Cáncer de tiroides: Tipos de tratamiento

Approved by the Cancer.Net Editorial Board, 04/2022

EN ESTA PÁGINA: obtendrá información sobre los diferentes tratamientos que los médicos usan para tratar a las personas con cáncer de tiroides. Use el menú para ver otras páginas.

Esta sección explica los tipos de tratamiento, también conocidos como terapias, que son el estándar de atención para el cáncer de tiroides. “Estándar de atención” significa los mejores tratamientos conocidos. Al tomar decisiones relacionadas con el plan de tratamiento, se le recomienda que analice con su médico si los ensayos clínicos son una opción. Un ensayo clínico es un estudio de investigación que prueba un nuevo enfoque al tratamiento. A través de los ensayos clínicos, los médicos saben si un nuevo tratamiento es seguro, efectivo y posiblemente mejor que el tratamiento estándar. Los ensayos clínicos pueden probar un nuevo fármaco, una nueva combinación de tratamientos estándares o nuevas dosis de fármacos estándares u otros tratamientos. Los ensayos clínicos son una opción para todos los estadios del cáncer. Su médico puede ayudarlo a considerar todas sus opciones de tratamiento. Obtenga más información sobre los ensayos clínicos en las secciones Acerca de los ensayos clínicos y Últimas investigaciones de esta guía.

Cómo se trata el cáncer de tiroides

En muchos casos, un equipo de médicos trabaja juntos para crear un plan de tratamiento integral de los pacientes que combine distintos tipos de tratamientos. Esto se denomina equipo multidisciplinario. En el caso del cáncer de tiroides, este equipo puede incluir un cirujano, un oncólogo clínico, un radioncólogo, un radiólogo, un médico especialista en medicina nuclear y un endocrinólogo. Los equipos de atención del cáncer incluyen una variedad de otros profesionales de la atención médica, por ejemplo, auxiliares médicos, enfermeros profesionales con práctica médica, personal de enfermería de oncología, trabajadores sociales, farmacéuticos, asesores, dietistas, terapeutas del habla y otros.

El cáncer de tiroides frecuentemente se trata con un tratamiento o una combinación de tratamientos. A continuación se enumeran los tipos de tratamientos frecuentes que se usan para el cáncer de tiroides, seguidos por una descripción de los tratamientos frecuentes para el cáncer por estadio de la enfermedad (consulte Estadios).

Las opciones y recomendaciones de tratamiento dependen de varios factores, entre ellos, el tipo y estadio del cáncer de tiroides, los efectos secundarios posibles, y las preferencias y el estado de salud general del paciente. Tómese el tiempo para obtener información sobre sus opciones de tratamiento y asegúrese de hacer preguntas si tiene dudas sobre cosas que no están claras. Hable con el equipo de atención médica acerca de los objetivos de cada tratamiento y lo que puede esperar mientras recibe el tratamiento. Estos tipos de conversaciones se denominan “toma de decisiones compartida”. La toma de decisiones compartida es cuando usted y sus médicos trabajan juntos para elegir tratamientos que se ajusten a los objetivos de su atención. La toma de decisiones compartida es especialmente importante en los casos de cáncer de tiroides, ya que existen diferentes opciones de tratamiento.

El tratamiento para el cáncer a menudo se elige en función de las pautas que han sido recomendadas por paneles de médicos expertos. Si bien la mayoría de los cánceres de tiroides son curables, puede haber diferentes opciones en cuanto a cómo tratar el cáncer de tiroides, particularmente con respecto a qué combinación de tratamientos usar y el momento en que se realizan los tratamientos. Se alienta a los pacientes a buscar una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento ya que deben estar cómodos con el plan de tratamiento que elijan y deben preguntar sobre los ensayos clínicos.

Obtenga más información sobre cómo tomar decisiones sobre el tratamiento.

A continuación, se describen los tipos de tratamiento frecuentes para el cáncer de tiroides. Su plan de atención también incluye tratamiento para síntomas y efectos secundarios, una parte importante de la atención del cáncer. También, tenga en cuenta que esta información se basa en las normas de atención para el cáncer de tiroides en los Estados Unidos. Las opciones de tratamiento pueden variar de un lugar a otro.

