según el tipo de cáncer, su plan de tratamiento individual y su salud general. Si le realizaron un tratamiento del cual se sabe que causa efectos tardíos específicos, es posible que se le realicen determinados exámenes físicos, exploraciones o análisis de sangre como parte de su atención de seguimiento para ayudar a identificarlos y manejarlos.
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Efectos a largo plazo de la cirugía. Después de una mastectomía o lumpectomía para tratar el cáncer de mama de avance local o en estadio temprano, pueden quedar cicatrices en la mama y puede quedar de un tamaño o una forma diferente de la que tenía antes de la cirugía. O bien, el área alrededor del sitio quirúrgico puede endurecerse. Si se extirparon los ganglios linfáticos como parte de la cirugía o si se vieron afectados durante el tratamiento, puede producirse linfedema en el brazo, la pared torácica o la mama, incluso muchos años después del tratamiento. Este es un riesgo de por vida para los sobrevivientes.
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Efectos a largo plazo de la radioterapia. Algunos sobrevivientes experimentan falta de aliento, tos seca o dolor en el tórax 2 o 3 meses después de finalizada la radioterapia. Esto se debe a que el tratamiento puede causar hinchazón y endurecimiento o engrosamiento de los pulmones, lo cual se llama fibrosis. Estos síntomas pueden parecer similares a los síntomas de la neumonía, pero no desaparecen con antibióticos. Los síntomas se pueden tratar con medicamentos que se llaman esteroides. La mayoría de las personas se recuperan completamente con tratamiento. Hable con el médico si desarrolla algún síntoma nuevo después de la radioterapia o si los efectos secundarios no desaparecen.
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Efectos a largo plazo del trastuzumab o de la quimioterapia. Las personas que recibieron trastuzumab o determinados tipos de quimioterapia con medicamentos llamados antraciclinas pueden correr riesgo de presentar problemas cardíacos. Hable con el médico sobre las mejores maneras de verificar la presencia de problemas cardíacos. Los pacientes tratados con quimioterapia también corren el riesgo de desarrollar otros efectos secundarios a largo plazo, como síntomas de la menopausia, fatiga, quimiocerebro, entumecimiento y hormigueo permanentes en los dedos de las manos y los pies y aumento de peso.
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Efectos a largo plazo de la terapia hormonal. Las mujeres que toman tamoxifeno deben realizarse exámenes pélvicos anuales, dado que este fármaco puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer de útero. Informe a su médico o personal de enfermería si advierte algún sangrado vaginal anormal u otros síntomas nuevos, ya que es posible que necesite pruebas adicionales para obtener más información sobre la causa. Las mujeres que toman un IA, como anastrozol, exemestano o letrozol, deben hacerse una densitometría ósea regularmente durante el tratamiento, dado que estos fármacos pueden producir determinada debilidad ósea o pérdida ósea.
Además, las mujeres en recuperación del cáncer de mama de avance local o en estadio temprano pueden tener otros efectos secundarios que pueden persistir después del tratamiento. No obstante, a menudo, estos pueden controlarse con medicamentos u otras opciones. Las mujeres que se recuperan del cáncer de mama de avance local o en estadio temprano, posiblemente, experimenten los siguientes efectos a largo plazo:
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Síntomas menopáusicos, como sofocos
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Dolor en las articulaciones
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Fatiga
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Cambios en el estado de ánimo
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Depresión y ansiedad
La sequedad vaginal y la disminución del deseo sexual son también efectos secundarios frecuentes durante el tratamiento contra el cáncer de mama de avance local y en estadio temprano, o después de este. Hable con su médico sobre esta inquietud y otras inquietudes sobre la salud sexual. El tratamiento es individualizado para el paciente y el tipo de cáncer, y puede ser mejor administrado por un ginecólogo junto con un oncólogo.
Mantenimiento de registros de salud personales
Usted y su médico deben trabajar en conjunto para desarrollar un plan de atención de seguimiento personalizado. Asegúrese de consultar sobre cualquier inquietud que tenga en relación con su salud física o emocional futura. La American Society of Clinical Oncology ofrece formularios en inglés para ayudar a llevar un registro del tratamiento para el cáncer que recibió y desarrollar un plan de atención para sobrevivientes al finalizar el tratamiento.
Este también es un buen momento para decidir quién dirigirá su atención de seguimiento. Algunos sobrevivientes siguen viendo a su oncólogo, mientras que otros vuelven a la atención de su médico general u otro profesional de atención médica. Esta decisión depende de varios factores, incluidos el tipo y el estadio del cáncer, los efectos secundarios, las normas del seguro médico y las preferencias personales que usted tenga.
Si un médico que no participó directamente en su atención para el cáncer va a liderar la atención de seguimiento, asegúrese de compartir su resumen de tratamiento y los formularios del plan de atención de sobrevivencia con el profesional, así como con todos los proveedores de atención médica futuros. Los detalles sobre su tratamiento del cáncer son muy valiosos para los profesionales de atención médica que cuidarán de usted durante toda su vida.
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