Cómo los ensayos clínicos pueden llevar a un tratamiento que salve vidas: La investigación TAPUR y la experiencia de una paciente

October 12, 2023
Claudia Passarini

“Ya no vemos cancer en tu tomografía computarizada (TC).” Y con esa frase, respire por primera vez en mucho tiempo.

La primera vez que me diagnosticaron cáncer de mama fue en el 2012, fui atendida en Fort Lauderdale, Florida, con quimioterapia y me realizaron una mastectomía total. Tuve una respuesta completa y viví sin cáncer hasta el 2018.

Con mi segundo diagnóstico, cáncer de seno etapa 3, estuve todo un año siendo atendida en otra clínica en Florida, donde recibí 2 quimioterapias diferentes. Por último, recibí un tratamiento experimental, el cual no me funcionó.

El cancer creció hasta convertirse en etapa 4, con metástasis en la piel, el brazo, y los huesos. A este punto, mi oncóloga del momento nos dio la noticia de que ya no había nada más que intentar, y que debíamos aceptar que el cáncer me había ganado la batalla. En junio del 2019, ya llevaba un año batallando con el regreso del cáncer de seno y me encontraba con muchas medicinas para el dolor. El cáncer siguió creciendo. La piel comenzó a tener lesiones muy agresivas y el brazo a doler tanto que se me complicaba mucho el movilizarme. 

Encontrar el tratamiento contra el cáncer adecuado para mí a través de un ensayo clínico

En el transcurso de mi enfermedad recibí mucho apoyo de familiares y personas maravillosas. En especial el apoyo de mi hermano menor, Leonardo, que nunca se rindió, y siguió investigando otras opciones de tratamiento.

En una de sus búsquedas consiguió una página web el cual listaba varios tratamientos experimentales para mi tipo de cáncer que es HER2 positivo. Creó una lista de las clínicas que los ofrecían y los comenzamos a visitar uno por uno.

La tercera clínica que visitamos fue un hospital de investigación en Miami, donde conocimos a todo el equipo de investigación. Desde el primer momento me atendieron con gran empatía y profesionalismo. Rápidamente me hicieron biopsias nuevas, y esta vez realizaron un laboratorio genético de mi cancer que no me habían realizado nunca anteriormente.

Con los resultados de ese laboratorio me presentaron la opción de entrar al tratamiento de investigación llamado el Targeted Agent & Profiling Utilization Registry (TAPUR, Registro de agentes dirigidos y utilización de perfiles). TAPUR es un ensayo clínico realizado por la American Society of Clinical Oncology (Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica). Es una investigación para las personas que no tienen más opciones de tratamiento estándares disponibles y cuyo cáncer tiene variaciones genómicas específicas. Como parte de la investigación de TAPUR, recibí medicina de inmunoterapia creada específicamente para los biomarcadores de mi tipo de cancer. Se podría decir que es una medicina personalizada según los genes de tu cancer, lo que significa que cada persona en este tratamiento tiene una mezcla diferente de medicinas para atacar la enfermedad específica.

El hospital de investigación donde recibo el tratamiento cuenta con renombrados oncólogos, y lo que más nos gustó de ellos es que se enfocan mucho en nuevas investigaciones, y se instruyen continuamente de lo nuevo que hay que ofrecer en el mundo de la medicina contra el cáncer.

Así que, con mucho miedo, pero fortalecida por los grandes doctores y especialistas, decidí comenzar el tratamiento.

Recibiendo un tratamiento que salva vidas

Los médicos me informaron que al empezar con este nuevo tratamiento normalmente se pone peor la enfermedad las primeras semanas, y después mejora. Y así ocurrió. Las primeras semanas veía como todo empeoraba, no podía evitar pensar que el tratamiento no iba ya a funcionar, y que era muy tarde para mí.

Y luego el milagro que tanto deseábamos se cumplió. Las exploraciones por TC empezaron a regresar mejor cada mes. Mi piel empezó a sanar, y las heridas a cerrar. Poco a poco, pude empezar a mover mi brazo, a caminar sin ayuda, regresar a trabajar, y a retomar mi vida.

Después de unos meses nos informaron que mi exploración por TC había regresado sin rastro del cáncer, que había dado una repuesta completa. Después de tanto tiempo de angustia y respuestas negativas, una detrás de otra, recuerdo nuestra emoción y sobre todo nuestro alivio.

El tratamiento de inmunoterapia ha sido muy diferente al de la quimioterapia. Este tratamiento me ha permitido tener una vida normal, sin los síntomas tan fuertes que genera la quimioterapia. Hasta el día de hoy sigo en el tratamiento TAPUR. Ahora tengo una infusión una sola vez al mes y sigo con mis exploraciones por TC cada 3 meses. Llevo actualmente 4 años en el estudio, y aunque ya obtuve una respuesta total, continuo en el estudio de forma preventiva.

Gracias a este tratamiento pude ver la graduación de mis 2 hijos, viajar con ellos, ver a mi hija casarse y estar embarazada, compartir con mi esposo, mis padres y mi familia. La investigación TAPUR ha sido el milagro más grande de nuestras vidas. Estoy tan agradecida con Dios, mis familiares, y todos los especialistas que me han devuelto la vida y me han tratado con amor y alegría. Son un equipo hermoso, que cambia vidas todos los días.

Acceder al tratamiento de inmunoterapia a través de TAPUR es la respuesta de nuestras oraciones, no hay palabras para describir el eterno agradecimiento que siento. Espero en lo más profundo de mi corazón que más personas se enteren de este tratamiento, y que confíen en sus oncólogos en intentar tratamientos de investigación si las opciones se acaban. Los milagros existen, y mi vida hoy es prueba de un milagro.

La autora no tiene relaciones que revelar relevantes con este contenido.

Cancer.Net es el sitio web de educación para pacientes de la American Society of Clinical Oncology (Sociedad estadounidense de oncología clínica).

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