Cirugía

La cirugía es la extirpación del tumor y de parte del tejido sano circundante durante una operación, llamado margen. La cirugía también puede llamarse una resección. Es el principal tratamiento para la mayoría de las personas con cáncer de tiroides. Un oncólogo cirujano es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer mediante cirugía. Dependiendo del tamaño del nódulo tiroideo, las opciones quirúrgicas más frecuentes incluyen las siguientes:

  • Lobectomía. Esta cirugía extirpa el lóbulo de la glándula tiroides que tiene el nódulo canceroso.

  • Tiroidectomía casi total. También llamada tiroidectomía subtotal, esta cirugía extirpa la mayor parte de la glándula tiroides. Una pequeña cantidad de tejido tiroideo permanece.

  • Tiroidectomía total. Esta cirugía extirpa toda la glándula tiroides.

Existen diferentes técnicas quirúrgicas que pueden usarse para una tiroidectomía:

  • Tiroidectomía estándar. Durante una tiroidectomía estándar, un cirujano realiza una pequeña incisión (o corte) cerca de la base o la mitad del cuello. Esto le da al cirujano acceso directo a la glándula tiroides del paciente para la operación. En algunos centros oncológicos, se ofrecen nuevas técnicas quirúrgicas para reducir o evitar las cicatrices en el cuello.

  • Tiroidectomía endoscópica. Durante una tiroidectomía endoscópica, el cirujano realiza una única pequeña incisión. La cirugía es similar a la tiroidectomía estándar excepto que se usan un endoscopio y un monitor de video para guiar el procedimiento en vez de una lupa quirúrgica, que es un dispositivo ocular especial.

  • Tiroidectomía robótica. El cirujano realiza una incisión en otro lado, como por ejemplo la axila, la línea capilar del cuello, la boca o el pecho y luego utiliza una herramienta robótica para realizar la tiroidectomía. La tiroidectomía robótica no es una cirugía recomendada para el cáncer de tiroides.

No todas las opciones quirúrgicas son recomendadas para todos los pacientes. Hable con su médico sobre el mejor método para tratarlo.

Si existe evidencia o riesgo de diseminación del cáncer a los ganglios linfáticos del cuello, es posible que el cirujano también realice una disección del cuello. Esta cirugía es para extirpar los ganglios linfáticos del cuello. La disección del cuello también se llama linfadenectomía.

Generalmente, las complicaciones de la cirugía tiroidea pueden incluir daño a las glándulas paratiroides cercanas, que ayudan a regular los niveles de calcio en la sangre, el sangrado excesivo o las infecciones de las heridas. Si los nervios de la laringe son dañados durante la cirugía, esto puede causar ronquera o una voz “susurrante” temporal o permanente.

Sin la glándula tiroides, el cuerpo deja de producir hormona tiroidea, que es esencial para el funcionamiento del cuerpo. El reemplazo hormonal (vea a continuación), generalmente administrado como una píldora diaria, es la mejor solución. Es posible que el paciente también deba tomar vitamina D y suplementos de calcio si la función de la glándula paratiroides se ve reducida después de la cirugía.

Si un tumor no se puede extirpar con cirugía, se llama no extirpable. Entonces el médico le recomendará otras opciones de tratamiento.

Antes de la cirugía, hable con el equipo de atención médica sobre los efectos secundarios posibles de la cirugía específica a la que se someterá y lo que puede esperar durante la recuperación. Obtenga más información sobre los conceptos básicos de la cirugía de cáncer.

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Tratamiento hormonal

Los pacientes tratados con cirugía generalmente requieren terapia de hormona tiroidea. Además de reemplazar la hormona que necesita el cuerpo, el medicamento de hormona tiroidea puede retrasar el crecimiento de cualquier célula cancerosa diferenciada restante.

La terapia de reemplazo de la hormona tiroidea es la levotiroxina (Levothroid, Levoxyl, Synthroid, Tirosint, Unithroid y otras marcas.) La levotiroxina típicamente viene en forma de píldora que debe tomarse todos los días, a la misma hora cada día antes de las comidas, para que el cuerpo reciba un suministro constante. Por lo general, el reemplazo de la hormona tiroidea es recetado por un endocrinólogo, que es un médico especialista en el tratamiento de problemas con hormonas, glándulas y el sistema endocrino.

Además, asegúrese de hablar con su médico sobre cualquier otro medicamento que tome, incluidos los suplementos dietarios como el hierro o el calcio, para evitar interacciones con el reemplazo de la hormona tiroidea. Lea más sobre consejos para tomar su medicamento correctamente.

