Cáncer, depresión y riesgo de suicidio: signos a tener en cuenta

November 29, 2018
William Breitbart, MD

El Dr. William Breitbart es jefe de la cátedra de Oncología Psiquiátrica Jimmie C. Holland y psiquiatra adjunto del Servicio de Psiquiatría del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC). Además es psiquiatra adjunto del Servicio de Atención de Apoyo del Departamento de Medicina del MSKCC y profesor de Psiquiatría Clínica y vicedirector del Departamento de Psiquiatría del Weill Cornell Medical College.

El cáncer puede ser una experiencia emocional y la tristeza es una respuesta emocional muy frecuente al diagnóstico o a los diversos acontecimientos que pueden tener lugar durante el transcurso de la atención del cáncer. Pero, ¿en qué momento la tristeza normal se convierte en “depresión clínica”? Aprenda a reconocer los signos y por qué es tan importante obtener ayuda. Recuerde: la depresión es muy tratable y no tiene por qué enfrentarla solo.

¿Cuáles son los signos de la depresión clínica? 

La tristeza normal aparece y desaparece. La depresión clínica es más persistente y generalizada. Hágase esta pregunta: “¿Me he sentido triste o con ganas de llorar casi todo el día, todos los días durante las últimas 2 semanas?”. Si la respuesta es sí, pida una consulta con un trabajador social, psicólogo o psiquiatra para que evalúe si usted tiene depresión clínica. 

Sentirse triste o con ganas de llorar durante varias semanas sin interrupción es el síntoma más importante de la depresión clínica dado que sugiere que su tristeza no es simplemente un humor que cambia según los acontecimientos diarios. Es un trastorno del humor. Algunas personas experimentan una “falta de placer” más que tristeza específicamente.

Hay otros síntomas de la depresión clínica, que incluyen problemas para dormir, cansancio, falta de apetito, malestares, dolores, estreñimiento y falta de concentración. No obstante, cualquiera de estos síntomas puede ser causado por el cáncer, los tratamientos del cáncer o los efectos secundarios relacionados con el cáncer. Es por eso que, además de un humor triste constante y prolongado, los médicos se concentran en estos otros síntomas para ayudar a diagnosticar la depresión clínica en personas con cáncer:

  • Desesperanza. Las personas pueden sentir desesperanza cuando se enfrentan a un diagnóstico grave y tienen pocas opciones de tratamiento disponibles. Sin embargo, cuando hablamos de desesperanza como síntoma de la depresión clínica, se trata de perder la esperanza de poder incluso mantener momentos de interacción significativa con seres queridos o de que lo puedan hacer sentir cómodo durante la experiencia del cáncer.

  • Desvalorización. Esto es más que sentirse menos valioso porque no puede ir a trabajar o no puede estar tan activo físicamente con sus familiares. En cambio, es una sensación de que toda su vida ha perdido importancia, significado o valor.

  • Culpa. La culpa como síntoma de depresión va más allá de sentirse culpable porque su pareja o su familia puedan tener que cargar con sus cuidados o los gastos médicos puedan obligar a su familia a tener que realizar sacrificios económicos. Como síntoma de depresión, con frecuencia se vive como: “Soy una mala persona y merezco este castigo del cáncer”.

  • Pensamientos de suicidio. Los pensamientos suicidas son pensamientos de que la vida no vale la pena vivirse o cuando está pensando o planeando lastimarse o matarse. Este es un síntoma muy serio de depresión clínica que no debe mantener nunca en secreto. Infórmele a su familia y a su médico de inmediato si está teniendo estos pensamientos.

¿Por qué es importante reconocer la depresión clínica?

Reconocer y diagnosticar la depresión clínica es muy importante porque la depresión clínica puede tratarse, independientemente de lo que esté ocurriendo con su tratamiento del cáncer. Si bien no todas las personas con cáncer desarrollan depresión clínica, entre aproximadamente un 15 % y 20 % sí lo hacen. La depresión puede producir angustia, desesperación y sufrimiento. También puede interferir con la capacidad de una persona para completar los tratamientos del cáncer. Estos factores pueden hacer que tenga una calidad de vida con cáncer más mala y resultados del tratamiento más negativos.

¿Las personas con cáncer tienen más riesgo de cometer suicidio?

Sí. Las personas con cáncer tienen aproximadamente de 2 a 3 veces más riesgo de cometer suicidio que la población en general. No es infrecuente tener pensamientos suicidas fugaces como un modo de asimilar los momentos en los que se siente abrumado o atrapado. Pero, si tiene pensamientos persistentes acerca de lastimarse o está planeando hacerlo, dígaselo a alguien de inmediato. Existen muchísimas alternativas para aliviar su sufrimiento que usted ni se puede imaginar.

Si siente que está en crisis y no puede comunicarse con su médico ni con un ser querido, llame a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio (National Suicide Prevention Lifeline) al 1-888-628-9454.

¿Quién está en riesgo de tener depresión clínica?

Las personas con cáncer que tienen antecedentes personales de depresión clínica o fuertes antecedentes familiares de depresión clínica tienen un mayor riesgo de padecer este trastorno del humor. La depresión clínica también puede ser causada por efectos secundarios incontrolables, como el dolor, el insomnio, el cansancio y las náuseas. Los tratamientos del cáncer y algunos medicamentos, como los esteroides, pueden causar depresión. Además, las personas con ciertos tipos de cáncer, como cáncer de pulmón, cáncer de próstata y cáncer de páncreas tienen incluso un mayor riesgo de desarrollar depresión.

¿Cómo se trata la depresión clínica en personas con cáncer?

La depresión clínica en personas con cáncer es tan tratable como la depresión clínica en cualquier otra persona. El asesoramiento o la psicoterapia con un trabajador social o psicólogo puede ser muy beneficioso. Los medicamentos antidepresivos también son muy eficaces para tratar la depresión en personas con cáncer. Se debe trabajar con un psiquiatra que tenga conocimientos específicos acerca de las interacciones entre los antidepresivos y los diversos medicamentos que se pueden tomar para el cáncer y otras afecciones. La combinación de psicoterapia y antidepresivos con frecuencia funciona mejor que solo uno de ambos.

Controlar el dolor, restaurar el sueño, ayudar con el cansancio, hacer ejercicio, comer bien y usar técnicas de relajación también son elementos importantes en un programa de tratamiento para la depresión en personas con cáncer. Los tratamientos más novedosos que están siendo estudiados incluyen la terapia con luz ultravioleta y la tecnología que usa estimulación magnética y eléctrica leve. También se están estudiando diversas técnicas de medicina integradora (en inglés), como yoga, tai chi y ejercicio. 

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