Los 4 pilares de los cuidados paliativos y el papel del apoyo espiritual

Libby Boatwright, D.Min, BCC
December 12, 2019
Libby Boatwright, D.Min, BCC

La reverenda Libby Boatwright, D.Min, BCC, es capellana de medicina paliativa en oncología ambulatoria de Stanford Health Care en Palo Alto, California.

Soy parte de un equipo de cuidados paliativos en Stanford Health Care. Somos un equipo de atención totalmente integrado que trabaja para aliviar el sufrimiento físico y emocional, y para brindar apoyo social, psicológico y espiritual a los pacientes y a sus familias. Llamamos a nuestro tipo de atención los “4 pilares de los cuidados paliativos” e integramos sus principios en nuestro trabajo diario. Estas son los 4 pilares.

  1. Primero pilar. Un médico y un enfermero practicante, que cubren temas médicos.

  2. Segundo pilar. Un trabajador social que se ocupa de los aspectos familiares, prácticos y sociológicos de la vida de un paciente.

  3. Tercero pilar. Un especialista o psicólogo que cubre las necesidades emocionales y psicológicas de un paciente.

  4. Cuarto pilar. Un capellán y un asesor de atención espiritual, que explora el significado y el propósito, evalúa las necesidades espirituales y pregunta si el paciente tiene una comunidad de fe o una red de apoyo.

Tengo el privilegio de ser el cuarto pilar.

Los miembros del equipo de cuidados paliativos trabajan en colaboración e independientemente. Actualmente, el trabajador social y yo vemos pacientes juntos, así no duplicamos nuestros esfuerzos. Trabajar juntos también nos ayuda a tener una voz unida cuando compartimos nuestra información con el médico y el enfermero practicante. Juntas, los pilares segundo, tercera y cuarta pueden brindar una idea de cómo los miembros de el primero pilar pueden abordar los problemas médicos de un paciente.

Esta historia del paciente muestra cómo la angustia espiritual puede afectar el tratamiento de una persona y cómo un capellán o un asesor de atención espiritual puede ayudar a las personas necesitadas.

Fatigada, asustada y decepcionada con Dios: la historia de Heather*

Heather nos reveló hace poco tiempo   que se sentía fatigada y asustada y por qué no quería continuar con la quimioterapia y la radioterapia. Heather sufría: tenía una deuda creciente y facturas que no podía pagar. Su familia estaba cansada de llevarla a sus citas y faltar al trabajo. Su madre había renunciado a su trabajo para quedarse con ella. Heather nos dijo que sentía que estaba siendo “castigada por Dios” por todas sus elecciones pasadas y que estaba dispuesta a rendirse. La alentamos a descargar toda la ansiedad y la tristeza que sentía por su familia y la falta de apoyo de su iglesia. Luego hicimos un poco de silencio para que ella pudiera hacer descansar sus pensamientos.

En la conversación que siguió, el trabajador social sugirió algunas opciones que podrían ayudarla a sobrellevar las cargas financieras de su atención. Una vez que Heather se sintió más cómoda, pudo expresar algo de su profunda decepción con Dios. Nos contó sus pensamientos sobre el perdón y la oración, la meditación e incluso la idea de invitar a pequeños grupos de personas a su casa para que le hicieran visitas breves.

El retorno de la confianza.

Heather comenzó a sentirse lista para continuar con el tratamiento. Luego, preparamos al médico y al enfermero practicante para sus visitas. Los problemas en la historia médica de Heather eran “angustia”, “fatiga” y “preocupación por continuar con el tratamiento”, pero los otros pilares de los cuidados paliativos pudieron ofrecer la historia de fondo. Sabiendo que le habían proporcionado recursos, el doctor y el enfermero practicante sintieron que Heather podría estar dispuesta a continuar con su tratamiento. Lo más importante fue que se sintió escuchada y honrada.

*Se cambió el nombre para proteger la privacidad.

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