Las píldoras para la tiroides pueden presentar algunos efectos secundarios. Ocasionalmente algunos pacientes desarrollan una erupción cutánea o la pérdida del cabello durante los primeros meses de tratamiento.

El hipertiroidismo es una afección en la que hay demasiada hormona tiroidea. Puede causar pérdida de peso, dolor de pecho, frecuencia cardíaca acelerada, latidos cardíacos irregulares, calambres, diarrea, sensación de calor, sudoración, pérdida de masa ósea u osteoporosis.

El hipotiroidismo es una afección en la que hay muy poca hormona tiroidea. Puede causar fatiga, aumento de peso, piel y cabello seco y sensación de frío.

La cantidad o dosis requerida, llamada dosis, de hormona tiroidea es diferente para cada paciente y tipo de tumor y puede cambiar a medida que una persona envejece o a medida que cambia su peso. El médico controlará sus niveles de hormona tiroidea mediante análisis de sangre habituales. Hable con su médico acerca de los signos que debe tener en cuenta, ya que pueden significar que es hora de ajustar su dosis de suplemento hormonal.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la terapia hormonal.

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Terapia con yodo radiactivo (radioyodo)

La tiroides absorbe casi todo el yodo que ingresa al cuerpo. Por lo tanto, un tipo de radioterapia llamada yodo radiactivo (también llamado I-131 o RAI) puede encontrar y destruir las células tiroideas no eliminadas con la cirugía y aquellas que se hayan diseminado más allá de la tiroides. Los médicos que indican terapia con yodo radiactivo generalmente son endocrinólogos o especialistas en medicina nuclear.

El tratamiento con yodo radiactivo es una opción para muchas personas con cáncer papilar o folicular tiroideo y de células de Hurthle. El yodo radiactivo se usa para tratar personas con cánceres de tiroides diferenciados que se han diseminado a los ganglios linfáticos o a sitios distantes. Se puede administrar una pequeña dosis de prueba antes del tratamiento completo para asegurarse de que las células tumorales absorberán el I-131. Los pacientes con cáncer medular de toroides (CMT) o cáncer anaplásico de tiroides no deben tratarse con I-131.

La terapia con I-131 se administra de manera líquida o en forma de píldora. Es posible que las personas que reciben I-131 para destruir las células cancerosas sean hospitalizados durante 2 a 3 días, dependiendo de diversos factores, incluida la dosis administrada. Se recomienda que los pacientes beban líquidos para ayudar a que el I-131 pase rápidamente por el cuerpo. En unos pocos días, la mayor parte de la radiación desaparece. Hable con su médico sobre las maneras de limitar la exposición a la radiación de otras personas, incluyendo niños, que pueden estar a su alrededor durante este tratamiento y los días siguientes.

En preparación para la terapia con I-131 después de la cirugía, generalmente se les pide a los pacientes que sigan una dieta baja en yodo durante las 2 o 3 semanas previas. Además de la dieta baja en yodo, se les pedirá a los pacientes que dejen de tomar las píldoras de reemplazo de la hormona tiroidea temporalmente o que reciban inyecciones de hormona estimulante de la tiroides recombinante (Thyrogen) mientras estén tomando el reemplazo hormonal. Si la terapia hormonal se interrumpe durante el período de preparación, el paciente probablemente experimentará los efectos secundarios del hipotiroidismo (ver más arriba).

Es importante que analice los posibles efectos a corto y largo plazo de la terapia con I-131 con su médico. El primer día de tratamiento, es posible que los pacientes experimenten náuseas y vómitos. En ciertas circunstancias, puede aparecer dolor e inflamación en las áreas donde se acumula el yodo radioactivo. Debido a que el yodo se concentra en el tejido de las glándulas salivales, los pacientes pueden experimentar inflamación de las glándulas salivales. Esto puede ocasionar sequedad en la boca, en ocasiones llamada xerostomía.

Dosis grandes o acumulativas de yodo radiactivo pueden causar infertilidad, que es la incapacidad física de tener hijos, especialmente en los hombres. Se recomienda que las mujeres eviten el embarazo durante al menos un año después del tratamiento con I-131. Existe el riesgo de cáncer secundario con el uso de I-131 (consulte Atención de seguimiento). Ocasionalmente, es posible que los pacientes deban repetir el tratamiento con el tiempo. Sin embargo, existe una dosis total máxima de yodo radiactivo permitida con el tiempo, y una vez alcanzada, esto puede impedir el uso adicional de este tratamiento.

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Radioterapia con haz externo

La radiación con haz externo es otro tipo de radioterapia en la que se administran rayos X de alta energía desde una máquina fuera del cuerpo para destruir las células cancerosas. El médico especialista en radioterapia con haz externo se llama radioncólogo. Un régimen de radioterapia con haz externo (programa) por lo general consiste en una cantidad específica de tratamientos que se administran durante un período determinado. Cuando se usa para tratar el cáncer de tiroides, la radioterapia generalmente se administra como una terapia ambulante, ya sea en un hospital o clínica, 5 días a la semana durante aproximadamente 5 a 6 semanas.

En el caso del cáncer de tiroides, la radioterapia con haz externo se usa solamente en ciertas circunstancias, generalmente cuando el cáncer de tiroides en estadio avanzado se ha diseminado a zonas críticas del cuello tales como la tráquea, la caja de la voz o el esófago. Generalmente la radioterapia se administra después de la cirugía, y el tratamiento se concentra en un área específica, afectando solamente las células cancerosas de ese sitio. Por lo general, la radioterapia no se usa para manejar el cáncer de tiroides en pacientes jóvenes.

Los efectos secundarios dependen de la dosis y el área del tratamiento y pueden incluir enrojecimiento de la piel, odinofagia (dolor al tragar), tos, ronquera ocasional, náuseas y fatiga. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco tiempo después de finalizado el tratamiento.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la radioterapia con haz externo.

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Terapias con medicamentos

El plan de tratamiento puede incluir medicamentos para destruir las células cancerosas. Los medicamentos se pueden administrar a través del torrente sanguíneo para llegar a las células cancerosas en todo el cuerpo. Cuando se administra un fármaco de esta manera, se denomina terapia sistémica. Los medicamentos también se pueden administrar de forma local, que es cuando se aplican directamente en el cáncer o se mantienen en una sola parte del cuerpo.

Generalmente, el profesional que receta este tratamiento es un oncólogo clínico, un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos.

Cuando se utilizan, los medicamentos suelen administrarse a través de un tubo intravenoso (i.v.) que se coloca en una vena con una aguja, o en forma de pastilla o cápsula que se traga (por vía oral). Si se le administran medicamentos orales, asegúrese de preguntar a su equipo de atención médica cómo almacenarlos y manipularlos de forma segura.

Los tipos de medicamentos que se usan para el cáncer de tiroides incluyen los siguientes:

  • Quimioterapia

  • Terapia dirigida

Cada uno de estos tipos de terapias se analiza a continuación con más detalle. Una persona puede recibir solamente un tipo de medicamento por vez o una combinación de medicamentos al mismo tiempo. También se pueden administrar como parte de un plan de tratamiento que puede incluir cirugía o radioterapia.

Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus posibles efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. También es importante informarle a su médico si está tomando algún medicamento o suplemento recetado o de venta libre. Las hierbas, los suplementos y otros fármacos pueden interactuar con los medicamentos para el cáncer y provocar efectos secundarios no deseados o disminuir la eficacia. Obtenga más información sobre sus medicamentos recetados usando las bases de datos de fármacos en las que se pueden realizar búsquedas (en inglés).

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, generalmente al evitar que las células cancerosas crezcan, se dividan y produzcan más células. Un régimen o programa de quimioterapia, por lo general consiste en una cantidad específica de ciclos que se administran durante un período determinado. Un paciente puede recibir un fármaco por vez o una combinación de diferentes fármacos administrados al mismo tiempo.

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del paciente y de la dosis utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo de infección, náuseas y vómitos, caída del cabello, pérdida del apetito y diarrea. Estos efectos secundarios generalmente desaparecen después de finalizado el tratamiento. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la quimioterapia.

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Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tratamiento que se dirige a los genes o a las proteínas específicos del cáncer, o a las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y a la sobrevivencia del cáncer. Este tipo de tratamiento bloquea la proliferación y la diseminación de las células cancerosas y limita el daño a las células normales. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la terapia dirigida.

No todos los tumores tienen los mismos objetivos. Para determinar cuál es el tratamiento más efectivo, el médico puede realizar pruebas para identificar los genes, las proteínas y otros factores involucrados en el tumor. Esto ayuda a que los médicos puedan encontrar el tratamiento más efectivo que mejor se adapte a cada paciente, siempre que sea posible. Además, continúan realizándose estudios de investigación para obtener más información sobre objetivos moleculares específicos en los diferentes tipos de cáncer de tiroides y tratamientos nuevos dirigidos a ellos.

Para el cáncer papilar y folicular tiroideo, la Food and Drug Administration (FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos) de los EE. UU. ha aprobado varias terapias dirigidas:

El sorafenib (Nexavar) está aprobado para el cáncer de tiroides diferenciado recurrente o en estadio avanzado cuando no funciona la terapia con I-131 (ver más arriba).

El lenvatinib (Lenvima, E7080) está aprobado para el cáncer de tiroides diferenciado en estadio avanzado cuando la cirugía, el tratamiento con I-131 o ambos no han funcionado.

El larotrectinib (Vitrakvi) está aprobado para casos raros de cáncer papilar y folicular tiroideo que tienen una mutación por fusión del gen NTRK.

El entrectinib (Rozlytrek) está aprobado para los tumores de tiroides con una mutación por fusión del gen NTRK.

El pralsetinib (Gavrecto) y el selpercantinib (Retevmo) están aprobados para casos raros de cáncer de tiroides positivo para una fusión de RET metastásico y avanzado que requiere una terapia sistémica. El selpercantinib puede afectar los niveles de plaquetas, de ciertas enzimas y de proteínas del cuerpo. Estos niveles deben monitorearse cada 2 semanas durante los primeros 3 meses de tratamiento y luego una vez por mes.

En el caso del CMT, las opciones de terapias dirigidas aprobadas por la FDA incluyen las siguientes:

El vandetanib (Caprelsa, zd6474) es un tipo de inhibidor de la tirosina cinasa que está aprobado para el tratamiento del CMT que no se puede extirpar quirúrgicamente, si la enfermedad está empeorando o si el CMT se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Pueden ser necesarios más análisis de sangre en las personas que reciben el vandetanib por posibles efectos secundarios graves. Los análisis de sangre se realizarán para monitorear los niveles séricos de potasio, calcio, magnesio y hormona estimulante de la tiroides (TSH) (ver Diagnóstico), para controlar regularmente la reacción del cuerpo a este medicamento.

El cabozantinib (Cometriq, Cabometyx, XL184) es un tipo de inhibidor de la tirosina cinasa que está aprobado para el CMT metastásico. También está aprobado para el tratamiento del cáncer de tiroides diferenciado que ha progresado después del tratamiento previo con una terapia dirigida al receptor del factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV) en personas que no pueden recibir tratamiento con yodo radiactivo.

El pralsetinib y el selpercatinib (ver más arriba) también están aprobados para el tratamiento de personas con CMT con mutación de RET avanzado o metastásico.

En el caso del cáncer anaplásico de tiroides, existe una combinación de terapia dirigida aprobada por la FDA:

El dabrafenib (Tafinlar) y el trametinib (Mekinist) están aprobados para el tratamiento de personas con cáncer anaplásico de tiroides con una mutación específica en el gen BRAF. El dabrafenib es un inhibidor de BRAF y el trametinib es un inhibidor de MEK. Actualmente, esta combinación es el estándar de atención para el cáncer anaplásico de tiroides que no puede extirparse quirúrgicamente o que se ha diseminado a zonas distantes.

Antes de comenzar el tratamiento dirigido, hable con su médico acerca de los efectos secundarios posibles de cada medicamento específico y cómo se pueden manejar. Los efectos secundarios frecuentes de las terapias dirigidas incluyen problemas cutáneos, diarrea, fatiga, problemas de presión arterial, estreñimiento, náuseas y vómitos.

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Quimioterapia o terapia dirigida como parte de su plan de tratamiento

Por el momento, el uso de otra quimioterapia sistémica y terapia dirigida para el tratamiento para el cáncer de tiroides se determina de manera individual y se administra con mayor frecuencia como parte de un ensayo clínico. Para obtener más información, consulte la sección Últimas investigaciones.

Obtenga más información sobre los aspectos básicos de cómo prepararse para el tratamiento. Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus potenciales efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. Obtenga más información sobre sus medicamentos recetados usando las bases de datos de fármacos en las que se pueden realizar búsquedas (en inglés).

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Efectos físicos, emocionales y sociales del cáncer

El cáncer de tiroides y su tratamiento producen síntomas y efectos secundarios físicos, así como efectos emocionales, sociales y económicos. El manejo de estos efectos se denomina cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Es una parte importante de su atención que se incluye junto con los tratamientos que tienen como fin retrasar, detener o eliminar el cáncer.

Los cuidados paliativos se centran en mejorar cómo se siente durante el tratamiento al manejar los síntomas y brindar apoyo a los pacientes y sus familias con otras necesidades no médicas. Cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo y estadio del cáncer, puede recibir este tipo de atención. Y en general funciona mejor cuando se inicia poco después del diagnóstico de cáncer. Las personas que reciben cuidados paliativos junto con el tratamiento para el cáncer con frecuencia tienen síntomas menos graves y mejor calidad de vida, e informan que están más satisfechas con el tratamiento.

Los tratamientos paliativos varían ampliamente y, con frecuencia, incluyen medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y espiritual, y otras terapias. Usted también puede recibir tratamientos paliativos similares a los utilizados para eliminar el cáncer, como quimioterapia, cirugía o radioterapia.

Antes de comenzar con el tratamiento, hable con su médico sobre los objetivos de cada tratamiento en el plan de tratamiento recomendado. También debe hablar sobre los efectos secundarios posibles del plan de tratamiento específico y las opciones de cuidados paliativos. Muchos pacientes también se benefician al hablar con un trabajador social y participar en grupos de apoyo. Pregúntele también a su médico sobre estos recursos.

Durante el tratamiento, su equipo de atención médica puede pedirle que responda preguntas sobre sus síntomas y efectos secundarios y que describa cada problema. Asegúrese de informar al equipo de atención médica si experimenta algún problema. Esto ayuda a que el equipo de atención médica pueda tratar cualquier síntoma y efecto secundario lo más rápido posible. También puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro.

Obtenga información sobre la importancia de llevar un registro de los efectos secundarios en otra parte de esta guía. Obtenga información sobre los cuidados paliativos en una sección diferente de este sitio web.

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Opciones de tratamiento según el estadio

Casi todos los cánceres de tiroides se tratan con cirugía. Si el cáncer de tiroides se encuentra solamente dentro de los tejidos del cuello, tanto en la glándula tiroides como en los ganglios linfáticos, generalmente la cirugía será el primer tratamiento. Los pacientes con enfermedad en estadio avanzado también pueden ser tratados con cirugía, pero es posible que se implementen otros tratamientos primero. Los ensayos clínicos pueden recomendarse en cualquier estadio como opción de tratamiento.

La terapia hormonal y la terapia con yodo radiactivo solo se administran en los cánceres papilares o foliculares tiroideos y de células de Hurthle. El CMT y el cáncer anaplásico de tiroides no se manejan con terapia de yodo radiactivo ni terapia de hormona tiroidea.

Estadio I: cirugía, terapia hormonal, posible terapia con yodo radiactivo después de la cirugía

Estadio II: cirugía, terapia hormonal, posible terapia con yodo radiactivo después de la cirugía

Estadio III: cirugía, terapia hormonal, posible terapia con yodo radiactivo o radioterapia con haz externo después de la cirugía

Estadio IV: cirugía, terapia hormonal, terapia con yodo radiactivo, radioterapia con haz externo, terapia dirigida y quimioterapia. La radioterapia también puede usarse para reducir el dolor y otros problemas. Consulte a continuación para obtener más información sobre el cáncer de tiroides metastásico.

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Cáncer de tiroides metastásico

Si el cáncer se ha diseminado más allá de la tiroides a otros órganos, como los huesos o pulmones, se llama cáncer de tiroides metastásico o en estadio IV. Además todos los tumores anaplásicos de tiroides se clasifican como en estadio IV al momento del diagnóstico, independientemente del tamaño, la ubicación o la diseminación del tumor.

Si el diagnóstico es cáncer de tiroides en estadio IV, es una buena idea hablar con los médicos que tienen experiencia en tratarlo. Los médicos pueden tener opiniones diferentes sobre el mejor plan de tratamiento estándar. Los ensayos clínicos también pueden ser una opción. Obtenga más información sobre la búsqueda de una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento, de manera que se sienta cómodo con el plan de tratamiento elegido.

Su plan de tratamiento puede incluir una combinación de cirugía, terapia hormonal, terapia con yodo radiactivo, radioterapia con haz externo, terapia dirigida o quimioterapia. También es posible que se recomienden ensayos clínicos sobre nuevos enfoques de tratamiento. Los cuidados paliativos también serán importantes para ayudar a aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

Para la mayoría de las personas, un diagnóstico de cáncer metastásico es muy estresante y difícil de sobrellevar. Se les aconseja a usted y a su familia que hablen sobre cómo se sienten con los médicos, el personal de enfermería, los trabajadores sociales u otros integrantes de su equipo de atención médica. También puede ser útil hablar con otros pacientes, como a través de un grupo de apoyo u otro programa de apoyo entre pares.

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Remisión y la probabilidad de recurrencia

Una remisión se produce cuando el cáncer no puede detectarse en el cuerpo y no hay síntomas. Esto también puede denominarse “sin evidencia de enfermedad”.

Una remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre hace que a muchas personas les preocupe que el cáncer regrese. Aunque muchas remisiones son permanentes, es importante hablar con su médico sobre la posibilidad de que el cáncer reaparezca. Comprender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento puede ayudarlo a sentirse más preparado si, en efecto, el cáncer reaparece. Obtenga más información sobre cómo sobrellevar el temor a la recurrencia.

Si el cáncer regresa después del tratamiento original, se denomina “cáncer recurrente”. El cáncer puede reaparecer en el mismo lugar (lo cual se denomina recurrencia local), en las cercanías (recurrencia regional) o en otro lugar (recurrencia a distancia).

Si se produce una recurrencia, comenzará un nuevo ciclo de pruebas para obtener la mayor cantidad de información posible sobre esta. Después de realizadas estas pruebas, usted y su médico hablarán sobre sus opciones de tratamiento.

A menudo el plan de tratamiento incluirá los tratamientos descritos anteriormente, tales como cirugía, terapia con yodo radiactivo, terapia dirigida, radioterapia con haz externo, terapia hormonal y quimioterapia. Sin embargo, quizás se combinen de un modo distinto o se administren con un ritmo distinto. Su médico puede sugerir ensayos clínicos que estén estudiando métodos nuevos para tratar el cáncer de tiroides recurrente. Cualquiera que sea el plan de tratamiento que usted elija, los cuidados paliativos serán importantes para aliviar los síntomas y los efectos secundarios.

A veces, las personas con cáncer recurrente experimentan emociones como incredulidad o temor. Es recomendable que hable con su equipo de atención médica respecto de estos sentimientos y solicite servicios de apoyo que lo ayuden a sobrellevar la situación. Obtenga más información sobre cómo afrontar la recurrencia del cáncer.

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Si el tratamiento no funciona

Recuperarse del cáncer de tiroides no siempre es posible. Si el cáncer no se puede curar o controlar, la enfermedad se puede denominar “cáncer avanzado” o “terminal”.

Este diagnóstico es estresante y, para algunas personas, hablar sobre el cáncer avanzado resulta difícil. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras con su equipo de atención médica a fin de expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. El equipo de atención médica tiene habilidades especiales, experiencia y conocimientos para brindar apoyo a los pacientes y a sus familiares, y está aquí para ayudar. Es muy importante asegurarse de que una persona se sienta físicamente cómoda, que no tenga dolor y que reciba apoyo emocional.

Es posible que las personas con cáncer avanzado y con una expectativa de vida inferior a 6 meses quieran considerar los cuidados para enfermos terminales. Los cuidados para enfermos terminales están pensados para proporcionar la mejor calidad de vida posible para las personas que están cerca de la etapa final de la vida.

Es recomendable que usted y su familia hablen con el equipo de atención médica respecto a las opciones de cuidados para enfermos terminales, que incluyen cuidados domiciliarios para enfermos terminales, cuidados en un hospital de cuidados paliativos u otros lugares de atención médica. El cuidado de enfermería y el cuidado de enfermería especial y los equipos especiales pueden hacer que permanecer en el hogar sea una opción factible para muchas familias. Obtenga más información sobre la planificación de la atención del cáncer avanzado.

Después de la muerte de un ser querido, muchas personas necesitan apoyo para ayudarlas a sobrellevar la pérdida. Obtenga más información sobre sufrimiento y pérdida.

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La siguiente sección de esta guía es Acerca de los ensayos clínicos. Ofrece más información sobre los estudios de investigación que se centran en buscar mejores maneras de atender a las personas con cáncer. Use el menú para elegir una sección diferente para leer en esta guía.